Declaración vaticana para notificar la excomunión del arzobispo Milingo

Y de los cuatro sacerdotes casados a los que consagró obispos

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CIUDAD DEL VATICANO, martes, 26 septiembre 2006 (ZENIT.org).- Publicamos la declaración que emitió este martes la Oficina de Prensa de la Santa Sede sobre monseñor Emmanuel Milingo, arzobispo emérito de Lusaka.

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La Santa Sede ha seguido con profunda preocupación la actividad comenzada recientemente por monseñor Emmanuel Milingo, arzobispo emérito de Lusaka, con una nueva asociación de sacerdote casados, sembrando división y desconcierto entre los fieles.

Exponentes de la Iglesia de diferentes niveles han tratado de contactar en vano al arzobispo Milingo para disuadirle de proseguir con sus acciones, que causan escándalo, sobre todo entre los fieles que han seguido su ministerio pastoral a favor de los pobres y enfermos.

Teniendo en cuenta la comprensión manifestada, incluso recientemente, por el sucesor de Pedro a este anciano pastor de la Iglesia, la Santa Sede ha esperado con paciencia vigilante la evolución de los acontecimientos, que por desgracia han llevado al arzobispo Milingo a una condición de irregularidad y de progresiva ruptura abierta con la comunión de la Iglesia, en un primer momento con el pretendido matrimonio y después con la ordenación de cuatro obispos, el domingo 24 de septiembre en Washington D.C.

Con este acto público, tanto el arzobispo Milingo como los cuatro ordenados han incurrido en la excomunión «latae sententiae», prevista por el canon 1382 del Código de Derecho Canónico. Además, la Iglesia no reconoce y no pretende reconocer en el futuro estas ordenaciones ni ninguna de las ordenaciones que de ellas se deriven, y considera que el estado canónico de los cuatro presuntos obispos es el mismo en el que se encontraban antes de la ordenación.

La Sede Apostólica, preocupada por la unidad y la paz del rebaño de Cristo, había esperado que la acción fraterna de personas cercanas al arzobispo Milingo sirviera para un replanteamiento y para su regreso a la plena comunión con el Papa. Por desgracia, los últimos sucesos han alejado estas esperanzas.

En momentos de sufrimiento eclesial como éste debe intensificarse la oración de toda la comunidad de los fieles.

[Traducción del original italiano realizada por Zenit]

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ZENIT Staff

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