BUENOS AIRES, 14 octubre 2002 (ZENIT.org).- Hay que «pasar del «queremos ser nación» a «construir una nación», generando caminos de esperanza, desde la solidaridad al servicio del bien común» en Argentina.
Han asumido este llamamiento del Episcopado los delegados de las 56 diócesis que han participado en el Tercer Congreso de Comunicadores católicos, celebrado bajo el lema «Comunicador: ¿quién es tu prójimo?» en la Universidad Católica Argentina (UCA), en Buenos Aires, según informa AICA .
En las conclusiones del encuentro, leídas este domingo por el obispo de Mar del Plata y titular de la Comisión Episcopal de Comunicaciones Sociales, monseñor José María Arancedo, los delegados se comprometieron también a ser «parte activa en el esfuerzo por restablecer los vínculos sociales, y por construir una comunicación que contribuya a articular un proceso de cambio capaz de canalizar la vocación participativa de todos los ciudadanos».
Además, han propuesto constituir una «mesa sectorial de comunicación», similar a las ya existentes en el marco del Diálogo Argentino, con el objetivo de que los profesionales del área «hagan un esfuerzo para recuperar los valores morales y la ética en el desempeño de las responsabilidades cívicas y públicas»
Los comunicadores católicos han subrayado igualmente la importancia de que «en todas las diócesis se consoliden los equipos o las estructuras básicas de la comunicación y que se agilicen los procesos de información al interior de la Iglesia para potenciar la nueva etapa que nos urge desde una viva comunión eclesial».
Después de destacar que la libertad de expresión sea un valor «ejercido e indiscutible» en medio de la profunda crisis, lamentaron que «en demasiadas ocasiones ésta no sea utilizada para fortalecer el bien común y respetar la dignidad de las personas».
Las conclusiones del encuentro también aludieron a las palabras del presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, monseñor John Patrick Foley, quien recordó que es necesario «asumir los tres pilares que son la base de una auténtica comunicación: la búsqueda de la verdad, el respeto de la dignidad de la persona y el compromiso por el bien común».
Finalmente, reiteraron el empeño por la formación «espiritual, cultural y ética de todo profesional y agente de pastoral dedicado al mundo complejo y apasionante de la comunicación», y el deseo de que «el uso de los medios de comunicación social sea una expresión común en la vida pastoral de la Iglesia para ejercer con mayor fecundidad el mandato misionero y de servicio a la comunidad que nos reclama el Evangelio».
En la Catedral de Buenos Aires, el representante papal para los medios de comunicación presidió la misa de clausura Tercer Congreso de Comunicadores católicos.
Monseñor Foley señaló que Argentina vive «momentos de delicada inestabilidad», por lo que exhortó a dar mayor espacio a valores de «honda raíz cristiana» tales como solidaridad, integración, comprensión, tolerancia, pluralidad, dignidad, honestidad, verdad, compromiso, esperanza y paz.
«Si el mundo supiera dar espacio a los valores que estos términos esconden, en sus dimensiones individual y social –subrayó –, contaría con un espacio ajardinado en donde el hombre podría desarrollar su maduración y vocación de plenitud material y espiritual».
