Discurso del Papa en su visita al Policlínico Gemelli

“El mayor regalo nos lo ha hecho Dios a cada uno de nosotros”

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ROMA, jueves 6 de enero de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso que el Papa Benedicto XVI pronunció ayer durante su visita al Policlínico Gemelli, en ocasión de la solemnidad de la Epifanía.

* * * * *

Señor cardenal, queridos sacerdotes, autoridades académicas, dirigentes, personal médico y paramédico, queridos niños, padres y amigos,

¿Por qué he venido hoy aquí, día en que celebramos la solemnidad de la Epifanía? Antes que nada para daros las gracias. Gracias a vosotros, niños, que me habéis acogido: quiero deciros que os quiero mucho y que me siento cerca de vosotros con mi oración y mi afecto, también para daros fuerzas al afrontar vuestra enfermedad. Querría agradeceros también a vosotros padres, familia, dirigentes y todo el personal del Policlínico, que con competencia y caridad cuidan a los que sufren; en particular querría agradecer al equipo de este departamento de pediatría y del centro de atención a los niños con espina bífida. Bendigo a las personas, el desempeño y el ambiente en el que se ejercita de un modo concreto el amor hacia los más pequeños y más necesitados.

Queridos niños y jóvenes, he querido reunirme con vosotros también para hacer un poco como los Magos, que celebramos en esta fiesta de la Epifanía: ellos llevaron regalos a Jesús – oro, incienso y mirra – para manifestarle adoración y afecto. Hoy os he traído también yo regalos, para que sintáis, por medio de este pequeño gesto, la cercanía y el afecto del Papa. Pero querría que todos, adultos y niños, en este tiempo de Navidad, recordásemos que el mayor regalo nos lo ha hecho Dios a cada uno de nosotros.

Miremos a la cueva de Belén, en el pesebre, ¿qué vemos?¿qué encontramos? Está María, está José, pero sobre todo hay un niño, pequeño y necesitado de atención, de cuidados, de amor: ese niño es Jesús, ese niño es Dios mismo que ha querido bajar a la tierra para mostranos cuánto nos quiere, es Dios mismo que se ha hecho pequeño como vosotros, para decirnos que está siempre a nuestro lado y para señalar a cada uno de nosotros que todo niño refleja su rostro.

Ahora, antes de concluir, no puedo dejar de saludar a todo el personal y a todos los pacientes de este gran hospital. Animo a todas las iniciativas de bien y de voluntariado, como también las instituciones que se comprometen en el servicio de la vida, en particular al Instituto Científico Internacional Pablo VI, dedicado a promover la procreación responsable. ¡Gracias a todos de nuevo! ¡El Papa os quiere mucho!

[Traducción del original italiano por Carmen Álvarez

©Copyright 2011 Libreria Editrice Vaticana]

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ZENIT Staff

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