Cuatro millones de firmas contra la pena de muerte

Recogidas por la Comunidad de San Egidio

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ROMA, 19 julio 2002 (ZENIT.org).- Más de
cuatro millones de personas se han adherido ya a la campaña a favor de la
moratoria de la pena de muerte en el mundo lanzada por la Comunidad de San Egidio.

La campaña ha sido relanzada en un nuevo contexto favorable: «Las dos decisiones de la Corte Suprema norteamericana que han anulado cientos de sentencias capitales y, especialmente, han declarado inconstitucional las ejecuciones de los discapacitados mentales demuestran lo importante que es respaldar una evolución del sentimiento común, de la opinión pública», explica Mario Marazziti, portavoz de San Egidio.

En Italia, un anuncio en televisión de Saatchi & Saatchi, rodado por encargo de la Comunidad San Egidio, exhorta: «Contra la pena de muerte, siempre vale la pena luchar. Firma para abolirla en 2000 oficinas de correos», donde se pueden encontrar las tarjetas postales de adhesión .

En la página www.sanegidio.org hay un formulario a disposición de todo el que desee sumarse a esta iniciativa.

El objetivo es reunir cinco millones de firmas dirigidas al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, para ser entregadas en la próxima Asamblea general.

Según datos de Amnistía Internacional, durante el año 2001 fueron ejecutadas en el mundo 3048 personas en 31 países (el doble del año anterior); sin embargo, ese mismo año, 111 países suprimieron la pena capital.

«La próxima batalla se orienta a prohibir la condena a muerte de quienes cometieron delitos cuando eran menores de edad», declara Stefania Tallei –de San Egidio– a los micrófonos de Radio Vaticano.

La idea de recoger firmas para pedir la moratoria mundial de la pena de muerte ha recibido el apoyo de organizaciones como Amnistía Internacional y la organización estadounidense M2000, fundada por la hermana Helen Préjean, –la religiosa que escribió el libro llevado a la gran pantalla en Hollywood «Dead Man Walking»–.

Se han adherido a la iniciativa personalidades de los cinco continentes, como el Dalai Lama, el presidente de Indonesia, Abdurrahman Wahid, los cardenales Roger Etchegaray –presidente emérito del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz– y James Francis Stafford –presidente del Consejo Pontificio para los Laicos–, el presidente de la Comunión anglicana, George Leonard Carey, y la presidenta del World Methodist Council, Frances Alguire.

Con el acuerdo de las principales organizaciones mundiales, el 30 de noviembre es la fecha que la Comunidad de San Egidio propone para celebrar la Primera Jornada Mundial contra la pena de muerte.

Además, ha lanzado la iniciativa «Ciudades por la Vida»: igual que hace Roma con el Coliseo, otras ciudades, como Venecia, Barcelona y Grenoble «ofrecerán» un monumento que se iluminará de manera especial para señalar los progresos de la vida y el retroceso de la pena capital en el mundo.

Asimismo, cada ciudad, junto a la Comunidad de San Egidio, promoverá el nacimiento de un fondo para la defensa legal de los condenados a muerte.

San Egidio, movimiento católico surgido en Roma en 1968 por inspiración del historiador laico italiano, Andrea Riccardi, está presente en unos cuarenta países a través de actividades de evangelización y de asistencia a favor de los más pobres, de promoción del diálogo ecuménico e interreligioso, y con proyectos de paz y de resolución de conflictos (fueron mediadores decisivos en el final de la guerra civil de Mozambique y Guatemala).

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ZENIT Staff

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