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Martes 5 de enero de 2016

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El Papa en Greccio invitó a seguir a los 'signos' que conducen a Jesús

Conversando con los jóvenes en el santuario donde fue ideado el primer pesebre, Francisco ha reflexionado sobre la estrella y el ángel que conduce hacia el Niño Dios

La estrella cometa que hizo partir a los Reyes Magos y el ángel que les indicó a los pastores que debían dirigirse hacia el pesebre en el que estaba el Niño Jesús: éstos son los dos 'signos' que el papa Francisco les ha indicado a los jóvenes que ayer vio en su visita sorpresa al Santuario de Greccio, en donde San Francisco de Asís en el año 1223 instituyó el primer pesebre.

El Santo padre al conversar con los aproximadamente 150 jóvenes que participaban en una jornada de reflexión, con la simplicidad que el caracteriza les saludó: “Buenas tardes”, y explicó que el obispo de Rieti, Mons. Domenico Pompili que estaba a su lado, le había hecho entender que “en estos días era bueno venir a rezar a Greccio”. Y bromeó: “Pero no se con cuál engaño les habrá hecho venir aquí”.

El Papa inició su reflexión indicando que “en la vida hay tantos signos y tantas señales, y en el Evangelio cuando se habla del nacimiento de Jesús hay dos que me hacen reflexionar.  Y me gustaría que reflexionaran sobre esto”.

La primera imagen ofrecida fue la estrella: “El cielo está lleno de estrellas –explicó el Santo Padre– entretanto había una especial, una estrella que les movía a dejar muchas cosas y a ponerse en un camino que no sabían dónde les habría llevado”.

El Santo Padre paragona aquella estrella a los signos que constelan nuestra vida y “que nos llaman a hacer mucho más, algo de bueno, a emprender un camino, a tomar una decisión”

E invitó a “pedir la gracia de descubrir la 'estrella' que Dios hoy quiere hacerme ver, para que esa estrella me lleva a Jesús”.

«El camino hacia Jesús lo ha recorrido también el pastor que encontró al ángel, el cual le ha indicado al Niño que había nacido en la cuna», recordó el Pontífice. Una imagen esta última que nos demuestra como “Dios se ha abajado y se ha reducido para volverse uno como nosotros. Para caminar delante de nosotros”.

Es la imagen de la “pequeñez, la humildad: Dios que va contra el orgullo, la autosuficiencia, la soberbia”. Francisco indica en “esta mansedumbre de un niño” la otra señal que es necesario ver, para después preguntarse: “¿Mi vida es buena, humilde, de quien no anda con la nariz hacia arriba, y que no es orgulloso?

El ejemplo al cual debemos dirigir la mirada es por lo tanto el de los Reyes Magos, los cuales “fueron astutos” porque “se dejaron guiar por la estrella” y que no se dejaron engañar por  “todo el esplendor del palacio de Herodes».

El deseo del Papa para los jóvenes allí presentes fue que la vida “esté siempre acompañada por estas dos señales, que son un don de Dios”. Y añadió: “Que no falte la humildad de descubrir nuevamente a Jesús en los pequeños, en los pobres, en los humildes, en aquellos que son descartados por la sociedad y por la propia vida”.

 

El cardenal Gracias favorable a la beatificación de los mártires de Orissa

En India, los mártires de “Kandhamal” fueron asesinados en Orissa en 2008 por extremistas hindúes. Fueron desplazados 56 mil cristianos

El Cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de la India (CBCI) ha manifestado su consentimiento para iniciar la causa de beatificación de los mártires de “Kandhamal”, los fieles asesinados en Orissa en 2008, durante la feroz campaña de masacres contra los cristianos llevada a cabo por extremistas hindúes, en la que murieron 90 fieles y más de 56 mil se vieron desplazados, en un verdadero proceso de “limpieza étnica de cristianos” en el distrito.

En una entrevista a la Agencia Fides, el Cardenal comenta: “He hablado con el Prefecto de la Congregación Pontificia para las Causas de los Mártires en Roma. Estoy dispuesto a hablar personalmente de la violencia consumada en Kandhamal y de sus mártires con el Papa Francisco”.

