Dossier: Los ocho años de Benedicto XVI (III)

Un recorrido por la obra del papa Ratzinger: Los viajes intermedios

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ZENIT sigue ofreciendo a sus lectores el Dossier sobre algunos momentos destacados del pontificado de Benedicto XVI, que culminará este 28 de febrero luego de casi ocho años.

Veremos hoy cómo los viajes del papa fueron varios dentro de cada año, en la medida que sus fuerzas se lo permitían. En el que hemos denominado “periodo intermedio”, estuvo nuevamente con los jóvenes, habló de laicidad en Francia, llegó hasta África y Tierra Santa, entre otras visitas apostólicas que son ya parte de la historia de la Iglesia.

Sydney: Nueva cita con la juventud

En este nuevo viaje, realizado del 13 al 21 de julio de 2008, el papa pudo descubrir el rostro de otros jóvenes, que eran los nativos y aborígenes australianos. Estos, en un gesto de respeto y fraternidad, lo recibieron bailando y cantando para él, por lo que representaba…

Luego de esta breve ceremonia de acogida, se embarcó en la nave «Sydney 2000» para trasladarse por mar acompañado de jóvenes, hasta llegar al muelle de Barangaroo East Darling Harbour de Sydney, donde vivió la “Fiesta de Acogida”, que fue una parte central de la XXIII Jornada Mundial de la Juventud.

En esta visita introdujo la acertada costumbre de sentarse a cenar a la mesa con jóvenes de los países visitados, esta vez en la Reception Hall de la St. Mary’s Cathedral House de Sydney.

Otra actividad que introdujo en Sydney para otras JMJ, fue la celebración del Via Crucis, a través del cual ha querido acercar a la juventud a una antigua práctica de piedad y de revalorización de la pasión de Cristo. En esta oportunidad, el papa pronunció la Oración final de la Primera Estación y lo siguió por televisión desde la Cripta de la St. Mary’s Cathedral de Sydney.

En esta ocasión comenzó también a incluir en sus programas apostólicos, la visita a centros de labor socio-caritativa de la Iglesia. Fue así que tuvo un encuentro con un grupo de jóvenes desadaptados en la comunidad de recuperación de la Universidad de Notre Dame en la iglesia del Sagrado Corazón.

Hasta que llegó el gran día de la concurrida y muy recogida Vigilia nocturna con los jóvenes, que acompañó en el Hipódromo de Randwick. Fue así una jornada preparatoria para la Santa Misa central de la XXIII Jornada Mundial de la Juventud, la cual presidió en el mismo escenario.

Francia: Valorizar la laicidad

En esta visita, la primera a un país de Occidente con identidad laica, el papa sentó las bases de lo que quería decir al mundo occidental cuando se encontró con el presidente de la República francés en el Elíseo. Allí ambos fueron claros en explicar el rol de la religión, de las Iglesias y del estado.

Pudo así continuar con su visita, cuyo principal objetivo era llegar hasta la Gruta de las Apariciones de Lourdes, prodigio que cumplía 150 años. Luego tuvo oportunidad de celebrar una misa alusiva en la Prairie de Lourdes y de encontrarse con los enfermos en la Basílica Nuestra Señora del Rosario de Lourdes.

Camerún y Angola: Tierra de misión

Llegar a tierras africanas del 17 al 23 de marzo de 2009, significaba para Benedicto XVI un hito en su pontificado. Tuvo ocasión de escuchar y ver las manifestaciones alegres y vivaces de un catolicismo que alaba a Dios con su vida, su arte, y con una liturgia y teología particular que ha ido madurando bajo el influjo directo del Vaticano II.

Pero también es una Iglesia que debe ganarse un espacio entre otras religiones naturales o incorporadas como el Islam, que ya desde entonces, dejaba sentir a un grupo de extremistas hostiles hacia los seguidores de Cristo. Esta fue una buena razón para que el papa programara a tiempo un Encuentro con los representantes de la Comunidad musulmana de Camerún, realizado en la Nunciatura Apostólica de Yaundé.

Otra señal importante que dejó durante su visita, fue la misa que celebraba la publicación del Instrumentum Laboris de la II Asamblea especial para África del Sínodo de los Obispos, que entregó de modo simbólico a grupos representativos de la Iglesia en el Estadio Amadou Ahidjo de Yaundé.

En sintonía con su sentimiento de pastor y Buen Samaritano, visitó y se quedó un buen tiempo en el Centro Cardenal Paul Emile Léger-CNRH de Yaundé, donde lo esperaba “el mundo del sufrimiento”.

