Cuba: Familias pobres, primeras víctimas de las nuevas medidas de Washington y La Habana

El futuro no se forja «a base de exclusiones», afirman los obispos católicos

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

LA HABANA, jueves, 27 mayo 2004 (ZENIT.org).- El endurecimiento del embargo impuesto por los Estados Unidos a Cuba y la respuesta del ejecutivo cubano –aumento de precios–, perjudicarán en primer lugar a las familias pobres, constatan los obispos del país.

El Comité Permanente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), compuesto por cinco de los trece obispos de la isla, publicó este miércoles una «Nota» en la que se constata «el desconcierto y la angustia que estos hechos han generado en nuestro pueblo».

«Las familias cubanas, lugar de reconciliación y diálogo en medio de nuestra realidad, son especialmente perjudicadas, pues a las dificultades y agobios de todos conocidos se añaden nuevas privaciones y cargas que vienen a recrudecer su ya angustiosa situación y a agravar la separación de quienes viven en Cuba y en Estados Unidos», constatan los prelados.

El Departamento de Estado norteamericano presentó a comienzo de mes ante el presidente estadounidense George Bush un paquete de iniciativas para reforzar las sanciones a la isla, como medidas para limitar las remesas o para controlar aún más a quienes comercien con La Habana.

A partir del 24 de mayo, las tiendas cubanas han experimentado un aumento promedio de un 15,4% en los precios, incluyendo algunos de la canasta básica, según informaron fuentes oficiales, culpando de estas medidas al endurecimiento del embargo de Washington.

Aunque algunos productos básicos como la leche se mantuvieron estables, los alimentos en general aumentaron un 10%, así como los artículos de limpieza. El calzado y la ropa subieron más del 15%.

Las autoridades indicaron que garantizarán los productos que se entregan subsidiados a la población mediante una libreta en moneda cubana. Bajo este sistema un litro de leche, por ejemplo, cuesta 0,25 centavos de peso (un dólar se cambia a 26 pesos).

En la mayoría de las familias los productos en pesos sólo alcanzan para unas semanas y deben completar su canasta mensual con compras en las tiendas de divisas, sobre todo aceite, jabón y carne.

El 60% de los cubanos tiene acceso al dólar mediante remesas (1.100 millones de dólares anuales) o a través del turismo (1.700 millones de dólares anuales). Parte de la población lo obtiene mediante transacciones en el mercado negro.

«Todo esto en un momento en el que se necesita paz, diálogo, reconciliación, unión y esperanza para revitalizar la institución familiar y poner el bien de la misma por encima de prejuicios políticos o ideológicos», reconocen los obispos.

«Nos duele constatar que las medidas anunciadas por los Estados Unidos y las tomadas por el Gobierno cubano afectan, directa o indirectamente, a las familias más pobres de nuestro pueblo», afirman los prelados.

«Consideramos inaceptable que el futuro de Cuba sea diseñado a base de exclusiones y menos aún de intervenciones concebidas por un gobierno extranjero», expresa la «Nota» del Comité Permanente.

«No hablamos de separarnos de la comunidad internacional, cuya amistad y cercanía apreciamos, nos referimos más bien a todo cuanto pueda fomentar un clima de inquietudes y divisiones que socave los esfuerzos hacia la reconciliación que necesitamos los cubanos», aseguran.

«Reiteramos que la solución a la situación en que se encuentra la Nación cubana pasa por un proceso de diálogo entre cubanos, de conciliación, de búsqueda, «con todos y para el bien de todos», de caminos viables para la construcción de una sociedad más justa y más fraterna, sin exclusiones».

«Por esto exhortamos a todos los cubanos, por el bien de Cuba, a superar la tentación común de vencer al otro y a buscar en el diálogo responsable, entre todos, la solución de nuestros conflictos», concluyen los obispos.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación