Cristo sigue suscitando preguntas (y respuestas); un nuevo libro las recoge

«Wanted ¿vivo? o muerto», volumen de la Universidad Francisco de Vitoria

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MADRID, jueves, 22 enero 2004 (ZENIT.org).- Este jueves presentaron a la prensa en Madrid la Universidad Francisco de Vitoria y la editorial «LibrosLibres», el libro sobre la figura de Cristo «Wanted ¿vivo? o muerto».

El volumen es un acercamiento histórico y teológico a la realidad presente de Jesús en el mundo, dirigido a creyentes y no creyentes, realizado por un equipo de formadores de esa Universidad.

En esta entrevista, Sonia González, de la Universidad Francisco de Vitoria, y coordinadora del proyecto, explica algunas de las conclusiones a las que llega el libro.

–«Wanted, ¿vivo? o muerto» y una foto de Cristo con corona de espinas es un título insólito para un libro en España. ¿Es cuestión de marketing?

–Sonia González: No, responde al fondo y a la forma del libro. Al fondo porque es un libro para poner encima de la mesa una búsqueda profunda que todos llevamos en el corazón y porque Cristo, o está vivo y puede darnos las respuestas últimas que buscamos o, si no, está simplemente muerto. Y a la forma porque hoy todo el mundo comprende que ese título hace referencia a la cultura cinematográfica de los western, y damos a entender que el lenguaje y los planteamientos son para el hombre actual.

–Se dice que el libro es fruto de una experiencia que se quiere compartir ¿Cuál?

–Sonia González: Lo decimos porque no es un tratado de teología o de antropología, para expertos, sino los apuntes enriquecidos de unos seminarios con alumnos, con profesores, con grupos de matrimonios, tenidos en los últimos tres años. El resultado es alentador, nos ha sorprendido el interés que se suscita y el clima humano que se vive. Plantear ciertas preguntas y explorarlas juntos, en base a un sentido común profundo que todos tenemos, produce una experiencia altamente enriquecedora. Este libro tiene detrás mucho «rodaje».

–Con ello entramos de lleno en los contenidos, ¿qué cuestiones se plantean, son ejercicios intelectuales en lugar de espirituales?

–Sonia González: Las cuestiones de siempre, de todo hombre y mujer, que salen del corazón en diversos momentos de la vida. Las cuestiones de las que depende saber para qué se vive o simplemente vivir. Las cuestiones más censuradas u olvidadas por el pensamiento hoy dominante. O sea: ¿Para qué vivo? ¿Cuál es el sentido del amor, del sufrimiento, del trabajo de todos los días? ¿Por qué la muerte?……Cuestiones que empeñan toda la cabeza y todo el corazón, no son intelectualismos, salen de dentro si las dejamos. No son ejercicios intelectuales, son ejercicios de nuestra humanidad, en lo que más le importa.

–Un hombre coronado de espinas que afirma «¿Creéis en Dios? Creed también en mí». ¿Cómo entra en esas cuestiones Cristo?

–Sonia González: O entra o no interesa para nada, sólo sería cuestión académica de religiones comparadas. Estaría muerto desde hace 2000 años. Si Dios existe debe poder responder a las grandes preguntas que salen del corazón. Si no, no es Dios, por impotente. Si puede responder y darnos un sentido último al amor o al sufrimiento y no lo hace, no es Dios, por indiferente o por malvado, me da igual. Y si puede y lo ha hecho, tiene que estar por alguna parte en la historia esa respuesta, aunque no sea evidente para todos, como de hecho no lo es. Y Jesús de Nazaret pretende ser esa respuesta. Pretensión inaudita.

Repito: el libro no es un tratado académico sino esto.

–Parece demasiado sencillo, y sin embargo, ese planteamiento no abunda por ahí.

–Sonia González: Ciertamente no es fácil encontrar ese planteamiento, por lo demás, de un sentido común innegable. Creo que no abunda porque pone en juego toda la vida, y el pensamiento dominante prefiere que pensemos poco para organizarnos la vida como mejor le convenga. Quien no toma su vida en serio, no puede entender a Cristo, y no puede decidir bien si vale la pena creer en él o no. Y tomarla en serio no es volverse raro o rígido sino sólo buscar eso hasta el final.

Si nos lo planteáramos más y la sociedad lo pusiera encima de la mesa, todos seríamos más libres. Eso es lo que encontramos en los grupos al hacer esta experiencia.

–¿Qué es lo que más sorprende en la experiencia de esos seminarios?

–Sonia González: Lo primero que llama la atención a muchas personas es que puede conocerse de verdad a Cristo a través de los evangelios y del trato con un cristiano serio. Hay una sospecha instalada de que el Jesús histórico está fuera de nuestro alcance, que es un mito o una reliquia. Comprender que dicha sospecha no tiene fundamento sólido y que los evangelios pueden leerse sin desconfianza es una sorpresa para muchos.

Lo segundo es que hay más razones para creer en Cristo que para rechazarlo. Razones de la cabeza y del corazón. Y esto hace que pueda hablarse de esas cuestiones sin discutir y sin imponer nada. Sorprende el clima humano que se genera. Lo tercero es que la Iglesia tiene la misma pretensión que Cristo, si realmente puede dárnoslo, interesa. Si su pretensión es absurda, la Iglesia no interesa para nada.

Esperamos que el libro contribuya también en esta dirección.

–¿De dónde sale este libro, esas experiencias? ¿Es «creatividad» de los autores?

–Sonia González: De ninguna manera. A base de usar un lenguaje que parece ser entendido pero que resbala y deja indiferente, a base de quedarnos solos en las propuestas clásicas de grupos de oración, de ejercicios espirituales, de catequesis universitaria, comprendimos que, como ha dicho el Papa, «hace falta una nueva apologética, que responda a las exigencias actuales y tenga presente que nuestra tarea no consiste en imponer nuestras razones, sino en conquistar almas, y que no debemos entrar en discusiones ideológicas». (Juan Pablo II, a los obispos canadienses. 30 de octubre de 1999).

Aunque la expresión «nueva apologética» pueda resultar sospechosa, nos está dando resultado ponerla en práctica. No es lo que parece, es una experiencia apasionante.

Más información en i.santos@ufvitoria.com

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ZENIT Staff

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