En la segunda parte de su visita a África, llegó hasta Angola donde presidió una misa con todos los obispos de la Asamblea interregional de obispos de África del sur en la explanada de Cimangola, en Luanda, en una clara señal de la unidad a la que invocaba a los episcopados de la región.

Consciente de los retos que afronta la población femenina en Angola y los demás países africanos, tuvo un encuentro con los Movimientos católicos para la Promoción de la Mujer en la parroquia de San Antonio de Luanda, quienes siguen alzando sus banderas en pro de los derechos humanos, aún en riesgo de sus vidas.

No se despidió sin encontrarse con aquella multitud de jóvenes que abarrotaba el Estadio Dos Coqueiros de Luanda, a quienes les dirigió un mensaje de esperanza.

Tierra Santa: Una peregrinación

Quiso el papa empezar este viaje apostólico en las tierras de Jesús, previsto del 8 al 15 de mayo de 2009, visitando el Centro Regina Pacis de Ammán, en Jordania, donde la Iglesia católica desarrolla una labor destacable a favor de las personas con minusvalía o habilidades diferentes. Algo así como la figura de Cristo, quien desarrolló su vida pública teniendo en cuenta siempre, y primero, a los excluidos.

Cumplido con esto, hizo la visita de cortesía a los reyes de Jordania en el palacio real Al-Husseinye de Ammán.

Su primer contacto con los lugares de la Historia de la Salvación, fue durante la visita a la antigua Basílica del Memorial de Moisés, en el mismo Monte Nebo, lugar desde el que según el relato bíblico, el patriarca pudo ver la Tierra prometida.

Otro espacio donde las promesas sí se habían cumplido, fue la Universidad de Madaba del Patriarcado latino de Jerusalén, hasta donde llegó Benedicto XVI para bendecir la primera piedra de este centro de estudios. Así, desde octubre de 2011, conviven en sus aulas mil jóvenes cristianos y musulmanes, que pueden ya elegir entre cerca de treinta carreras con amplio futuro.

Destacó también la visita al museo de la antigua y poderosa dinastía jordana hachemita, así como a la mezquita Al-Hussein Bin Talal de Ammán, donde fue recibido por el Imán. Luego sería acompañado por este a un encuentro con los jefes religiosos musulmanos y los rectores de las universidades del lugar.

Siguiendo con la visita a Tierra Santa, el papa llegó hasta Betania junto al río Jordán, lugar del Bautismo de Cristo, donde tuvo la oportunidad de bendecir las primeras piedras de las iglesias de los latinos y de los grecomelquitas en Betania.

Todos recuerdan la simbólica visita al Museo Memorial de Yad Vashem de Jerusalén, hasta donde llegó el papa alemán a rendir homenaje a las vícitmas del Holocausto judío y a reafirmar el mensaje de paz y de perdón que porta su alta investidura. Fue ocasión para que lo invitaran a firmar el exclusivo Libro de Honor del monumento.

Fue propicia la ocasión para encontrarse con las organizaciones para el diálogo interreligioso en el Auditorio del Notre Dame of Jerusalem Center, donde pronunció un conciliador discurso.

Luego tendría la oportunidad de llegar hasta otros lugares emblemáticos de las demás religiones que conviven en dichos territorios, esto es, la Roca en la explanada de las mezquitas de Jerusalén, donde fue recibido por el Gran Mufti.

Terminada la visita al Muro occidental de Jerusalén, donde oró y dejó su intención en el llamado “Muro de los Lamentos”, llegó hasta el Centro Hechal Sh
lomo
de Jerusalén, donde los esperaban los dos Grandes Rabinos de Jerusalén.

La visita del santo padre a tierras de Jordania, Israel y Palestina, que más quiso llamarla una “peregrinación”, no terminaba allí. Al día siguiente ya estaba en Belén para una visita privada a la Gruta de la Natividad y para celebrar una misa en la plaza del Pesebre. Llevó también su voz y su caridad hasta el hospital Caritas Baby y al Campo de refugiados Aida, ambos en Belén.

Un momento de gran relevancia fue la visita de cortesía al presidente de la Autoridad Nacional Palestina en el palacio presidencial de Belén, gesto inicial de la Santa Sede que se extendería a través de los años, hasta el reciente reconocimiento del estado Vaticano a las aspiraciones de Palestina en la ONU.

