El Presidente del Consejo Supremo 'Sangha' de monjes budista ha recibido al Papa © L'Osservatore Romano

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Cristianos y budistas: Promover la dignidad e igualdad de mujeres y niñas

Mensaje del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso

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(ZENIT – 13 mayo 2019).- Con motivo de la festividad de Vesakh, el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso envió el pasado sábado, 11 de mayo de 2019, un mensaje a los budistas cuyo tema es la promoción de la dignidad y la igualdad de derechos de las mujeres y las niñas.

Este temática está inspirada en el Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Vida Común firmado en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019 por el Papa Francisco y por el Jeque Ahmad Al-Tayyeb, Gran Imán de Al- Azhar. Se trata de un escrito en el que se anima a las personas de todo el mundo a promover la dignidad de las mujeres y de los niños.

Vesakh

Vesakh es la festividad más importante para los budistas y conmemora los principales eventos de la vida de Buda. En los diferentes países de cultura budista Vesakh / Hanamatsuri se celebra en distintas fechas, de acuerdo con varias tradiciones.

Este año 2019 la celebración tendrá lugar, en la mayoría de los países de tradición budista, el próximo 19 de mayo.

Mensaje

El Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso expone en su mensaje que la violencia contra las mujeres y las niñas es un problema global. Un tercio de la población femenina del mundo sufre situaciones de violencia y constituye un colectivo especialmente vulnerable a la esclavitud moderna y a la trata de personas.

El mensaje invita a actuar para proteger a las mujeres y defender sus derechos fundamentales y su libertad, garantizando el derecho a la educación, al trabajo y al ejercicio de sus libertades en materia política. Asimismo se les debe proteger de la explotación sexual y de todas las prácticas y costumbres (por ejemplo, la dote nupcial) que vulneran su dignidad como personas, cambiando las leyes que les privan de sus consabidos derechos.

El texto incluye un llamado especial para aquellos que ostentan cargos de responsabilidad o de autoridad en las instituciones y alerta sobre los peligros inherentes a la ideología de género, «que niega las diferencias y la reciprocidad entre hombres y mujeres».

Siguiendo las enseñanzas de Jesús y de Buda, que promueven la dignidad de la mujer, tanto cristianos como budistas, deben afanarse para que en las familias, comunidades e instituciones se logre el reconocimiento del papel crucial de las mujeres en la sociedad y para luchar contra de todo tipo de discriminación e injusticia vigente para las personas.

A continuación, ofrecemos el mensaje íntegro enviado a los budistas por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

***

Budistas y cristianos: Promovamos la dignidad y la igualdad de derechos de mujeres y niñas

En nombre del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, deseo expresar mis mejores deseos, con saludos y oraciones, por la celebración de Vesakh. ¡Que traiga alegría y paz a todos vosotros, a vuestras familias y comunidades!

Este año nuestro mensaje está inspirado en el Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Vida Común firmado conjuntamente en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019 por el Papa Francisco y por el Jeque Ahmad Al-Tayyeb, Gran Imán de Al- Azhar. Este texto contiene una fuerte invitación a las personas de todo el mundo para promover la dignidad de las mujeres y de los niños.

Las enseñanzas de Jesús y de Buda promueven la dignidad de la mujer. Tanto el budismo como el cristianismo enseñan que las mujeres y los hombres poseen igual dignidad y han desempeñado un papel importante en la promoción de la mujer. Las mujeres budistas y cristianas han aportado importantes contribuciones a nuestras tradiciones religiosas y a la sociedad en general. Por otro lado, no se puede negar que con demasiada frecuencia las mujeres son objeto de discriminación y maltrato. A veces, se usan los relatos religiosos para presentar a la mujer como inferior al hombre.

En nuestros días, la violencia contra las mujeres y las niñas es un problema global, que afecta a un tercio de la población femenina del mundo, y se ve favorecido por situaciones de conflicto, posconflicto y desplazamiento forzado. Las mujeres y las niñas son particularmente vulnerables a la trata de personas y la esclavitud moderna, formas de brutalidad que marcan negativa y a menudo irreversiblemente su salud. Para contrarrestar estas injusticias, es vital reconocer a las niñas y a las mujeres el acceso a la educación, la igualdad de salario, los derechos a la herencia y a la propiedad, colmar el vacío de representatividad en la política, en  el gobierno y en las decisiones, abordar el tema de la dote nupcial y así sucesivamente. La promoción de la igualdad de la dignidad y de los derechos de las mujeres también debe reflejarse en el diálogo interreligioso, en el que deben participar más mujeres, mientras en nuestros días los hombres son mayoría.

Queridos amigos, es urgente actuar para proteger a las mujeres y defender sus derechos fundamentales y su libertad. Como dice el Documento sobre la Fraternidad: » Es una necesidad indispensable reconocer el derecho de las mujeres a la educación, al trabajo y al ejercicio de sus derechos políticos. Además, se debe trabajar para liberarla de presiones históricas y sociales contrarias a los principios de la propia fe y dignidad. También es necesario protegerla de la explotación sexual y tratarla como una mercancía o un medio de placer o ganancia económica. Por esta razón, deben detenerse todas las prácticas inhumanas y las costumbres vulgares que humillan la dignidad de las mujeres y trabajar para cambiar las leyes que impiden a las mujeres disfrutar plenamente de sus derechos».

Una responsabilidad especial recae en aquellos que tienen autoridad y ocupan cargos de responsabilidad a la hora de alentar a sus seguidores a sostener  la dignidad de las mujeres y de las niñas y defender sus derechos fundamentales. Del mismo modo, debemos advertir a nuestros hermanos y hermanas de los peligros inherentes a la ideología de género, que niega las diferencias y la reciprocidad entre hombres y mujeres. Al promover la dignidad y la igualdad de las mujeres y las niñas, también queremos promover y proteger la institución del matrimonio, la maternidad y la vida familiar.

Queridos amigos budistas, hagamos todos los esfuerzos posibles para desarrollar en nuestras familias, comunidades e instituciones una estima renovada por el papel central de las mujeres en nuestro mundo y trabajemos por el rechazo definitivo de cualquier forma de discriminación injusta contra la persona humana. ¡Con este espíritu, os deseo nuevamente una fiesta de Vesakh llena de paz y alegría!

+ Miguel Ángel Ayuso Guixot, M.C.C.J.
secretario

© Librería Editorial Vaticano

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Larissa I. López

Larissa I. López es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, Máster en Artes de la Comunicación Corporativa y Doctora en Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Su trayectoria profesional ha transcurrido entre el ámbito de la comunicación y el de la docencia. Como redactora, ha colaborado con medios como Aceprensa, Pantalla 90 o CinemaNet. Como profesora, por su parte, ha impartido clases en la universidad y en centros de FP y bachillerato. En estos últimos realizaba también tareas relacionadas con la comunicación (redes sociales y edición de contenidos). Cordobesa de nacimiento también ha vivido en Sevilla, Madrid y Roma.

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