CIUDAD DEL VATICANO, 8 abril 2003 (ZENIT.org).- Al fundamentalismo político, causa de guerras hace cuarenta años, le ha sucedido una especie de fundamentalismo religioso, constata un exponente de la Santa Sede.
Es la gran diferencia del escenario internacional que se daba cuando Juan XXIII escribió su famosa encíclica sobre la paz –«Pacem in Terris»– en plena guerra fría, y el que afronta Juan Pablo II en estos momentos, constata el obispo Giampaolo Crepaldi, secretario del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz.
«Si hace cuarenta años, por ejemplo, se daba la situación de dos bloques, que se contraponían, en una confrontación muy dura, hoy se da quizá la falta de diálogo», constata el prelado al presentar a los micrófonos de «Radio Vaticano» el congreso internacional «A cuarenta años de la «Pacem in Terris»: los nuevos signos de los tiempos».
La iniciativa se celebra en colaboración entre el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz con la Universidad Pontificia Lateranense de Roma (http://www.pul.it) del 10 al 11 de abril en Roma.
Ante el nuevo panorama internacional, aclara el prelado, explicando algunos de los temas del congreso, «es necesario retomar una perspectiva de unidad de la familia humana, recomponer las relaciones internacionales en términos de confianza, dar una perspectiva nueva a las instituciones internacionales».
