Cristo es el único salvador del hombre, recuerda el Papa

En la audiencia general de este miércoles

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 23 noviembre 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI recordó este miércoles en la audiencia general que Cristo es el único salvador del hombre, subrayando una de las ideas principales de este pontificado.

Esta constatación llevó al pontífice a concluir su intervención con una espontánea exclamación «sí, Señor, atráenos hacia ti, atrae al mundo hacia ti y danos la paz, tu paz».

La gran cantidad de peregrinos que siguen llegando todas las semanas al encuentro del Papa, en esta ocasión eran más de 25.000, obligó a tener la audiencia en la plaza de San Pedro del Vaticano (no hubieran cabido en el Aula Pablo II ni en la Basílica de San Pedro), con un viento helado que penetraba en los huesos.

El obispo de Roma comentó el cántico del primer capítulo de la carta de san Pablo a los Efesios (3-10), «El Dios Salvador», que comienza con el famoso himno: «Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales».

En este pasaje, aclaró el Papa, «es central la figura de Cristo, en la que se revela y se cumple la obra de Dios Padre».

Se trata de una de las ideas centrales de estos siete meses de pontificado de Benedicto XVI que presenta ante lo que él llama la «dictadura del relativismo», según el cual, no hay una verdad definitiva.

Una de las declaraciones más importantes (y debatidas) que firmó el cardenal Joseph Ratzinger, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue la «Dominus Iesus» (6 de agosto de 2000), sobre el carácter único y universal de la salvación en Cristo.

Cristo, dijo el Santo Padre citando el cántico, es el eje que «recapitula en sí todas las cosas del cielo y de la tierra».

Para subrayar su mensaje, citó a san Irineo, gran doctor de la Iglesia del siglo II, quien reconocía que «hay un solo Dios Padre y un solo Jesucristo», «el Verbo de Dios se hizo hombre» para su salvación.

El Papa, que habló en ocho idiomas, continuó con esta meditación la serie de comentarios a los cánticos y salmos de la Biblia que había comenzado Juan Pablo II y que pueden consultarse en la sección «Audiencia del miércoles» de la página web de Zenit (www.zenit.org).

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ZENIT Staff

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