Congreso en Murcia: Sin familia un país puede tener dinero pero no esperanza

Concluye el II Congreso de la Familia de la Universidad Católica de San Antonio

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

MURCIA, domingo, 5 diciembre 2004 (ZENIT.org).- Con un llamamiento a ver en la familia la esperanza de una nación, el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, clausuró este sábado el II Congreso Internacional de la Familia de la Universidad Católica de San Antonio de Murcia (UCAM).

España «camina hacia el harakiri social si no hay vida nueva, si no hay niños», reconoció el purpurado colombiano, subrayando que la civilización actual «le tiene temor a la vida. Y si no hay vida, puede haber dinero, pero no puede haber esperanza».

En el acto académico de clausura, este sábado, el cardenal Antonio María Rouco, presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Madrid, subrayó estas reflexiones recordando que de la familia «depende el futuro de la sociedad humana».

Por su parte, José Luis Mendoza, presidente de la UCAM, lanzó un llamamiento a la conciencia de los ciudadanos, pues «no hay que dejarse manipular por la sociedad actual y por las actuaciones del gobierno, como investigar con células madre, el “divorcio exprés”, el aborto, los matrimonios entre homosexuales, o la aprobación de la religión como asignatura optativa».

Monseñor Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo, en su ponencia afrontó precisamente este último argumento, subrayando que es necesario reconocer que «los sistemas educativos actuales han fracasado claramente», y este fracaso «no se debe a los aspectos organizativos y estructurales» sino “en los objetivos, metas y contenidos de la enseñanza» y en «la concepción antropológica y educativa del hombre».

Monseñor Cañizares afirmó que el problema de la enseñanza actual «hay que insertarlo en el momento presente en España, inmersa hoy en una profunda crisis de humanidad y de norte moral. Hoy nadie se atreve a educar; no hay un horizonte nacional de valores comunes ni una concordia mínima sobre lo que dignifica al hombre y al español más allá de los estrictos enunciados de la Constitución».

El arzobispo de Burgos, monseñor Francisco Gil Hellín, antiguo secretario del Consejo Pontificio para la Familia, explicó que «tener hijos es lo más progresista y altruista para la vida social. Sin embargo, no resulta hoy fácil, ni para los esposos ni para la sociedad, reconocer que el amor conyugal fecundo es una aportación social de primera magnitud».

Es posible leer las crónicas del congreso en la página web de la agencia Veritas (http://www.agenciaveritas.com).

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación