Cuba: el nuevo presidente de los obispos reitera la voluntad de servicio de la Iglesia

Afirma que los “cambios necesarios” deben hacerse en función de la persona

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LA HABANA, jueves 2 de abril de 2009 (ZENIT.org).- La voluntad manifestada por la Iglesia de “servir y estar aquí junto al pueblo” no variará tampoco en el futuro, afirmó el nuevo presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COOC), monseñor Dionisio García Ibáñez. El nuevo responsable eclesial abogó por que los cambios continúen en el país y se hagan al servicio de la persona.

Lo ha dicho el prelado cubano en una entrevista concedida a la revista Palabra Nueva, de la Arquidiócesis de La Habana, al concluir la CXXX Asamblea ordinaria del Episcopado cubano, en La Habana del 23 al 26 de marzo pasados, en la que fue elegido.

Monseñor García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, habla también sobre los trabajos de la Comisión encargada de la celebración por los 400 años del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre y la visión de la Iglesia sobre la actualidad en Cuba.

El prelado afirma que “la Iglesia en Cuba siempre ha estado cercana al pueblo, precisamente porque formamos parte del pueblo. No somos agentes extraños a nuestro pueblo porque somos el pueblo también, el pueblo católico. Porque Cuba es plural en la fe y en la ideología, y también es plural en las expectativas y en las ideas sobre cómo construir el país y la nación”.

Y ha reiterado, por parte de la Iglesia, su “decisión de servir y estar aquí junto al pueblo”, que se ha manifestado especialmente en los últimos dos años. Una actitud, añade, que “se va a mantener en los años que vienen. Años además, para los que se habla hoy de cambios necesarios, años en que se deben abrir nuevas perspectivas, y cada vez que se realizan cambios se genera incertidumbre y la Iglesia quiere acompañar este proceso”.

Sobre esos “cambios necesarios”, monseñor García Ibáñez declara que los católicos “tienen las mismas expectativas que tiene todo el pueblo”. En cuanto a cómo van a ser los cambios indica que hay “una variedad enorme de criterios, aún sobre cuáles son los cambios necesarios y cuáles no son necesarios”.

Para el presidente de los obispos cubanos, “el primer cambio es que estamos hablando de la palabra cambio, porque hace tres años no hablábamos de eso”. Y añade que “lo importante es que los cambios estén al servicio de la persona en nuestra sociedad. Esa es la razón de las expectativas y el deseo de que se realicen los cambios necesarios para solucionar muchas de las dificultades que vivimos, y al mismo tiempo saber mantener lo que debe mantenerse para el bienestar de nuestro pueblo”.

Sobre las señales de mejoría en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el arzobispo de Santiago de Cuba comenta que “la Iglesia trata de sembrar comunión donde hay desunión. La misión de la Iglesia y de los obispos es plantear la necesidad del encuentro. La Iglesia se alegra de que aquello que estaba separado se vuelva a unir. Corresponde a los políticos decidir la manera en que se hace, de modo que sea la persona, en este caso los ciudadanos de ambos lados, los más beneficiados. Y todos ganamos cuando hay paz, cuando hay estabilidad, cuando hay justicia, solidaridad y respeto a la dignidad de las personas”.

En cuanto a la mayor frecuencia de encuentros, últimamente, entre las autoridades del país y representantes de la Iglesia, el presidente de los obispos reconoce que “en los últimos tres años sí ha habido una necesidad de favorecer y ampliar la comunicación entre la Iglesia y las autoridades del país”.

En su opinión, existe ahora “una comprensión más positiva del hecho religioso” influenciado por “un mayor acercamiento a América Latina” donde las autoridades cubanas han visto “que la fe está muy presente en la vida de la sociedad”. “Creo que eso es algo que se había desconocido por parte de las autoridades y ahora se valora mejor”, añade.

También han favorecido estos encuentros, concluye, “aquellos pasos anteriores como una mayor tolerancia hacia la práctica religiosa, o la participación de los cristianos en las diferentes estructuras sociales, etc. Como también ha incidido en esto el hecho de vivir juntos una misma situación, en la cual no sería muy inteligente ignorarnos unos a otros. Creo que es un proceso que continúa”.

Para ver la entrevista completa: http://www.palabranueva.net/contens/pn_notic.htm#9009

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ZENIT Staff

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