Una familia con el abuelo (ZENIT cc)

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¿De quién depende la educación?

Los padres de familia defiendan su derecho a decidir sobre la ecuación de sus hijos

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VER
En redes sociales circula lo que imagino es apenas un proyecto de la Secretaría de Educación Pública, supongo que con la intención de evitar embarazos prematuros y promover la tolerancia hacia quienes tienen otras tendencias sexuales. Habría que verificar si, en efecto, es algo que se propone esta dependencia federal, porque los contenidos y las imágenes que les acompañan son realmente preocupantes. Desde Pre-escolar, se ofrece una información que sería oportuna a otra edad, siempre y cuando sea con una orientación ética, de buen comportamiento, de buen uso de la sexualidad, y no que aparezca como una velada incitación a todo tipo de experiencia erótica. Ojalá dicha Secretaría aclare si es verdad lo que nos llega por esos medios alternativos, o son falsedades malévolas. Además, pregunto si han consultado a los padres de familia sobre estos contenidos y estos métodos, pues son ellos los primeros responsables de la educación de sus hijos. El gobierno es servidor, no dueño de la educación.
Con ocasión de los movimientos magisteriales por su inconformidad con la reforma educativa, algunos padres de familia nos comparten que, sin consultarles, llegaron personas ligadas a esos movimientos y cerraron con cadenas y candados sus escuelas, para impedir que dieran clases los maestros que sí quieren hacerlo. Y me pregunto también si los papás no cuentan para nada en estos asuntos. Todos somos servidores, colaboradores, coadyuvantes, de los padres de familia, cuando se trata de la educación de sus hijos; no los podemos suplantar e ignorar; menos violentar.
PENSAR
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU (año de 1948), ratificada por nuestro país y, por tanto, obligatoria para todos, señala: “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos… Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos” (Artículo 26).
Los obispos de América Latina, en el Documento de “Aparecida”, expresamos: “Un principio irrenunciable para la Iglesia es la libertad de enseñanza… Por el hecho de haberles dado la vida, los padres asumieron la responsabilidad de ofrecer a sus hijos condiciones favorables para su crecimiento y la grave obligación de educarlos. La sociedad ha de reconocerlos como los primeros y principales educadores” (No. 339). “Este intransferible derecho ha de ser decididamente garantizado por el Estado. Por esta razón, el poder público, atendiendo a la justicia distributiva, debe distribuir las ayudas públicas –que provienen de los impuestos de todos los ciudadanos– de tal manera que la totalidad de los padres, al margen de su condición social, pueda escoger, según su conciencia, en medio de una pluralidad de proyectos educativos, las escuelas adecuadas para sus hijos” (No. 340).
Al respecto, el Papa Juan Pablo II escribió: “Los padres de familia tienen el derecho fundamental y primario de decidir sobre la educación de sus hijos. La función del Estado en este campo es subsidiaria. El Estado tiene la obligación de garantizar a todos la educación y la obligación de respetar y defender la libertad de enseñanza. Debe denunciarse el monopolio del Estado como una forma de totalitarismo que vulnera los derechos fundamentales que debe defender” (EAm 71).
ACTUAR
Padres de familia: defiendan su derecho a decidir sobre la educación de sus hijos. Exijan ser consultados en todo lo que les pueda beneficiar o perjudicar. Organícense y no permitan que otros decidan por ustedes. Ni el gobierno, ni un sindicato, ni una organización, ni las iglesias, ni poderes económicos o políticos extranjeros, pueden suplantarlos a ustedes.
¿Qué pueden hacer para que se les tome en cuenta en el asunto tan delicado de la educación sexual que se imparte en las escuelas? ¿Están de acuerdo con esos proyectos de la SEP? ¿Y qué van a hacer para que sus hijos no pierdan este ciclo escolar?

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Felipe Arizmendi Esquivel

Nació en Chiltepec el 1 de mayo de 1940. Estudió Humanidades y Filosofía en el Seminario de Toluca, de 1952 a 1959. Cursó la Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, España, de 1959 a 1963, obteniendo la licenciatura en Teología Dogmática. Por su cuenta, se especializó en Liturgia. Fue ordenado sacerdote el 25 de agosto de 1963 en Toluca. Sirvió como Vicario Parroquial en tres parroquias por tres años y medio y fue párroco de una comunidad indígena otomí, de 1967 a 1970. Fue Director Espiritual del Seminario de Toluca por diez años, y Rector del mismo de 1981 a 1991. El 7 de marzo de 1991, fue ordenado obispo de la diócesis de Tapachula, donde estuvo hasta el 30 de abril del año 2000. El 1 de mayo del 2000, inició su ministerio episcopal como XLVI obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, una de las diócesis más antiguas de México, erigida en 1539; allí sirvió por casi 18 años. Ha ocupado diversos cargos en la Conferencia del Episcopado Mexicano y en el CELAM. El 3 de noviembre de 2017, el Papa Francisco le aceptó, por edad, su renuncia al servicio episcopal en esta diócesis, que entregó a su sucesor el 3 de enero de 2018. Desde entonces, reside en la ciudad de Toluca. Desde 1979, escribe artículos de actualidad en varios medios religiosos y civiles. Es autor de varias publicaciones.

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