Comienza el Centenario de la Medalla Milagrosa

Carta del superior general a la Familia Vicenciana

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ROMA, viernes 4 julio 2008 (ZENIT.org).- Del 8 de julio del 2008 hasta el 20 de noviembre del 2009, se celebrará el Centenario de la Aprobación Pontificia de la Asociación de la Medalla Milagrosa. El 8 de julio de 1909 fue formalmente reconocida esta Asociación, que nació de las Apariciones de la Virgen María a Santa Catalina Labouré.

Con este motivo el superior general de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl, padre Gregory Gay, ha escrito una carta titulada “Cien años peregrinando con María, Unidos con Jesús en los pobres por medio de la Medalla Milagrosa”.

La carta convoca a las celebraciones de este Centenario, que reunirá a la Familia Vicenciana (integrada por los padres paúles, las hermanas de la Caridad y otras ramas religiosas y seglares inspiradas en la espiritualidad de San Vicente de Paúl).

El superior general inicia su carta con las palabras “Mi alma glorifica al Señor mi Dios”. “La oración ya conocida por todos como el Magníficat –explica–. Esta expresión de María manifiesta lo que sentimos todos los miembros de la Familia Vicenciana y, en particular, los miembros de la Asociación de la Medalla Milagrosa, en este Año Jubilar, en el que celebramos los cien años de reconocimiento pontificio como Asociación”.

A lo largo de estos cien años, en la Asociación de la Medalla Milagrosa, afirma el superior general, “se han constatado varios aspectos positivos en nuestro caminar junto con la Virgen María”.

Desde el principio, recuerda que ha sido una Asociación activa, cuyo apostolado principal ha sido la oración para promover una mayor devoción a la Virgen María. “Ella es un ejemplo para todos nosotros –añade- de cómo vivir nuestra vida consecuente con las enseñanzas de su Hijo Jesucristo, siendo Ella misma la primera discípula de su Hijo”.

La Asociación ha desarrollado este apostolado de oración y evangelización a través de la sencilla visita domiciliaria, explica el superior general, “donde, en un ambiente familiar, las personas de fe y de buena voluntad, van enamorándose de Nuestro Señor Jesucristo a través de la cercanía a su Madre María”.

Desde hace muchos años, este apostolado de oración ha sido desarrollado vía varios medios de comunicación, principalmente el correo. Gracias a este medio se ha creado una enorme red, tanto a nivel nacional como internacional, que pone en comunicación a personas con una profunda devoción a la Virgen María.

Sobre este largo periodo de cien años, caminando con María, “también estas personas sencillas han contribuido, con sus pequeñas pero significativas donaciones, a las Misiones y promoción de los pobres en muchas partes del mundo”, afirma el superior general.

En época más reciente, se ha extendido un apostolado de servicio, en imitación de María, “que hace la visita a su pobre prima Isabel, dándole la consolación que solo nuestro Dios de la Vida puede brindar a alguien en necesidad –indica la carta–. Junto con este apostolado, se ha dado un crecimiento en el arte de amar al pobre y la Virgen María, representante principal del ‘anawin’ del Señor, a través de la formación de los miembros de la Asociación”.

Otro gran logro, recuerda el superior general, ha sido un mayor vínculo con el resto de la Familia Vicenciana. María de la Medalla Milagrosa es la patrona principal de toda la Familia. A través de su amor e intercesión para con sus hijas e hijos, cada vez más jóvenes son atraídos a la Asociación, compartiendo el mensaje mariano y el apostolado en favor de los pobres, a través de su testimonio de vida.

“La Asociación ha dado respuesta a las nuevas pobrezas –afirma–. Ha intentado favorecer proyectos de evangelización y de servicio para, con y desde la realidad de nuestros amos y señores los pobres ».

“Sin duda ha sido María de la Medalla Milagrosa, con su intercesión, quien ha favorecido nuestro caminar”, indica y pide “que Ella continúe acompañándonos en este Año Jubilar que se extenderá desde el 8 de julio del 2008 hasta el 20 de noviembre del 2009. Clausuraremos nuestro Año Jubilar con un tercer Encuentro Internacional que tendrá lugar en París, en la rue du Bac, de los días 16 al 20 de noviembre ».

Y concluye invitando a todos los miembros de la Asociación de la Medalla Milagrosa, y otros miembros de la Familia Vicenciana, « a desarrollar actividades para promover una mayor devoción a nuestra Madre María y el amor a los pobres, haciendo todo lo que hacemos para el mayor honor y gloria a nuestro Dios ».

Por Nieves San Martín  

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ZENIT Staff

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