Debate, según la metodología medieval, sobre la formación sacerdotal

Este lunes en la Universidad Pontificia Santo Tomás («Angelicum»)

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ROMA, domingo, 15 diciembre 2007 (ZENIT.org).-  Discutir de temas controvertidos actuales usando la técnica medieval de la «quaestio disputatae» es el método con el que este lunes dos profesores debatirán en Roma el tema de la formación de los seminaristas, bajo el título «¿Más oración o más pastoral para los sacerdotes del mañana?».

Serán los profesores Manlio Asta, profesor de epistemología y de pastoral escolar en la Pontificia Universidad Lateranense, y el profesor Aureliano Pacciolla, profesor de psicología de la personalidad en la Universidad LUMSA de Roma, los que debatirán públicamente.

Esta quinta sesión de las «quaestiones disputatae» empezará a las 16 horas en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino de Roma («Angelicum») por iniciativa del Instituto Santo Tomás.

La metodología de la disputa es medieval y se basa en el método dialéctico de tesis y objeciones, pero los temas tratados no sólo preocupaban a los teólogos medievales sino también al mundo de hoy.

La presidente del Instituto Santo Tomás, la profesora laica Maria Margherita Rossi, organizadora de la «disputatio», ha revelado a Zenit que el enseñamiento aristotélico-tomista no debe ser sólo abstracto sino que la «quaestio» es una buena oportunidad para poner en práctica el método «vivo, abierto y riguroso» que se enseña en esta universidad pontificia de la Orden de los dominicos en Roma.

Rossi explica que «la «disputatio» es el acto que resume la actividad del intelectual en la Europa Medieval» en la que el maestro sintetizaba acto académico y técnica de investigación.

Santo Tomás era conocido por sus disputas públicas sobre cualquier tema y, de hecho, usó este estilo para su Summa Theologiae, en el que el material está organizado en 2.669 disputas breves con 10.000 objeciones y respuestas.

Maria Margherita Rossi cree que la fuerza de este método dialéctico, que hace un «uso inteligente de las fuentes de la teología» y que sabe navegar en la «racionalidad intrínseca de las argumentaciones», es muy necesaria en un terreno cultural «hostil», en el que parece que la teología padece de «afasia o incapacidad de incidencia».

La profesora hace una observación estadística «totalmente benévola» y revela que encuentra muchos más conferenciantes para «temas tradicionales» que no a «pioneros» que estén dispuestos a «ponerse a prueba» con este método, que exige el control de la coherencia lógica y sistemática.

Por lo que se refiere al tema escogido, la formación de los sacerdotes, el profesor Francesco Compagnoni, catedrático de Teología Moral del «Angelicum», reconoce a Zenit que se ha convertido en un problema complejo, pues hace años las líneas educativas de los seminarios eran «tradicionalmente claras y aceptadas por el pueblo cristiano», pero hoy se han convertido en «menos evidentes» y los fieles están un poco «desorientados» sobre cómo debería ser la formación sacerdotal.

Para el catedrático Compagnoni, los fieles sienten «la presión incesante de los medios de comunicación» que, por una parte, «querrían que para ser creíbles los sacerdotes se comportaran como ciudadanos comunes, mientras que, por otra parte, reclaman una altísima espiritualidad unida a virtudes heroicas».

Según el profesor Compagnoni no se debe confundir madurez psicológica con santidad: «La Iglesia católica, fiel a una tradición centenaria, quiere que sus sacerdotes sean personas virtuosas, sin ser ajenas al mundo en el que viven, que sean personalidades psicológicamente maduras sin confundir madurez psicológica con santidad cristiana».

El padre Compagnoni aclara que «las comunidades de laicos cristianos deben contribuir al esfuerzo que hace la Iglesia para preparar a futuros sacerdotes y tienen que sostenerles sin dejarles solos ante una sociedad post-cristiana», pues «la atención espiritual y la santidad de los pastores es un don demasiado importante como para dejarlo sólo a las atenciones del mismo clero», afirma el profesor de moral.

Desde hace 5 años el Instituto Santo Tomás propone el género de la «disputa», por una parte como homenaje al doctor angélico (nombre que recibe santo Tomás de Aquino, ndr.), y por otra porque es «un precioso instrumento que puede ayudar en la solución de algunos dilemas de nuestro tiempo», aclara la profesora Rossi.

El Instituto Santo Tomás de la Universidad Pontificia Santo Tomás propone este método de búsqueda de la verdad a través de la discusión en el tiempo de Adviento y Cuaresma.

Por Miriam Díez i Bosch

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ZENIT Staff

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