El cardenal ha dicho que ha hablado con monseñor John Barwa, Arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, en Orissa que tiene la responsabilidad territorial: “La Iglesia es sensible a los mártires modernos de hoy en día.

El papel de los nuevos testigos es muy importante. Para un proceso de beatificación se necesita un trabajo paciente y la documentación adecuada y tempestiva”, ha añadido en la entrevista con la Agencia Fides.

El Cardenal se reunió con Kanak Rekha Nayak, esposa de Parikhit Nayak, uno de los mártires de Kandhamal durante el Congreso Eucarístico Nacional que se celebró en Mumbai el pasado mes de noviembre. En esa ocasión, el cardenal expresó la esperanza de que la Iglesia en la India pueda promover la causa del martirio de los fieles asesinados en Kandhamal.

Los obispos de Orissa podrían pedir a la CBCI que se ocupe del caso de los mártires y que se encargue de la organización de la fase diocesana del proceso. La Conferencia Episcopal de la India discutirá la cuestión en su reunión del próximo mes de marzo.

El 13 de febrero de 2015 los aldeanos cristianos de Tiangia (Orissa) han construido el primer monumento en honor de los siete mártires, víctimas de las milicias anticristianas de Kandhamal, informó Asia News.

Los pogromos quemaron 5.600 viviendas en 415 aldeas. Según cifras del gobierno los muertos confirmados son 38; dos las mujeres violadas; muchas personas con mutilaciones y daños permanentes. Sin embargo, los números de la Iglesia y otros activistas sociales son casi 300 iglesias destruidas, además de conventos, escuelas, albergues e instituciones de asistencia social. Al menos 91 víctimas, 38 murieron en el lugar, 41 por lesiones sufridas en la violencia, 12 en acciones de la policía.

 

Toledo: cartas a los Reyes Magos para los conventos de clausura

Las religiosas rezarán por las intenciones de las misivas que sólo Dios puede cumplir

La archidiócesis de Toledo ha realizado el sábado 2 de enero una especial recogida de cartas de los Reyes Magos con el nombre #PRESENTSFORKING.

'Sus Majestades de Oriente' pasaron unas horas en la puerta del Palacio Arzobispal para que todos, mayores y pequeños, pudieran depositar su carta con los deseos e intenciones que sólo Dios puede cumplir.

Esta iniciativa quiere rescatar la tradición de la Carta a los Reyes con un matiz muy especial: se trata de escribir, además de los regalos materiales, todas aquellas peticiones, deseos y esperanzas que sólo Dios puede cumplir.

'Sus Majestades de Oriente' han llegado al Arzobispado de Toledo a las 16 horas y allí permanecieron hasta las 19 horas, de manera  que todos los que quieran puedan dejarles sus cartas que Ellos pondrán a los pies del Niño Jesús.

Al finalizar la Navidad: todas las cartas serán llevadas a los Conventos de Clausura para que las religiosas recen por todas esas peticiones y deseos.

Desde la archidiócesis informan que también se pueden enviar las cartas al Canal diocesano de televisión, C/ Trinidad, 12 – 3ªplanta 45002 – Toledo – España

 

El retorno de Camilo Torres

El ELN de Colombia pide la restitución del cuerpo del cura guerrillero y la reincorporación simbólica al estatus sacerdotal

Sorpresa. En la negociación –que ahora se hizo pública con la mediación de la Iglesia Colombiana– entre el gobierno de Manuel Santos y el Ejército de Liberación Na
cional, la segunda guerrilla del país después de las FARC, entra en escena un personaje que pertenece a los libros de historia y cuyo nombre es prácticamente desconocido para las generaciones posteriores a la década del ’90: Camilo Torres Restrepo.
 
