MOSCÚ, jueves, 29 julio 2004 (ZENIT.org).- El renacimiento de la Iglesia católica en Rusia y la asistencia a sus bautizados, en buena parte de origen extranjero, tiene en la catequesis uno de sus elementos decisivos.
Así lo explicó monseñor Tadeusz Kondrusiewicz, arzobispo de la Madre de Dios en Moscú, al intervenir en la Conferencia Catequística Europea que organizó la Congregación para el Clero el 25 de junio pasado y cuyas intervenciones escritas se encuentran ahora disponibles en su página web (www.clerus.org).
«En el tiempo de las persecuciones en la Unión Soviética existía la práctica de la catequesis individual, generalmente en familia, considerada como una «Iglesia doméstica»», comenzó recordando el arzobispo.
«La dictaban las «abuelas» devotas o los padres, usando los viejos libros de oraciones y de catecismo con preguntas y respuestas, recompilados a mano o a máquina, con carbónico. Conozco a una mujer que, arriesgando su vida, reprodujo a máquina setentamil ejemplares de estos catecismos. Quién lograba tener uno era afortunado, por no hablar de una Biblia, que era imposible de encontrar», añade.
«La restauración de las estructuras de la Iglesia católica, en 1991, ha marcado el inicio de la normalización de la actividad pastoral, incluyendo la catequesis, necesaria no sólo los niños y los jóvenes, sino también para los adultos que no habían tenido antes esta posibilidad», revela
En su intervención, el prelado ilustró algunas de las iniciativas de los últimos años para apoyar e impartir catequesis en Rusia, como la fundación del Instituto de teología católica de Moscú «Santo Tomás de Aquino», en 1991, que entre sus objetivos está la preparación de los catecistas laicos.
La Comisión católica para la Catequesis, creada en 1994, ha preparado un programa de siete años para los niños, que incluye la preparación a la Primera Comunión y a la Confesión.
Desde 1999 se han creado «Escuelas de catequesis» que ofrece en un programa de cuatro años lecciones sistemáticas de catequesis y teología, incluidos retiros espirituales.
«La función de las «Escuelas de catequesis» es la de preparar los catequistas en organizar y llevar adelante la evangelización, ser guías de grupos de oración, ayudar los sacerdotes y los religiosos extranjeros a comprender las características de la cultura rusa, sin olvidar las exigencias de los tiempos, de las condiciones del país y del espíritu del ecumenismo».
«En las grandes metrópolis de Rusia viven muchos católicos de distintas nacionalidades, entre los cuales muchos extranjeros. Para ellos se organizan celebraciones litúrgicas y catequesis en sus propios idiomas, en general a partir de materiales de catequesis preparados en sus respectivos países», explica.
En toda Rusia existen más de cuatrocientos catequistas, de los cuales una cuarta parte son laicos, reveló.
«En los trece años que han pasado, comenzando practicamente desde cero, con la ayuda de Dios y de los benefactores occidentales, en Rusia se han creado estructuras de catequesis eficaces y en pleno desarrollo, y se han distribuído veinticincomil ejemplares de textos catequísticos», concluyó el arzobispo.
