Cristianos y musulmanes juntos por la paz en Irak

“Nos importa la unidad de nuestro pueblo”, afirma monseñor Warduni

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ROMA, jueves 25 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- El pasado lunes 22, el cardenal Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia de los Caldeos, con sede en Bagdad, mantuvo un encuentro con el líder del Consejo Supremo Islámico Iraquí (SIIC), Abdul Aziz Al Hakim. El SIIC es el partido chií con más representantes en el Parlamento.

El cardenal Delly reconoció «los esfuerzos del gobierno de Bagdad para promover la seguridad y la estabilidad,, así como la unidad entre todos los iraquíes». Por su parte, el líder del SIIC recordó «los históricos lazos que el país tiene con la comunidad cristiana».

Por otro lado, monseñor Shleimun Warduni, patriarca vicario de la Iglesia caldea, afirmó en declaraciones al órgano de información de los católicos iraquíes Baghdadhope, que en su parroquia de la Virgen María de Palestina, se celebró en estos días una cena en la que estuvieron presentes unas 50 personas entre musulmanes y cristianos.

«Éramos cristianos, musulmanes, árabes, kurdos», relató. «Estaba el Sayyd Jassim al-Jazairi de la mezquita cercana, un representante de la oficina del Gobierno para los asuntos de los no musulmanes, y muchos representantes de las familias que viven en la zona».

Estos encuentros, añadió monseñor Warduni, «son menos raros de lo que se piensa. Nuestras relaciones con el resto de miembros del país que quieren el diálogo son buenos», añadió.

«Ciertamente, nos importa la unidad de nuestro pueblo. Los iraquíes comparten el amor por el único Dios y Dios es amor en los corazones, amor que debe llevarnos al acuerdo».

A pesar de las dificultades que atraviesan los cristianos en Irak, afirma el prelado, «el entendimiento entre todos es de importancia primordial para que nuestro amado país pueda reencontrar la paz y su justo lugar en el mundo», añadió.

«Lo hacemos como hijos de este país, cristianos que lo han habitado desde tiempos remotísimos, y que aún ahora, a pesar de la emigración, viven en él y quieren continuar haciéndolo», concluyó.

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ZENIT Staff

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