A 50 años de su muerte –resultó muerto en el curso de su primer combate, el 15 de febrero de 1966– el cura guerrillero es reivindicado por la agrupación a la que perteneció –el ELN– y que contribuyó a fundar. Se presentaron dos pedidos. El primero, dirigido a la Iglesia, que no aprobó la opción por las armas que lo llevó a enrolarse en la guerrilla, para que por lo menos simbólicamente le restituya el estatus sacerdotal; el segundo al gobierno de Colombia, para que los restos mortales “sean entregados y se les brinde debida sepultura”.

Con dos twitter en las redes sociales a través de la cuenta @eln_ranpal, la organización guerrillera reclama del gobierno “El gesto de Paz de entregar los restos físicos de Camilo Torres, que tiene escondidos hace 50 años” y a la Iglesia “el gesto de paz claro y demostrativo es otorgar nuevamente su lugar como sacerdote a Camilo Torres”.

La decisión de abandonar el sacerdocio, en realidad, fue del mismo Camilo Torres, y la tomó en junio de 1965, once años después de recibir la ordenación, para entrar en la clandestinidad en las filas del nuevo movimiento guerrillero que nació en 1964 con una marcada impronta marxista. La militancia duró poco, porque Camilo Torres murió en su primera experiencia de combate, en una emboscada que el ELN tendió a una patrulla militar colombiana.

Ya en 1955, en el documento conclusivo de la primera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Rio de Janeiro, la opción guerrillera para alcanzar la liberación fue desaprobada. Condena que se repetirá en la Conferencia General de Medellín en 1968, menos de dos años después de la muerte de Camilo Torres, y en las sucesivas conferencias en Puebla en 1978, Santo Domingo (1992) y Aparecida (2007).

El coronel de la Quinta Brigada de Bucaramanga, Álvaro Valencia Tovar, al mando de la patrulla, declaró años más tarde que el ejército ocultó el cuerpo en una ubicación separada de otras fosas comunes, y el lugar no fue comunicado al público. Valencia Tovar, siendo ya general retirado, escribió el libro “El final de Camilo”, donde reveló los detalles de la muerte de Camilo Torres. Según Valencia Tovar,

Torres fue sepultado en un lugar separado para entregar los restos a la familia en un segundo momento. Posteriormente, en una entrevista a la revista Semana aclaró que el cuerpo de Camilo Torres fue exhumado tres años después y sus restos fueron colocados en una urna y llevados a un cementerio de la ciudad de Bucaramanga, donde la Quinta Brigada había construido un mausoleo para enterrar soldados, pero no reveló la posición exacta.

 

Comentario a la liturgia dominical

Fiesta del Bautismo del Señor. Ciclo C. Textos: Is 40, 1-5.9-11; Tito 2, 11-14; 3, 4-7; Lc 3, 15-16.21-22z

P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano Maria Mater Ecclesiae de são Paulo (Brasil).

Idea principal: el bautismo –nacimiento en el Espíritu- es el segundo regalo de la misericordia divina, después de nuestro nacimiento en la carne.

Síntesis del mensaje: Con el bautismo Dios nos hace sus hijos adoptivos, nos da a su Hijo Jesús como hermano, convierte nuestra alma en templo del Espíritu Santo donde habitará para formar en nosotros la imagen de Cristo Jesús, nos capacita para ser miembros activos y comprometidos de la Iglesia santa y misionera, y nos da en herencia la vida eterna. Ante tamaño regalo, sólo nos queda: agradecer y corresponder a Dios con una vida santa y recta.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, Jesús no tenía necesidad del bautismo para sí mismo, porque no tenía pecado. Sin embargo, sí tuvo necesidad del bautismo para significar su misión: vino a cargar sobre sí nuestros pecados, a morir al pecado en nuestro lugar, para resurgir a una vida nueva: vida que ahora está a nuestra disposición. Juan prevé que el que viene detrás de él administrará un bautismo mucho más eficaz que el suyo: “Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego”. El bautismo de Jesús será eficaz. El bautismo de Juan es un signo: sirve para indicar el bautismo de Jesús, y Jesús lo recibe como signo de su propia misión, que consiste en morir y resucitar por nosotros, a fin de poder administrarnos el bautismo en el Espíritu Santo. Por eso, en el evangelio de Lucas que hemos leído hoy se produce la manifestación del Espíritu Santo. Abriéndose el cielo, baja sobre Jesús el Espíritu Santo, con una apariencia corpórea, como una paloma.

