Cómo mejorar nuestra predicación sagrada

Columna del P. Antonio Rivero, L.C. Doctor y profesor de Teología y de Oratoria en el Seminario Mater Ecclesiae en São Paulo, Brasil

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Terminemos esta parte de la expresión oratoria con una especie de resumen, para que quede más claro e incisivo. Lo haremos en dos columnas, la de hoy, y la próxima.

A MODO DE RESUMEN

La expresión oratoria abarcaría estos aspectos:

Expresión oral:

La construcción gramatical y sintáctica de las frases debe ser correcta.

Hay que evitar anacolutos, es decir, frases sin terminar y expresiones incoherentes.

Eliminar todo tipo de estribillos o muletillas: “¿no?, “Bueno”, “pues”, “¿verdad?”.

Construir con claridad, concisión y precisión cada una de las frases o períodos.

Buscar la brevedad, evitando rodeos. “Lo breve si bueno, dos veces bueno”, decía Baltasar Gracián, escritor español del siglo XVII, siglo de oro español.

Sentimiento:

Estar convencidos de lo que se predica para poder sentirlo y transmitirlo.

Declamar con calor, identificado con los sentimientos que se expresan. Calor no significa gritar sin necesidad o teatralizar artificialmente.

Estudiar el discurso y sus sentimientos antes de pronunciarlo.

Voz:

No lamentarse de la voz que se tiene o envidiar voces ajenas, sino más bien estudiar la propia para aprovecharla al máximo y educarla.

Modularla para matizar lo mejor posible el discurso.

No forzarla sino usarla como en una conversación. Cicerón diría: “porque algunos oradores ya ladran, no hablan” (Bruto 15, 58).

Usar un tono de voz moderado: ni grave ni agudo; nunca monótono.

El tono de voz debe ser acomodado a la idea, al sentimiento e incluso al local.

No usar un tono meloso, dulzón o demasiado áspero.

Conseguir variedad de tonos; para ello, hace falta variedad de sentimiento.

Evitar tonillos regionales o personales.

Evitar, además, tonos dictatoriales, solemnes, políticos, efectistas.

A la voz y al gesto corporal, sobre todo cabeza y manos, debe ir unida la expresión del semblante (Cicerón, De Oratore III, 56, 213).

Criterio general: a cada discurso y a cada parte, el tono que le corresponda.

Continuaremos con este resumen de la expresión oratoria la próxima semana.

Ver el artículo anterior

Cualquier duda o sugerencia, comuníquese, por favor, con el padre Antonio Rivero a este email: arivero@legionaries.org

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Antonio Rivero

El padre Antonio Rivero nació en Ávila (España) en 1956. Entró a la congregación de los Legionarios de Cristo en 1968 en Santander (España). Se ordenó de sacerdote en Roma en la Navidad de 1986. Es licenciado en Humanidades Clásicas en Salamanca, en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma y en Teología por la Universidad de santo Tomás también en Roma. Es doctor en Teología Espiritual por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum (Roma) donde defendió su tesis el 16 abril del año 2013 sobre la dirección espiritual en san Juan de Ávila, obteniendo “Summa cum laude”. Realizó su ministerio sacerdotal como formador y profesor de Humanidades clásicas en el seminario en México y España. Fue vicario parroquial en la ciudad de Buenos Aires durante doce años. Durante diez años fue director espiritual y profesor de teología y oratoria en el Seminario María Mater Ecclesiae en são Paulo (Brasil), formando futuros sacerdotes diocesanos. Actualmente es profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y ayuda en el Centro Logos, en la formación de sacerdotes y seminaristas diocesanos. Ha dedicado y dedica también parte de su ministerio sacerdotal a los Medios de Comunicación Social. Ha publicado catorce libros: Jesucristo, Historia de la Iglesia, Los diez mandamientos, Breve catequesis y compendio de liturgia, El tesoro de la Eucaristía, El arte de la predicación sagrada, La Santísima Virgen, Creo en la Vida eterna, Curso de Biblia para laicos, Personajes de la Pasión, G.P.S (Guía Para Santidad, síntesis de espiritualidad católica), Comentario a la liturgia dominical ciclo A, Comentario a la liturgia dominical ciclo B, Comentario a la liturgia dominical ciclo C. Ha grabado más de 200 CDs de formación. Da conferencias en Estados Unidos sobre pastoral familiar, formación católica y juventud. Y finalmente imparte retiros y cursos de formación a religiosas, seminaristas y sacerdotes diocesanos en México, Centroamérica y donde le invitan.

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