Cuatro días antes, un sacerdote alertó de los ataques con avión contra EE. UU.

El padre Benjamin trabaja caritativamente en países islámicos

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ROMA, 16 septiembre 2001 (ZENIT.org).- Cuatro días antes de que tuvieran lugar los trágicos atentados contra Nueva York y Washington, un sacerdote que ofrece asistencia caritativa en países islámicos alertó ante el peligro a un juez italiano, a un ex parlamentario europeo y a políticos italianos.

El 7 de septiembre, mientras celebraba la boda de unos amigos en la localidad de Todi (Italia), el padre Jean-Marie Benjamin, de 55 años, nacido en Francia, explicó informalmente al juez y a los políticos que se le había comunicado que un comando terrorista estaba preparando un atentado con aviones de pasajeros secuestrados en centros habitados de Estados Unidos y en Inglaterra.

El padre Benjamin es uno de los mayores expertos en Occidente sobre el mundo musulmán. Entre 1983 y 1988 fue funcionario de las Naciones Unidas. Después, decidió consagrarse a Dios y fue ordenado en 1991. Desde 1997 se dedica a asistir caritativamente a las poblaciones de Iraq, que en algunos casos pasan hambre a causa del embargo y del régimen de Sadam Hussein.

El 11 de septiembre, quince minutos después del primer ataque contra las Torres Gemelas, el ex parlamentario europeo –cuyo nombre no ha querido ser revelado por el sacerdote en el respeto de su intimidad– le llamó conmocionado al constatar que las previsiones se habían verificado.

Poco después, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia contactó al padre Benjamin para pedirle que le comunicara las informaciones que había recibido. El jueves 13 de septiembre, el sacerdote mantuvo un encuentro de una hora y diez minutos con el ministro de Asuntos Exteriores, Renato Ruggiero.

El sacerdote explicó que no tenía noticias sobre los lugares exactos en los podrían tener lugar los atentados. Las personas que había encontrado (no puede revelar a la prensa su identidad ni país) se habían limitado a mencionar el nombre de Estados Unidos e Inglaterra y el sistema de los aviones kamikaze.

Según ha podido saber, fracasó a última hora el atentado que había sido organizado en Gran Bretaña.

El sacerdote explica que el Ministerio de Asuntos Exteriores y la prudencia le impiden revelar sus fuentes. Sin embargo, en declaraciones a Zenit revela que en los últimos meses ha cambiado la organización en los grupos terroristas islámicos.

«En el pasado, estas organizaciones tenían una actividad autónoma, sin conexiones con otros organismos, pero ahora han desarrollado un aparato muy diferente», explica.

«Tan sólo Bin Laden –añade– está conectado con 70 organizaciones suyas presentes en unos treinta países. Estos grupos, a su vez, están en contacto con unas 900 organizaciones islámicas, ubicadas en todos los continentes y cuentan con miles de militantes algunos de ellos occidentales, que no tienen apellido árabe y que ni siquiera creen en el Islam».

El sacerdote explica también que Bin Laden no es el único punto de referencia de estas organizaciones. En caso de que fuera asesinado o arrestado, la organización –con miles de voluntarios y con activistas en 30 países– seguiría funcionando.

Esta situación, concluye, hace sumamente difícil organizar la reacción a los atentados. «Me dijeron –revela–: «no necesitamos bombas atómicas ni mísiles guiados por láser. Tenemos voluntarios suficientes y organización para reaccionar y acabar con Occidente en tres días». Estas fueron sus palabras».

Ciertamente, concluye, se trata de exageraciones, dictadas por el deseo de hacer propaganda.

«Si bien soy amigo de muchos musulmanes –dice–, me pregunté por qué me las refirieron precisamente a mí. Me he sentido con el deber de informar al gobierno italiano». El sacerdote, de hecho, vive habitualmente en Asís.

El padre Benjamin fue el primero en «violar» el embargo impuesto a Irak, en abril del año 2000, para llevar medicinas a Bagdad a personas en peligro de vida.

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ZENIT Staff

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