Un inmediato encuentro de Benedicto XVI con el primer ministro israelí en el convento de los franciscanos de Nazaret, balanceaba bastante bien las cosas…

Otros momentos importantes de la peregrinación papal fueron, la celebración de las Vísperas con los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, movimientos eclesiales y agentes de pastoral de Galilea en la Basílica superior de la Anunciación de Nazaret, así como la visita al Santo Sepulcro de Jerusalén. Buscaba también inspiración para sus libros por venir, dicen algunos…

República Checa: En la exURSS

La visita programada del 26 al 28 de setiembre de 2009 en la exrepública soviética de Checoslovaquia, hoy República Checa, significaba para el papa su primer ingreso como pontífice a un país donde cerca del 70% de la población se declaraba atea, dados los resabios del antiguo régimen comunista.

Sin embargo, el teólogo y pensador Ratzinger no fue a fundamentar esta vez el binomio fe y razón. El papa llegó hasta tierras eslavas para ejercer un derecho de ciudadanía milenario de los cristianos, privado durante décadas por un régimen totalitario que solo veinte años atrás había caído.

También quiso conmemorar con los católicos –minoritarios por cierto–, la festividad de san Wenceslao, patrono de la nación. Fue ocasión para que terminada la misa, se encontrara con miles de jóvenes que lo esperaron por horas en pos de su mensaje renovador.

Otros eventos significativos fueron el Encuentro ecuménico en la Sala del Trono del Arzobispado de Praga y el Encuentro con el mundo académico en el Salón de Vladislav del Castillo de Praga.

Mucha ilusión tenía el papa en visitar la tan venerada imagen del Niño Jesús de Praga, lo que pudo hacer en la misma iglesia de Santa María de la Victoria que alberga la imagen.

Malta y Chipre: Cuna del evangelio

Si bien las visitas a los países-isla del mediterráneo europeo fueron realizadas en fechas diferentes, y aún teniendo de por medio el viaje a Portugal, el papa se refirió siempre a la gran relación que ambas tuvieron con el apóstol Pablo.

En el caso de Malta, desarrollada el 17 y 18 de abril de 2009, tuvo como propósito la celebración del 1950 aniversario del naufragio de san Pablo. Allí tuvo ocasión de orar en la denominada “Gruta de San Pablo”, en Rabat, lugar en que vivió el Apóstol de los Gentiles y desde donde emprendió su plan no-previsto de evangelización de la Isla.

Otro momento importante fue el encuentro de Benedicto XVI con los jóvenes en el Puerto Grande de La Valletta, donde dio claras alusiones sobre la Nueva Evangelización para Europa.

Su visita a la otra isla de tradición paulina, fue Chipre, hasta donde llegó del 4 al 6 de junio del mismo año.

En dicha isla europea, hoy de mayoría cristiana ortodoxa, el santo padre abrió los brazos de par en par al invitar a los jefes cristianos a una celebración ecuménica en el área arqueológica de la iglesia de Agia Kiriaki Chrysopolitissa de Paphos, donde según la tradición, fue azotado san Pablo.

Fue conmovedor el encuentro en el Arzobispado ortodoxo de Nicosia con su beatitud Crisóstomo II, arzobispo de Chipre, con quien ya se había encontrado varias veces. Una de ellas fue en Roma para firmar una declaración conjunta en 2007 a favor de la unidad y el entendimiento, bajo la figura y protección del apóstol Bernabé, fundador de las comunidades cristianas chipriotas.

Se coronó la visita con la celebración de una misa en el Pabellón de Deportes Eleftheria de Nicosia, con ocasión de la publicación del Instrumentum Laboris de la Asamblea especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos, titulada: «La Iglesia católica en Oriente Medio: comunión y testimonio. «La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma» (Hch 4, 32)».

Antes de partir, el papa viajero llegó a orar a la Catedral maronita de Chipre, en Nicosia, con el fin de confirmar en la fe al llamado “otro pulmón” de la Iglesia.

La primera parte del Dossier puede leerse en: http://www.zenit.org/es/articles/dossier-los-ocho-anos-de-benedicto-xvi-i

La segunda parte en: http://www.zenit.org/es/articles/dossier-los-ocho-anos-de-benedicto-xvi-ii

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José Antonio Varela Vidal

Lima, 1967. Periodista colegiado con ejercicio de la profesión desde 1989. Titulado en periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza, de Lima. Estudios complementarios en filosofía, teología, periodismo religioso, new media y en comunicación pastoral e intercultural-misionera; así como en pastoral urbana, doctrina social de la Iglesia y comunicación institucional y estratégica, desarrollados indistintamente en Lima, Quito, Bogotá, Roma, Miami, y Washington DC. Ex jefe de oficinas de comunicación institucional en el sector público y eclesial. Asimismo, fue gerente de televisión de un canal y director de dos revistas impresas. Es articulista en publicaciones católicas de su país y del extranjero, entre ellas zenit. Actualmente colabora con los padres palotinos, presentes en el Perú desde el 2014.

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