Dolor del Papa por las víctimas del terremoto de Nueva Zelanda

Aún quedan 300 personas bajo los escombros, informa Fides

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CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 23 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI, a través de un telegrama enviado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, a monseñor Barry Philip Jones, obispo de Christchurch, ha mostrado su cercanía a los afectados por el terremoto que afectó el pasado lunes 21 a Nueva Zelanda.

El Papa, afirma el mensaje, “se entristeció al enterarse de la repentina devastación y pérdida de vidas en la ciudad de Christchurch a causa del reciente terremoto”.

“Desea expresar su cercanía espiritual a todos los que se han visto afectados, y envía sus condolencias a todos los que lloran la pérdida de seres queridos”, prosigue el telegrama.

El Pontífice también asegura a los habitantes de Christchurch y a Nueva Zelanda sus “oraciones por todos los que están trabajando urgentemente para rescatar y asistir a los atrapados y los heridos, así como a los que trabajan para restaurar los servicios mínimos”.

El mensaje concluye con el deseo del Papa de que “Dios derrame sus bendiciones de valor y de fuerza”.

También la Conferencia Espicopal de Australia, a través de su presidente, monseñor Philip Wilson, arzobispo de Adelaida, expresaba sus condolencias al obispo de Christchurch por lo sucedido.

«Con profundo pesar los Obispos australianos y todos los católicos de esta nación asistimos a los trágicos eventos que han golpeado a la población de Christchurh», afirma el mensaje, reproducido por la agencia vaticana Fides.

“La proximidad geográfica de nuestros países y la solidaridad que compartimos en momentos como estos, nos llevan a sentir un gran dolor por el sufrimiento de estas personas”, añade monseñor Wilson.

El terremoto, el peor que haya afectado al país en los últimos ochenta años, ha sido de 6,3 grados en la escala de Richter. La ciudad ha sido devastada, incluyendo las dos catedrales, la católica y la anglicana, parcialmente destruidas.

Según un despacho de la agencia vaticana Fides, que cita al director neozelandés de las Obras Misionales Pontificias, Paul Shannahan, aún quedan unas 300 personas bajo los escombros, “la mayoría turistas”.

“Existe mucho miedo por una clase de estudiantes japoneses que se encontraban en una escuela de Inglés. Hasta el momento han sido recuperados 75 cuerpos, incluidos los de las personas que se encontraban en la catedral anglicana que se derrumbó”, informó el padre Shannahan.

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ZENIT Staff

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