Continúa la campaña contra los cristianos de Mosul

Las autoridades regionales prometen protección

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BAGHDAD, lunes 13 de octubre de 2008 (ZENIT.org) Cerca de mil familias cristianas han abandonado la ciudad iraquí de Mosul en las últimas horas para escapar a las represalias anunciadas contra ellas por los extremistas islámicos, según informó ayer Radio Vaticano.

Miles de personas intentan escapar así a la violenta ola de crímenes contra la minoría cristiana de Mosul, que se ha cobrado 11 víctimas desde el 28 de septiembre pasado. Se trata, según declaraciones recogidas por esta emisora, del gobernador de la región de Nínive, Duraid Kashmula, de la “campaña más violenta contra los cristianos desde el año 2003”.

Kashmula hace responsables de los crímenes a los simpatizantes de Al-Qaida, y ha prometido el envío inmediato de dos brigadas de la policía nacional para defender a los cristianos.

Según ha revelado la agencia Asianews, en menos de una semana han sido asesinadas al menos 9 personas, mientras que vehículos con altavoces patrullan las calles de la ciudad con mensajes amenazantes contra los cristianos, ordenándoles que abandonen la ciudad si no quieren “sufrir nuevos ataques”.

Esta campaña para expulsar a los cristianos de Mosul respondería a intereses de tipo político y económico, según los testimonios recogidos por esta agencia, ya que la minoría cristiana podría decidir el destino de la región, dividida entre las comunidades curda y árabe.

En declaraciones telefónicas el pasado 10 de octubre a la asociación Baghdadhope, el patriarca caldeo de Bagdad, monseñor Shleimun Warduni, declaraba que la población cristiana está “angustiada por la masacre que se está realizando contra ella” y pide a todos los ciudadanos, cristianos o no, que recen para que termine esta situación.

El prelado ha pedido personalmente al primer ministro y a las autoridades de la zona que hagan “todo lo posible por detener los asesinatos”. “La vida es un don de Dios para todos los creyentes, por lo que derramar sangre inocente es contrario a la voluntad de Dios”, añade.

[Por Inma Álvarez]

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ZENIT Staff

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