CIUDAD DEL VATICANO, jueves 2 de abril de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha recibido “con profundo dolor” la noticia de la muerte del cardenal Umberto Betti OFM, ayer a la edad de 87 años.
En un telegrama enviado al Ministro General de la Orden de los Frailes Menores, José Rodríguez Carballo, el Papa expresa sus “vivas condolencias”, recordando “con agradecimiento al Señor el ministerio llevado a cabo con celo por el llorado purpurado”.
Particularmente, recuerda que el cardenal Betti fue “un ilustre teólogo perito del Concilio Vaticano II”, así como un “apreciado consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la Scretaría de Estado, y un magnífico Rector de la Universidad Pontificia Lateranense”.
“Elevo fervientes plegarias en sufragio por tan benemérito servidor del Evangelio”, escribe el Papa, “invocando de la bondad divina la paz eterna para su alma elegida”, y envía “una especial bendición apostólica” a los “familiares, hermanos y cuantos lloran su pérdida”.
Benedicto XVI había creado cardenal al difunto en el Consistorio ordinario público del 24 de noviembre de 2007.
Los funerales serán presididos por el cardenal Giovanni Battista Re, este viernes en la catedral de Fiesole, y habrá una segunda celebración exequial en el Santuario de la Verna, donde el cardenal Betti será sepultado.
Con su muerte, el Colegio cardenalicio pasa a 186 miembros, de los que 115 son electores y 71 no electores (por superar el límite de edad.
