Ecuador decreta el 25 de marzo «Día del Niño por Nacer»

Sigue las huellas de otros países latinoamericanos

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

QUITO, jueves, 8 junio 2006 (ZENIT.org).- El Presidente del Ecuador, Alfredo Palacio González, emitió un decreto mediante el cual se establece el 25 de marzo como Día del Niño por Nacer.

En el decreto presidencial, que lleva el número 1441 del 1 de junio de 2006, se establece que el concebido es un niño. Se debe asegurarle «el derecho a la vida, reconociéndole expresamente su ‘calidad de persona natural sujeta de derecho, al que no se le puede discriminar por su condición de no nacido’».

La norma también precisa que «es una obligación Constitucional del Estado, proteger y garantizar la vida de todo ser humano, desde su concepción» y destaca que «es necesario concientizar a la sociedad acerca de esta protección especial que merecen los niños no nacidos, por su extrema fragilidad e indefensión; y que los niños no nacidos son un grupo vulnerable al que debe darse un trato prioritario».

Por lo anterior, el «Gobierno Ecuatoriano considera que el Día del Niño por Nacer debe celebrarse el 25 de marzo de cada año, fecha internacionalmente aceptada para el evento».

«Los Ministros de Educación y Cultura y Bienestar Social en el ámbito de su competencia implementarán las acciones necesarias en planteles educacionales, instituciones de asistencia social y benéfica, que promuevan y promocionen programas y festejos en honor de los niños no nacidos y de la vida», indica el decreto.

La Conferencia Episcopal Ecuatoriana ya había establecido el 25 de marzo como el Día del Niño por Nacer. Con este decreto presidencial, la fecha queda oficialmente establecida también por la autoridad civil.

La iniciativa de proclamar el Día del Niño por Nacer, que fue promovida por Juan Pablo II en particular entre los países iberoamericanos y él propuso la fecha del 25 de marzo, fiesta de la Anunciación del Ángel a la Virgen María, es decir, de de la concepción Jesús.

El Salvador fue el primer país que decretó una celebración de este tipo en el año 1993.

El 7 de diciembre de 1998 Argentina declaró el 25 de marzo «Día del Niño por Nacer». La primera celebración de esta fecha, el 25 de marzo, contó con la presencia del hoy cardenal Renato Martino, que entonces era observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas.

El Papa Karol Wojtyla se hizo presente con una carta en aquella celebración, en la que también participaron representantes de las iglesias ortodoxas y cristianas, así como líderes judíos y musulmanes. Los participantes invitaron a los países de América Latina, España, Portugal y Filipinas a adherirse a la iniciativa.

En Chile, el 18 de mayo de 1999, la Cámara de Senadores aprobó por unanimidad un proyecto de acuerdo por el que se solicitó a la presidencia de la república que declarara el 25 de marzo de cada año «Día del Niño Concebido y No Nacido».

El 20 de mayo de 1999, el Congreso de Guatemala declaró el 25 de marzo «Día Nacional del Niño No Nacido».

En 1999, el entonces presidente costarricense, Miguel Angel Rodríguez, proclamó el 27 de julio como «Día Nacional de la Vida Antes de Nacer».

En Nicaragua, el presidente de la República, Arnoldo Alemán, promulgó el 25 de enero de 2000 un decreto por el que declaró el 25 de marzo de cada año «Día del Niño por Nacer».

En República Dominicana se aprobó a principios del 2001 la ley que instituye la celebración, «con la finalidad de propiciar la reflexión sobre el importante papel que representa la mujer embarazada en el destino de la humanidad, y el valor de la vida humana que porta en su seno».

En enero del 2002, el Congreso de la República Peruana declaró el 25 de marzo como «Día del Niño por Nacer».

El 14 de abril de 2003 Paraguay estableció el 25 de marzo de cada año como fecha oficial para la celebración del Día del Niño por Nacer con un decreto del entonces presidente de la República, Luis Ángel González Macchi.

En otros países de lengua española, la fiesta no tiene reconocimiento nacional, pero es promovida por la Iglesia católica.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación