Diálogo interreligioso requiere respeto recíproco y libertad, dice el Papa

En su discurso a los líderes de las religiones con mayor presencia en el Reino Unido

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LONDRES, viernes 17 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI afirmó que el diálogo y la colaboración entre miembros de distintas religiones requiere reciprocidad en cuantos dialogan, lamentando que en algunos lugares del mundo falta respeto recíproco y libertad religiosa.

Lo hizo en el discurso que dirigió a líderes religiosos esta mañana en la Waldegrave Drawing Room de la St Mary’s University College de Twickenham (en el barrio londinense de Richmond).

El Papa se refirió a “la situación de algunas partes del mundo donde la colaboración y el diálogo interreligioso necesita del respeto recíproco, la libertad para poder practicar la propia religión y participar en actos públicos de culto, así como la libertad de seguir la propia conciencia sin sufrir ostracismo o persecución, incluso después de la conversión de una religión a otra”.

Y aseguró que “establecido dicho respeto y apertura, las personas de todas las religiones trabajarán juntas de manera efectiva por la paz y el entendimiento mutuo, y serán así un testimonio convincente ante el mundo”.

Tres niveles de diálogo

A continuación, el Pontífice destacó a los líderes de las confesiones cristianas y de las religiones con mayor presencia en el Reino Unido -judíos, musulmanes, hindúes i sikhs- que el diálogo interreligioso “no se debería limitar a discusiones formales”.

En concreto, explicó que “este tipo de diálogo necesita llevarse a cabo en distintos niveles” e identificó “el diálogo de vida”, “el diálogo de acción” y las “conversaciones formales”.

“El diálogo de vida -explicó- implica sencillamente vivir uno junto al otro y aprender el uno del otro de tal forma que se crezca en el conocimiento y el respeto recíproco”.

“El diálogo de acción -continuó- nos reúne en formas concretas de colaboración, y aplicamos nuestra dimensión religiosa a la tarea de la promoción del desarrollo humano integral, trabajando por la paz, la justicia y la utilización de la creación”.

Benedicto XVI explicó que este diálogo de la acción “puede incluir la búsqueda conjunta de maneras de defender la vida humana en todas sus etapas y también la manera de asegurar que no se excluya de la vida social la dimensión religiosa de individuos y comunidades”.

Finalmente, destacó que “en el ámbito de las conversaciones formales, existe no sólo la necesidad de coloquios teológicos, sino también la de compartir nuestra riqueza espiritual, hablando sobre nuestra experiencia de oración y contemplación y expresando la alegría mutua del encuentro con el amor divino”.

Compromiso

En este contexto, el Papa animó a los líderes de las distintas religiones con mayor presencia en el Reino Unido “a continuar con el diálogo con vuestros hermanos y hermanas cristianos”.

“Me alegra ver tantas iniciativas positivas emprendidas en este país para promover este diálogo en distintos niveles”, dijo.

Por su parte, aseguró, “los católicos, en Inglaterra y en todo el mundo, seguirán trabajando para construir puentes de amistad con otras religiones, para sanar los errores del pasado y promover la confianza entre individuos y comunidades”.

Benedicto XVI destacó que, “desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica ha dado especial relieve a la importancia del diálogo y la colaboración con los miembros de otras religiones”.

E indicó que “la Iglesia católica sigue por este camino de compromiso y diálogo en el genuino respeto hacia vosotros y vuestras creencias”.

Gran alegría del Papa

El encuentro, además de reunir a destacados líderes, congregó a representantes del clero y fieles de otras religiones.

El Baron Sacks de Aldgate, rabino jefe de la United Hebrew Congregations of the Commonwealth, y del director de la Prince’s School of Traditional Arts, Khaled Azzam, dirigieron al Papa unas palabras de saludo.

Después, el Papa empezó su discurso destacando su gran alegría por poderse encontrar con los representantes de las diversas comunidades religiosas presentes en Gran Bretaña.

Y deseó a la comunidad judía en Gran Bretaña y en todo el mundo una feliz y santa celebración del Yom Kippur.

Lo primero que señaló a continuación fue “el aprecio que la Iglesia Católica tiene por el importante testimonio de todos vosotros, hombres y mujeres de espíritu, en un momento donde las convicciones religiosas no siempre son bien entendidas o apreciadas”.

“La presencia de creyentes comprometidos en diversos ámbitos de la vida social y económica habla por sí misma de que la dimensión espiritual de nuestras vidas es fundamental en nuestra identidad como seres humanos”, declaró.

También subrayó “la gran importancia de nuestra cooperación en común, que complementa el aspecto personal de nuestro continuo diálogo”.

Lo único necesario

Benedicto XVI destacó el compromiso de todos los presentes en el acto en la búsqueda espiritual y les dijo: “Vuestra presencia y testimonio en el mundo recuerdan la importancia fundamental que tiene para la vida de cada hombre esta búsqueda espiritual en la que estamos comprometidos”.

Citando a san Agustín, señaló que “el anhelo por lo sagrado es la búsqueda de la cosa necesaria y la única que puede satisfacer las aspiraciones del corazón humano”.

Y explicó que en esta búsqueda “la iniciativa no depende de nosotros, sino del Señor: no se trata tanto de que le buscamos a Él, sino que es Él quien nos busca a nosotros; más aún es quien ha puesto en nuestros corazones ese anhelo de Él”.

El Papa reconoció que “las ciencias humanas y naturales nos proporcionan unos conocimientos asombrosos”, pero constató que “aun así, estas disciplinas no dan, ni pueden, una respuesta a la pregunta fundamental”.

Y añadió que “la búsqueda de lo sagrado no devalúa otros campos de investigación humana; al contrario, los sitúa en un contexto que acrecienta su importancia como medios del ejercicio responsable de nuestro dominio sobre la creación”.

Explicó que, en la Biblia, Dios “nos confió la tarea de explorar y aprovechar los misterios de la naturaleza al servicio de un bien superior” y que en la fe cristiana, ese bien superior “se expresa como amor a Dios y amor al prójimo”.

“De este modo -declaró-, nos comprometemos con el mundo con entusiasmo y de corazón, pero siempre con la vista puesta en servir a ese bien superior, a fin de no desdibujar la belleza de la creación explotándola por motivos egoístas”.

“Es así como, la genuina creencia religiosa nos sitúa más allá de la utilidad presente, hacia la trascendencia”, explicó.

Benedicto XVI destacó diversos aspectos positivos de la creencia religiosa: “Nos recuerda la posibilidad y el imperativo de la conversión moral, el deber de vivir en paz con nuestro prójimo y la importancia de llevar una vida íntegra”, dijo.

“Entendida de forma adecuada, nos ilumina, purifica nuestros corazones e inspira acciones nobles y generosas, en beneficio de toda la familia humana -añadió-. Nos mueve a la práctica de la virtud y nos lleva al amor de los unos para con los otros, con el mayor respeto a las tradiciones religiosas distintas de las nuestras.

Después del discurso del Papa, el arzobispo de Liverpool, monseñor Patrick A. Kelly, pronunció unas palabras de agradecimiento.

Tras la presentación individual de los líderes religiosos, y la vuelta de Benedicto XVI a la nunciatura apostólica de Wimbledon para una comida en privado, tuvo lugar en la Waldegrave Grawing Room una recepción para los líderes religiosos en la que participó el presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, monseñor Kurt Koch.

A las 16 horas el Papa tiene previsto realizar una visita de cortesía al arzobispo de Canterbury en el Palacio de Lambeth, durante la cual ofrecerá un discurso.

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ZENIT Staff

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