En un documento firmado por el presidente de dicha Comisión, Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, y por los obispos del Nayar, auxiliar de Morelia, Huajuapan, Tuxpan, Ciudad Valles y Tlapa, se afirma que la reforma educativa corre peligro de dejar a un lado, en los estudiantes del ciclo secundario, la riqueza «de la historia tan valiosa de las culturas prehispánicas, sus logros económicos, su organización social y política, su perspectiva de vida y la espiritualidad que todavía late en muchos mexicanos».
La pretendida reforma implicaría que el material de Historia que se viera a lo largo de toda la educación primaria llegara hasta el siglo XV y en la secundaria se viera del siglo XVl en adelante, dejando a un lado las referencias precolombinas.
Para los prelados mexicanos, esto es un error, pues los adolescente del ciclo secundario podrían olvidarse de que México es, básicamente, una nación pluricultural y pluriétnica, además de otras consideraciones de carácter educativo, como la gradualidad de la integración de los conocimientos que «durante la adolescencia (ciclo secundario) se proyecta hacia lo que será el futuro».
México es un país con casi diez millones de indígenas divididos en, aproximadamente, 60 etnias, muchas de las cuales siguen hablando su propia lengua y, la mayoría, profesan la religión católica.
Por eso mismo, es básico, para los obispos mexicanos agrupados en la Pastoral Indígena, «que los mexicanos reconozcamos hoy a los indígenas el lugar que les corresponde en la sociedad».
En este mismo orden de ideas, se anunció la celebración del Encuentro Nacional de Religiosas Indígenas, promovido por las Comisiones Episcopales de Pastoral Indígena, Vida Consagrada y Pastoral Litúrgica.
Dicho encuentro se habrá de celebrar en el corazón de una de las diócesis con mayor presencia indígena del país, la diócesis de Huejutla, en el Estado de Hidalgo, del 15 al 18 de noviembre de 2004.
