Crece la fe de los católicos en Indonesia

El padre Buono relata su visita al archipiélago asiático

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Por Antonio Gaspari

ROMA, miércoles 21 de septiembre de 2011 (ZENIT.org).- El padre Giuseppe Buono es un misionero del PIME (Instituto Pontificio para las Misiones en el Extranjero), que ha desempeñado el cargo de secretario nacional de la Obra Pontifica de la Infancia Misionera, secretario nacional de la Unión Pontificia Misionera del clero, religiosos y religiosas, fundador del Movimiento Juvenil de las Obras Pontificias Misioneras, fundador de la Comunidad Misionera Juan Pablo II, ha sido, también, superior general del PIME, docente de misiología en las Facultades Pontificias Teológicas en Italia y en el extranjero, y actualmente es visitador de las misiones de todos los continentes.

En esta entrevista concedida a ZENIT relata uno de sus viajes a Indonesia.

Indonesia es un archipiélago gigantesco con más de 13.000 islas, con grandes diferencias humanas y naturales. Es la frontera entre Asia y Oceanía – Australia y la cuarta nación más poblada del mundo, con más de 230 millones de habitantes. Cuenta con 128 volcanes activos, sólo en Java hay 12.

La mayor parte de la población vive en las cinco islas más grandes. La capital es Yakarta, con más de 12 millones de habitantes. La mayoría de la población es de religión islámico-sunnita; en la isla de Bali la religión mayoritaria es la hindú. Los católicos son sólo el 3% de la población, siendo más numerosos los cristianos protestantes.

– ¿Cuáles son las razones de esta visita?

Padre Buono: Estuve en Indonesia del 10 al 23 de agosto para una serie de encuentros programados por la Comunidad Misionera Juan Pablo II, fundada por mí en 1995 y dirigida por Yohana Halimah, que trabaja en la Dirección Nacional de las Obras Pontificias Misioneras. El director nacional de estas, el padre Romanus Harjito, nos acogió y escribió el prefacio de la traducción indonesia del libro sobre el magisterio mariano-misionero de Juan Pablo II. Otro organizador muy válido ha sido el padre Giustino, un joven sacerdote de Yakarta, que se licenció en teología en Roma y que es fundador de un movimiento por-Vida, muy activo e implicado. Conmigo estaban cinco amigos, a los que invité para compartir esta experiencia de gracia misionera.

– Indonesia es grande, ¿cuáles han sido las etapas de la visita y de las celebraciones?

Padre Buono: Las etapas de la experiencia misionera han sido: Yakarta, la capital ultramoderna, Yogyakarta (Java), la isla que a menudo sufre erupciones volcánicas, terremotos y tsunamis, y Bali, la perla del archipiélago indonesio. En Yakarta hubo encuentros y celebraciones en la bellísima iglesia de St. Yakobus, después en el Santuario de la Virgen de Fátima en San José Matraman, en la comunidad de los Misioneros Javieranos, en la parroquia de San Buenaventura en Pulomas y en la sede de la Conferencia Episcopal nacional.

En Java los encuentros se dieron en el Santuario mariano de Jatiningsih, donde participamos también en las celebraciones de la fiesta nacional de la Independencia de Indonesia, después en la Casa de Espiritualidad Wisma Pojok y en la iglesia de la Sagrada Familia. En Bali las celebraciones y las reuniones las hemos celebrado en la catedral, en la sede de los Misioneros Verbitas, muy presentes y activos en la isla, en la parroquia de San José. Ya había estado en Indonesia hace dos años, en agosto de 2009, y quedé impresionado por la fe pura de los católicos indonesios, pero lo que el Señor nos ha regalado ver esta vez ha sido un espectáculo, como poco conmovedor, de una fe heroica porque se vive entre una mayoría musulmán sunnita, entre los miles de minaretes de Yakarta que cantan versos del Corán desde las cuatro de la mañana hasta la puesta de sol… Una fe que se expresa en la alegría de rezar, de ser útiles a los demás, acogedores, disponibles, unidos.

– ¿Es verdad que hay una gran devoción por María?

Padre Buono: La particularidad de la experiencia vivida esta vez, ha sido marcada por una impresionante fe por María, venerada con estatuas bellísimas, sobre todo con la reproducción de la gruta de Lourdes que se encuentra en la entrada de casi todas las iglesias que hemos visitado. Ver a los católicos indonesios rezar ante las estatuas de la Virgen, casi absortos, con los ojos cerrados y las manos unidas, invita verdaderamente a revisar ciertas formas de devoción en nuestras iglesias y en nuestras casas de cristianos de siempre…

– También el beato Juan Pablo II parece disfrutar de gran popularidad…

Padre Buono: Esto me ha llamado la atención muchísimo. En los encuentros sobre él, se advertía casi la presencia física del gran Papa polaco que visitó Indonesia en 1989, en su incansable camino para llevar el Evangelio a todos los hombres. Cuando se hablaba de Juan Pablo II, veía que los ojos de estos católicos se iluminaban, los corazones vibraban de amor, las manos aplaudían constantemente. He podido palpar y sentir con el corazón cuánto se le quiere a Juan Pablo II, incluso si estas islas lejanas, con casi la totalidad de la población musulmana, vibran con un sentimiento de devoción por él. Mi libro sobre él: “Con María por los caminos del mundo”, traducido en indonesio y del que se imprimieron 2.000 copias, se agotó en pocos días.

La última visita antes de dejar Indonesia fue al director de las Obras Pontificias Misioneras, el padre Romanus Harjito y, naturalmente, al Nuncio Apostólico, monseñor Antonio Guido Filipazzi, que lleva en Indonesia sólo tres meses.

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ZENIT Staff

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