BRUSELAS, 14 junio 2001 (ZENIT.org).- Está llegando en estos momentos a las costas de Irlanda una embarcación «off-shore» convertida en clínica abortiva, práctica ilegal según la ley de ese país.
«La nave ha zarpado de un puerto que, por razones de seguridad, hemos preferido no revelar», ha comentado la fundadora de la organización abortista holandesa que ha comprado el barco a motor, Rebecca Gomperts.
El proyecto de la clínica abortista flotante, que actúa en aguas internacionales para eludir las prohibiciones legales, había sido anunciado entre polémicas el año pasado. La «Fundación mujeres sobre las olas» («Women on Waves Foundation», http://www.womenonwaves.org) promete de este modo abortos «seguros y legales» aprovechándose de la bandera holandesa de la embarcación, país en el que el aborto es legal.
El gobierno holandés, sin embargo, representado por la ministra de Sanidad, Els Borst, y por el ministro de Justicia, Penk Korthals, ha asegurado que este barco no cuenta con la licencia sanitaria para realizar estos procedimientos.
El barco, de 40 metros de largo, bautizado con el nombre «Sea of Changes» (Mar del cambio) lleva a bordo a dos médicos y a una enfermera, así como una unidad médica para asistir a 25 pacientes, ha precisado una portavoz de la Fundación.
El resto de la tripulación, que actuará durante dos semanas cerca de las costas de Irlanda, para después regresar a Holanda, está compuesta por otras cuatro personas, incluido el capitán.
Los próximos países a los que podría llegar el barco aparecen en un mapamundi presentado por la página web de la Fundación en rojo, es decir, donde el aborto es ilegal. Entre ellos se encuentra Brasil, México, Malta, Angola o Bangladesh.
