Dramático llamamiento al diálogo del patriarca de Jerusalén

Tras los nuevos estallidos de violencia en Tierra Santa

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JERUSALEN, 4 octubre 2001 (ZENIT.org).- En estos momentos difíciles por los que atraviesa Tierra Santa, el patriarca latino de Jerusalén, monseñor Michel Sabbah, escribió el pasado martes, 2 de octubre, una carta pastoral en la que pide justicia para el pueblo palestino y que se cumpla el derecho internacional.

El patriarca invita a reanudar las conversaciones de paz, como única vía posible.

Según el patriarca latino de Jerusalén, el conflicto que se vive hoy en Tierra Santa sólo significa una cosa: «el pueblo palestino pide vida y libertad».

«Y tendremos vida y libertad antes o después –añade–. Esperamos que sea antes que después. Porque la violencia no puede guiar la vida en esta Tierra Santa».

Según el líder espiritual católico, el único camino es «regresar a los acuerdos de paz y a la situación que prevalecía antes de 1967» y «comprender que los Santos Lugares no pueden ser tocados y no pueden ser objeto de mercadeo».

Afirma que «disponer soldados, tanques e incluso misiles no llevará a la tranquilidad y al orden, sólo la justicia lo puede lograr. El camino de la justicia fue ya abierto con las conversaciones de paz y se estaba en el momento de alcanzar el objetivo. Es necesario reanudarlo».

Pide que se acabe con el derramamiento de sangre y que se dé al pueblo palestino «el derecho a la vida y a la autodeterminación». Se pronuncia a favor de un «Estado palestino» que tenga «estabilidad que pueda reorganizar sus propios asuntos, externos e internos».

Respecto a Jerusalén, indica que debería ser capital de los dos estados, el palestino y el israelí, pero, sobre todo, conservar su condición de «ciudad santa», protegida y respetada por sus propios gobernantes y por toda la comunidad internacional.

El patriarca de Jerusalén hace un llamamiento «a los líderes palestinos y a los israelíes a seguir en la búsqueda de una paz justa» y a la comunidad internacional que «ayude a ambas partes a alcanzar lo que es justo y de derecho según la legitimidad internacional».

Concluye su mensaje afirmando que pide a Dios «que ilumine y fortaleza a todos los líderes de esta tierra para hacer lo que es de derecho y justo», indicando que ruega «por palestinos e israelíes, cristianos, musulmanes y judíos, para que Dios inspire justicia y reconciliación en sus mentes y corazones».

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ZENIT Staff

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