Colombia: El arzobispo de Medellín rechaza amenazas contra un obispo auxiliar

Monseñor Víctor Ochoa salió de la archidiócesis por seguridad

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MEDELLÍN, viernes, 11 diciembre 2009 (ZENIT.org).- En un comunicado dado a conocer este miércoles, el arzobispo de Medellín Alberto Giraldo Jaramillo rechazó la amenaza de muerte que desconocidos hicieron contra uno de sus obispos auxiliares, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid. Al mismo tiempo llamó a “vivir una Navidad en paz, con verdadero sentido de respeto a la vida”.

Según explica el arzobispo en el comunicado, “la semana anterior, con apariencia de un regalo de Navidad, llegó a la Curia Arquidiocesana una amenaza contra la vida de monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo auxiliar”.

Unas balas, una inscripción contra él, junto a una foto suya, y una nota de alusión a la muerte en 2002 de monseñor Isaías Duarte Cancino, en Cali, fue el mensaje de los agresores al prelado la semana pasada.

Las amenazas y los demás elementos del “paquete” hicieron comprender que “la amenaza era seria y representaba peligro para la vida” de monseñor Ochoa, por lo que, tras consultar con el nuncio apostólico, monseñor Aldo Cavalli, se decidió que lo más conveniente para la seguridad del obispo auxiliar era que “saliera de la Arquidiócesis”.

Por ello y junto a los demás obispos auxiliares Jorge Iván Castaño Rubio y Gilberto Jiménez Narváez y Gonzalo Rivera Gómez, el arzobispo exhorta a “toda la comunidad arquidiocesana para que oremos” por monseñor Víctor Ochoa.

“Hemos de continuar las iniciativas apostólicas que él ha tenido en marcha y que se han decidido en estrecha unidad de todos nosotros obispos”, afirma el arzobispo.

Monseñor Jaramillo añade que en el contexto de creciente violencia que vive Medellín, “este es otro hecho que siembra dolor y sufrimiento grave; en este caso las víctimas son monseñor Víctor Ochoa, su querida familia y todos nosotros los que compartimos los servicios pastorales en esta Arquidiócesis”.

“Con el mismo sentido de defensa de la vida que nos debe caracterizar a todos, rechazamos estos hechos y llamamos la atención a los autores de la amenaza para que corrijan su manera de pensar y cambien su forma de actuar”, exhorta.

El arzobispo de Medellín concluye: “Seguimos orando para que podamos vivir una Navidad en paz, con verdadero sentido de respeto a la vida de cada uno de los habitantes de este sector de Colombia”.

De acuerdo con cifras de la Conferencia Episcopal de Colombia, desde 1984 hasta la fecha, un total de 16 obispos, 48 sacerdotes, tres religiosas y cinco religiosos, han sido blanco de amenazas en contra de su vida.

Monseñor Víctor Manuel Ochoa se ha desempeñado como vicario parroquial del Santuario de Sabaneta; secretario adjunto del economato y formador en el Seminario Conciliar de Medellín; además fue director de la Casa de Formación de la Arquidiócesis de Medellín, en Roma. En la actualidad realizaba su trabajo pastoral con las comunidades del centro y el occidente de la ciudad.

“Se revisaron las medidas de seguridad y se hizo un estudio de seguridad, además se le ofreció la protección necesaria y se inició la investigación para saber de dónde provienen esas amenazas”, indicó Juan Diego Vélez, secretario de Gobierno de Medellín.

Por su parte, el general Orlando Páez Barón, director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, ofreció ayer desde Bogotá una recompensa de 20 millones de pesos a la persona que suministre información del autor material o intelectual de las amenazas en contra de monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid.

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ZENIT Staff

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