Comunicado vaticano tras la audiencia del Papa a Tony Blair

La solución de la crisis iraquí debe «evitar al mundo nuevas divisiones»

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CIUDAD DEL VATICANO, 23 febrero 2003 (ZENIT.org).- Publicamos la declaración del director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, publicada tras la audiencia que Juan Pablo II concedió este sábado al primer ministro británico Tony Blair.

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En la mañana de hoy, sábado 22 de febrero de 2003, el Santo Padre recibió en audiencia privada a S. E. el señor Tony Blair, primer ministro de Gran Bretaña. En el curso del cordial coloquio, de media hora de duración, se habló de la compleja coyuntura internacional, en particular de Oriente Medio. El Santo Padre deseó que, en la solución de la grave situación en Irak, se haga todo esfuerzo para evitar al mundo nuevas divisiones.

Sucesivamente el Santo Padre recibió a la familia del señor Blair.

El primer ministro de Gran Bretaña también fue recibido por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, junto al arzobispo Jean-Louis Tauran, secretario para las Relaciones con los Estados.

En los coloquios de esta mañana en el Vaticano se confirmó la necesidad de que todas las partes interesadas en la conocida crisis iraquí puedan colaborar con la Organización de las Naciones Unidas y sepan utilizar los recursos ofrecidos por el derecho internacional para evitar la tragedia de una guerra que desde diferentes partes se considera todavía evitable. Especial consideración se ha tenido por la situación humanitaria del pueblo iraquí, ya duramente probado por largos años de embargo.

Durante los encuentros, se dio también un intercambio de opiniones sobre el futuro Tratado Constitucional de Europa. Por parte de la Santa Sede se expresó el deseo de un reconocimiento explícito de las iglesias y comunidades de creyentes, así como un compromiso de la Unión Europea para mantener con ellas un diálogo estructurado.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]

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ZENIT Staff

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