En segundo lugar, el Padre celestial quería estar también presente en ese momento sublime: “Este es mi Hijo, el amado, el predilecto”. Con estas palabras, el Padre glorifica y eleva a su Hijo. La humillación de Jesús de ponerse en la fila de los pecadores para ser bautizado por Juan es una humillación que produce una glorificación, porque el Padre celestial confirma la misión salvadora y redentora de Cristo. De este modo, tenemos aquí todo el misterio pascual de Jesús, anunciado con el rito del bautismo de Juan: bajar y sumergirse en el agua, purificar esas aguas con su divinidad para que tengan la propiedad de lavar nuestros pecados y de sepultarlos, y después resurgir para comenzar una vida nueva de resucitado. Por eso el bautismo es purificación, lavado, regeneración, iluminación, destrucción del pecado y el comienzo de una vida nueva en Cristo Jesús.

Finalmente, será san Pablo en la segunda lectura de hoy a Tito quien nos recuerda nuestro bautismo, la dignidad con la que somos revestidos y las consecuencias morales a que nos compromete el don del bautismo en nuestra vida. Pablo lo llama “el baño del segundo nacimiento…renovación por el Espíritu Santo”. Regalo éste salido del corazón misericordioso de Dios. Don gratuito, no basado en las obras buenas realizadas previamente por nosotros. Gracia divina para dedicarnos “a las buenas obras” y “renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa”.

Para reflexionar: ¿Agradezco con frecuencia el don del bautismo? ¿Cómo festejo el día grandioso de mi santo bautismo? Si soy padre o madre de familia, ¿bautizo cuanto antes a mis hijos? ¿Pongo nombres de santos a mis hijos? Quien me ve, ¿puede deducir por mi conducta justa, santa y recta que soy bautizado, seguidor de Cristo?

Para rezar: Gracias, Señor, por el don del bautismo, por haberme hecho hijo adoptivo tuyo, hermano de Cristo, templo del Espíritu Santo y miembro comprometido de tu Iglesia. Que nunca manche el vestido de mi dignidad cristiana. Que nunca permita que me apaguen la luz de mi fe recibida en el bautismo. Que sea fiel a las promesas de mi bautismo, que renové en mi confirmación. Amén.

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org

 

Santa Rafaela María del Sagrado Corazón – 6 de enero

«De esta fundadora de las Esclavas del Sagrado Corazón, Pío XII dijo que fue una mártir en la sombra. Compartió el mismo ideal con su hermana, aunque dentro de la orden tuvo que vivir también la separación de ella que le fue impuesta»

En esta festividad de la Epifanía del Señor, celebramos también la vida de Rafaela María del Rosario Francisca Rudesinda Porras y Ayllón. Nació en Pedro Abad, Córdoba, España, el 1 de marzo de 1850 en una familia de alta posición social. Fueron trece hermanos, once varones, su hermana Dolores y ella. A los 4 años perdió a su padre. El 25 de marzo de 1865, a los 15 años, en la parroquia de san Juan de los Caballeros hizo voto de castidad perpetua. Quizá no tenía claro lo que iba a ser de su vida, pero apuntaba claramente a la consagración. Todo eso se concretó muy pronto cuando en 1869, alrededor de sus 19 años, pasó por el nuevo y duro trance de ver morir a su madre hallándose sola junto a ella: «Prometí al Señor no poner jamás mi afecto en criatura alguna». Después, las dos hermanas, que compartían similares ideales, acrecentaron su piedad y las obras de caridad.

