Colombia: Creada la asociación de víctimas del terrorismo ACOVIT

El país latinoamericano vive una de las guerras silenciadas del planeta

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BOGOTÁ, lunes 31 de enero de 2011 (ZENIT.org).- Un grupo de víctimas del terrorismo en Colombia han creado la Asociación Colombiana de Víctimas del Terrorismo (ACOVIT). Su asociados con católicos practicantes y su fundador Ricardo Gallo, un personaje carismático al que se le atribuyen vivencias espirituales extraordinarias. Mientras tanto, el portal Periodismo Humano, dedica una sección a una de las guerras olvidadas del planeta.

Según informa a ZENIT Carlos Villota Santacruz, de ACOVIT, las viudas, huérfanos, discapacitados y hombres y mujeres de todas las condiciones sociales víctimas del terrorismo en Colombia se asociaaron a través de ACOVIT, que comenzó a operar en el corazón financiero de la ciudad de Bogotá y con la mira puesta en abrir sucursales en las 32 capitales del país.

La fundación de ACOVIT se inscribe en la estela de otras asociaciones afines como la ya veterana española Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), a cuyas convocatorias se ha sumado en ocasiones, como una multitudinaria manifestación en Madrid ante la embajada de Venezuela, contra el entrenamiento de terroristas en territorio venezolano.

El hecho que derramó la copa, señala ACOVIT, “fue el acto terrorista de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contra las instalaciones de Cadena Radial Caracol, en la madrugada del 12 de agosto de 2010, que dejó más de dos mil víctimas, entre ellos, Ricardo Gallo, un ciudadano que se vio afectado por la onda explosiva.

La multitud de acciones terroristas contra la población civil –nacionales y extranjeros- por más de tres décadas en el país, impulsó a un grupo de víctimas del terrorismo, ya sea por parte de guerrilleros como por grupos paramilitares, a crear la Asociación Colombiana de Víctimas del Terrorismo (ACOVIT).

La agremiación tiene entre sus objetivos defender los derechos y reinvindicar a todas aquellas personas que hayan sido protagonistas de un hecho de violencia o terrorismo.

“Nuestra primera acción será denunciar este flagelo a nivel nacional e internacional”, comentó el presidente de la naciente agremiación Ricardo Gallo.

Según las estadísticas, cuatro de cada diez colombianos fueron víctimas del terrorismo, o un familiar cayó herido o falleció a consecuencia de la explosión de un carro bomba o por la toma a sangre y fuego de una población, lo que origina todo un drama humano y la casi inevitable desintegración familiar.

“La visión de la Asociación, a corto y mediano plazo, es hacer conciencia en Colombia y en el mundo de la grave amenaza que tiene este país, de 44 millones de habitantes, en el terrorismo. Nuestra tarea se concentrará en denunciarla, combatirla y penalizarla a todos los niveles”, dijo Gallo Arias.

Para el presidente de ACOVIT el círculo de terror que deja a su paso el terrorismo en Colombia y que, en muchas ocasiones, no es registrado en los medios de comunicación tiene que romperse. “Esa es la enorme responsabilidad que tenemos como ciudadanos de apoyar al Gobierno en el fortalecimiento de la Constitución y la ley contra cualquier acción de violencia”, anotó.

Sus palabras son respaldadas por colombianos de todas las edades quienes insistieron en que es grave que, en plena segunda década del siglo XXI, el terror persista y es grave que se apodere de la gente.

“Pero es más grave que el terror se apodere de los gobernantes, que los paralice. Ellos, los gobernantes, tienen la obligación constitucional de enfrentar el crimen y evitar que aparezcan las bombas o cualquier acto que signifique terrorismo”.

Los primeros estudios de la Asociación Colombiana de Víctimas del Terrorismo desnudan un hecho contundente: “Este fenómeno delincuencial no es sólo de una sola familia o de un pueblo aislado, es un problema de todos. Es un problema de la humanidad”, asegura Villota.

La conclusión es que el terrorismo tiene un perfil global que debe enfrentarse interna y externamente con cooperación internacional.

México participa activamente junto con Colombia, en el Grupo de Alto Nivel sobre Seguridad y Justicia. Además, México asumió la presidencia del Comité Interamericano contra el Terrorismo, con el objetivo de promover la cooperación hemisférica y fortalecer la capacidad institucional de los países de la región.

“El reto que tiene la naciente asociación colombiana de víctimas del terrorismo, es nutrir con estudios, investigaciones y análisis el proceso de negociación de la Convención General contra el Terrorismo Internacional”, añade Villota.

Asegura que, actualmente, “no hay ninguna nación en el mundo que esté libre de esta amenaza. Además, como ciudadanos y como actores de una sociedad global, se debe cerrar filas contra quienes buscan imponer sus intereses, dañando a personas inocentes a través de actos demenciales”.

El presidente de ACOVIT Ricardo Gallo dijo que el trabajo por hacer es mucho y de una compleja responsabilidad: “Ya vencimos el miedo. Nuestra invitación a las víctimas del terrorismo en Colombia es romper la esclavitud que nos quieren imponer a la fuerza actores al margen de la ley”, aseguró.

Por ahora, colombianos y colombianas reclaman nuevas leyes y renovadas instituciones, que se enmarquen en una reforma al Sistema de Justicia Penal.

Colombia vive una guerra desde hace décadas, aunque sea en medio del silencio, aunque lo llamen “conflicto”, denuncia el portal Periodismo Humano. Colombia libra una guerra en la que participan las guerrillas de las FARC y del ELN, los paramilitares y el Estado y “que se ha llevado por delante la vida de miles de personas, ya sea arrebatándoles sus tierras y obligándoles a convertirse en mendigos en las urbes, o directamente asesinándolos”.

“Matan a los campesinos, a los indígenas, a los maestros, a los sindicalistas, a los políticos, a los periodistas que se empeñan en seguir siendo ciudadanos, y acallan a base de amenazas a aquellos que, acaso hay algo más humano, quieren tan sólo seguir viviendo”, sigue Periodismo Humano.

El citado portal –digirido por el único premio Pulitzer español Javier Bauluz, premio Libertad de Expresión 2010 en Almería- tiene una sección titulada Desentrañar Colombia, en la que publica testimonios sobre el martirizado país latinoamericano.

Para más información: www.periodismohumano.com.

Por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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