Comentario a la liturgia dominical

Domingo 4 de Pascua, Domingo del Buen Pastor Ciclo B

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Textos: Hech 4, 8-12; 1 Jn 3, 1-2; Jn 10, 11-18

P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano Maria Mater Ecclesiae de são Paulo (Brasil).

Idea principal: Jesús es nuestro Pastor.

Síntesis del mensaje: Ante la inminente beatificación de Monseñor Oscar Romero, resumo el mensaje de este domingo con sus palabras a unos meses de ser asesinado celebrando la santa misa: “Como pastor de esta comunidad, estoy obligado a dar la vida por quienes amo, que son todos los salvadoreños, aun por aquellos que vayan a asesinarme. Si llegaran a cumplirse las amenazas de muerte, desde ahora ofrezco a Dios mi sangre por la redención y por la resurrección de El Salvador”.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, cuando Jesús se define como el buen Pastor está diciendo lo que Homero decía de Agamenón y Jenofonte de Ciro: “Yo soy el conductor de los hombres, el dirigente de las naciones, el salvador del mundo”. Y cuando Jesús añade que todos los demás pastores son unos “asalariados” está diciendo que muchos por ahí que se dicen pastores, guía de pueblos y naciones, dirigentes de comunidades, tanto políticos como religiosos, son unos arribistas, trepadores y galgueadores del dinero, de la vanidad y del poder. Ahora entendemos mejor algunas duras expresiones del papa Francisco cuando recuerda con harta frecuencia al clero para que no seamos mundanos, no busquemos honores, ni prestigios. Y cuando termina Jesús con que, los tales asalariados, en cuanto ven las orejas al lobo, dejan las ovejas y huyen, está dando una descarga durísima contra los jefes políticos y religiosos de su tierra, de su tiempo, de todas las tierras y tiempos de la historia. Basta ver el panorama mundial: ¡quién se enfrenta al lobo del relativismo y consumismo, a la hiena de la malversación de fondos y corrupción, al zorrillo de la ideología del género y manipulación genética! ¡Quién enfrenta a esos gobernantes sin escrúpulos que prometen el oro y el moro, y después nos salen con sus enjuagues y se quedan con la poltrona, el oro y el moro!

En segundo lugar, Cristo sí es el buen Pastor, el único Pastor auténtico, el único dirigente honesto y cabal, ejemplo para todos los que tienen una misión de pastorear en la Iglesia, en la sociedad y en las comunidades. A todos los dirigentes de ayer, de hoy y de mañana Cristo Pastor les está diciendo varias cosas: que vivan para su rebaño y no de su rebaño; que cuiden su rebaño y no su sola parcela familiar y sus fans de amigos; que defiendan su rebaño de todo tipo de lobos ideológicos; que esté dispuesto a dar la vida por su rebaño, si fuera necesario, dando a todos trabajo, salud, educación, y evitando en sus vidas la opulencia y el despilfarro, las ganancias desorbitadas, los sueldos escandalosos de funcionarios y parlamentarios centrales o autonómicos, los chalets de lujo, las vidas de sultanes…Cristo, único Pastor les grita que tienen que servir y no querer siempre ser servidos.

Finalmente, Cristo Pastor también tiene palabras serias para quienes tenemos una misión en la Iglesia como sacerdotes. Que no seamos funcionarios, ventanilla y “vuelva usted mañana”. Que no seamos burócratas de las cuentas y el papeleo, administrador mecánico de la palabra de Dios y sacramentos rutinarios o postineros, arribista y ansioso de medros y prebendas, que hizo la carrera eclesiástica y a veces hasta el carrerón. Que conozcamos, amemos, alimentemos, defendamos y demos la vida por nuestras ovejas, que no son nuestras, que son de Cristo. Que seamos auténticos sacerdotes pastores, y no sacerdotes secularizados que entienden más de cine y deportes que de Dios, que encabezan reuniones y huelgas, pero no se arrodillan ni estudian ni enseñan a rezar a sus ovejas. Que seamos pastores cuya autoridad nos viene de Cristo para hacer crecer a las ovejas y llevarlas a Él, y no que fustigamos las ovejas con el látigo del autoritarismo. Nuestra autoridad es de servicio y no de mando.

Para reflexionar: Reflexionemos en este poema-soneto de Lope de Vega:

Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño,
Tú que hiciste cayado de ese leño,
en que tiendes los brazos poderosos,

vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguirte empeño,
tus dulces silbos y tus pies hermosos.

Oye, pastor, pues por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres.

Espera, pues, y escucha mis cuidados,
pero ¿cómo te digo que me esperes,
si estás para esperar los pies clavados?

Para rezar: Señor Jesús, Pastor, reviste mi corazón de las virtudes que adornaron tu vida de pastor: mansedumbre, bondad, ternura, desprendimiento, sacrificio, fortaleza, firmeza para poder llevar tu rebaño hasta el cielo.

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org

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Antonio Rivero

El padre Antonio Rivero nació en Ávila (España) en 1956. Entró a la congregación de los Legionarios de Cristo en 1968 en Santander (España). Se ordenó de sacerdote en Roma en la Navidad de 1986. Es licenciado en Humanidades Clásicas en Salamanca, en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma y en Teología por la Universidad de santo Tomás también en Roma. Es doctor en Teología Espiritual por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum (Roma) donde defendió su tesis el 16 abril del año 2013 sobre la dirección espiritual en san Juan de Ávila, obteniendo “Summa cum laude”. Realizó su ministerio sacerdotal como formador y profesor de Humanidades clásicas en el seminario en México y España. Fue vicario parroquial en la ciudad de Buenos Aires durante doce años. Durante diez años fue director espiritual y profesor de teología y oratoria en el Seminario María Mater Ecclesiae en são Paulo (Brasil), formando futuros sacerdotes diocesanos. Actualmente es profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y ayuda en el Centro Logos, en la formación de sacerdotes y seminaristas diocesanos. Ha dedicado y dedica también parte de su ministerio sacerdotal a los Medios de Comunicación Social. Ha publicado catorce libros: Jesucristo, Historia de la Iglesia, Los diez mandamientos, Breve catequesis y compendio de liturgia, El tesoro de la Eucaristía, El arte de la predicación sagrada, La Santísima Virgen, Creo en la Vida eterna, Curso de Biblia para laicos, Personajes de la Pasión, G.P.S (Guía Para Santidad, síntesis de espiritualidad católica), Comentario a la liturgia dominical ciclo A, Comentario a la liturgia dominical ciclo B, Comentario a la liturgia dominical ciclo C. Ha grabado más de 200 CDs de formación. Da conferencias en Estados Unidos sobre pastoral familiar, formación católica y juventud. Y finalmente imparte retiros y cursos de formación a religiosas, seminaristas y sacerdotes diocesanos en México, Centroamérica y donde le invitan.

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