 

Una vez que se casaron dos de sus hermanos, y tras la prematura muerte de otro en 1872, pensaron dar un giro a su vida haciéndose carmelitas en su ciudad natal. En 1873 seguían las directrices del presbítero José María Ibarra. Y en 1874, asesoradas por él, ambas hermanas convivieron junto a las clarisas de Córdoba pasando por una fecunda etapa de reflexión. Entonces conocieron al buen sacerdote José Antonio Ortiz Urruela, que fue decisivo en sus vidas. Siguiendo su consejo, en 1875 se pusieron en contacto con la Sociedad de María Reparadora como postulantes. Al tomar el hábito eligieron el nombre: Rafaela, el de María del Sagrado Corazón, y Dolores, el de María del Pilar.

En 1876 la Sociedad se trasladó a Sevilla, y las dos hermanas permanecieron en Córdoba con otras novicias, bajo el amparo del obispo fray Ceferino González. Éste las apoyó para que en diciembre de ese mismo año pusieran en marcha el Instituto de Adoradoras del Santísimo Sacramento e Hijas de María Inmaculada. Después diría: «Yo no quiero ser fundadora», pero no hubo marcha atrás, e incluso fue elegida superiora. La comunidad vivía en conformidad con las reglas de san Ignacio. Pero en un momento dado, les avisaron de que el prelado quería intervenir en su forma de vida, y determinaron salir de noche catorce novicias, junto a Rafaela María, camino de Andujar. En Córdoba permanecía Dolores para notificar el hecho. En Andújar se alojaron en el Hospital de las Hijas de la Caridad. La santa decía: «Yo me encuentro con valor y fuerzas muy grandes, porque tengo puesta mi confianza en el Señor, en que nos ayudará siempre porque no deseamos más que su honra y su gloria».

De Andújar se trasladaron a Madrid, abriendo otra casa en el barrio de Chamberí. Al morir don José Antonio, recibieron la ayuda del jesuita, padre Cotanilla, y del obispo auxiliar Sancha. En 1877 el cardenal Moreno les concedió la aprobación diocesana y diez años más tarde, el papa León XIII aprobó la Congregación con el nombre de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Su deseo era que todas se vinculasen al ardiente anhelo de su corazón: «Que todos lo conozcan y lo amen». Ella seguía su camino de oblación, sabedora de que era la única vía para unirse a Dios. Así lo consignaba en sus ejercicios espirituales. Y Dios la escuchó. En 1892 tenía 43 años y aún le quedaban 32 más de vida cuando abatió sobre ella la «noche oscura». Estaban en un momento fecundo para el Instituto, y en medio de él brotaron las malas hierbas de la desconfianza y la incomprensión, una «aniquilación progresiva y de martirio en la sombra», como dijo Pío XII.

Ante las graves dificultades de gobierno, renunció al generalato en Roma a favor de su hermana Dolores, y quedó relegada por completo al olvido, realizando duros trabajos y sufriendo constantes humillaciones, mientras se inmolaba con la vivencia heroica de la humildad y el perdón. En su soledad y silencio renovaba su espíritu de reparación por los pecados del mundo, pensando únicamente en la gloria de Dios. Así se abrazó a la cruz. «En el no hacer está mi mayor martirio. Dios me pide ser santa. Yo no puedo dejar de serlo sin despreciar Su santo querer. Si logro ser santa, hago más por la Congregación, por las hermanas y por el prójimo, que si estuviese empleada en los oficios de mayor celo. Mi espíritu gime, pero vale más agradar a Jesús gimiendo que riendo […]. El gozo será en la otra vida. Jesús me ama mucho y esto me debe alentar siempre».

Dios le otorgaba dones extraordinarios. Solo pudo salir de la casa de Roma para ir a Loreto, a Asís y a España, donde no le fue permitido visitar a su hermana en Valladolid, ciudad en la que se hallaba retirada también del gobierno de la Congregación. Su consuelo era rezar de rodillas durante horas ante el Santísimo Sacramento al punto de quedar afectadas por una grave lesión. Murió el 6 de enero de 1925 (Año Santo). Pío XII la beatificó el 18 de mayo de 1952, y Pablo VI la canonizó el 23 de enero de 1977.

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ZENIT Staff

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