«Efetá», una escuela de Belén para niños sordomudos gestionada por religiosas

Fundada en 1971, acoge a 133 niños palestinos

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BELÉN, jueves, 19 abril 2007 (ZENIT.org).- En Belén, Palestina, existe una escuela que se ocupa de la reeducación audiofonética de niños palestinos sordomudos o que tienen problemas de oído, dirigida por las religiosas Doroteas Hijas de los Sagrados Corazones, de Vicenza, Italia.

Es el Instituto «Efetá Pablo VI», cuya responsable es sor Pierluigina Carpenedo, 58 años, que estudió en la Universidad de Padua, especializándose en Logopedia.

«Efetá», querida por el Papa Pablo VI tras su peregrinación a Tierra Santa en 1964, fue creada en 1971 y recuerda en su nombre el relato evangélico de la curación de un sordomudo por Jesús.

Sor Pierluigina Carpenedo, dos ojos claros que expresan dulzura y fuerza al mismo tiempo, desde hace diez años responsable del Instituto, ha relatado a Zenit que «los niños actualmente provienen de ciudades de la región sur de Palestina, como Belén, Hebrón y Beersheba».

«Nos hemos visto obligadas a excluir a los niños del norte por los problemas que había de transporte y de paso a través del muro de división –explicó–. Antes, teníamos de Jenin o Tulkarem».

El Instituto está reconocido por el Ministerio de Educación y el de Asistencia Social y, gracias al primer contrato realizado con el Vaticano, no está vinculado de ningún modo en su gestión.

«Actualmente hay 133 niños, desde 1 a 16 años. Es decir cubrimos toda la franja de la edad evolutiva», añadió sor Pierluigina.

«De 1 a 3 años, ofrecemos una reeducación semanal a nivel ambulatorio con toda la familia, para que comprenda y aprenda cómo tratar al niño. Como escuela es la única que usa el método de educación oral», añadió.

«Somos el único Instituto que ofrece un servicio de este tipo. No está prohibido que el niño se comunique espontáneamente con gestos, sin embargo el profesor trata de utilizar el lenguaje oral, animando al niño a hablar», explicó a Zenit.

Se trata, añadió la responsable del Instituto, de una «técnica más larga y difícil. Algún niño tiene dificultad, pero los resultados son seguramente mejores».

«La comunidad está formada por siete religiosas: tres árabes y cuatro italianas. Más de veinte profesores locales, de los que se supervisa la preparación técnica y profesional, porque en Palestina no existen escuelas de este tipo», aclaró.

«La permanencia media de un niño es de 13 ó 14 años. Nuestro objetivo es el de enseñarles a comunicar y a comprender antes de inscribirles en una escuela normal», explicó la religiosa.

«Las estructuras públicas, que normalmente tienen más de 30 chicos por clase, no están preparadas para la acogida de estos chicos que tienen problemas de oído y no prevén un profesor de apoyo», añadió.

«El número mínimo por clase es de cuatro niños, el máximo de doce, y se realiza un trabajo individual y uno de grupo», indicó.

En la escuela niños y niñas estudian juntos y no hay ningún tipo de división o diferencia entre ellos.

«Si el niño es en cambio hipoacúsico, hacemos sólo reeducación para luego enviarlo a las escuelas normales», subrayó la religiosa.

«Una veintena de niños, que provienen de zonas como Jericó, y que deben afrontar más de 70 kilómetros, pernoctan desde el lunes hasta el viernes, con regreso a la familia cada fin de semana», explicó.

Además el Instituto «Efetá» se beneficia de la ayuda voluntaria de «chicas de la Universidad que llevan adelante varias actividades creativas además de estudiar con los niños. Mientras que jóvenes salesianos de varias nacionalidades, estudiantes de Teología, hacen actividades recreativas o de teatro».

«Con nosotros conviven niños en su mayoría musulmanes y judíos, y tratamos de ser lo más respetuosas posible con sus religiones –afirmó–. Ciertamente hemos creado un ambiente abierto en el que se puede haber sin tabúes, afrontando por ejemplo la relación hombre-mujer, que origina todavía muchas situaciones sociales incomprensibles para nosotros los occidentales».

«El niño minusválido está siempre cargo de la mujer musulmana, por tanto los hombres no participan en la rehabilitación•, afirmó.

«Nosotros respetamos el Ramadán, sus horarios, sus ritos. En las aulas, no hay crucifijos, sólo imágenes de la Virgen con Jesús niño, mientras que nuestras niñas no llevan el velo», precisó.

Sor Pierluigina explicó que ha llegado a establecer relaciones de mucha confianza con algunas de las madres: «La mamá de Yahia, por ejemplo, tiene 24 años y tres niños; el primero está en estado vegetativo permanente, el segundo es autista, y el tercero es el mejor porque ‘sólo’ es sordo».

«No sabía que tuviera todos estos niños. Luego, poco a poco, me ha contado su historia. Me pedía que hablara con su marido para decirle que no quería tener más hijos, porque son primos hermanos», explicó.

La religiosa explicó en este sentido que «la causa de la sordera se debe en la mayoría de los casos a dos factores: consanguinidad y herencia», y que «los niños con minusvalía en esta zona son muchísimos».

La mamá de Yahia, comentó la religiosa, le confiaba a menudo: «Menos mal que puedo venir aquí a hablar con alguien».

«Asistir a la escuela cuesta 1.500 shékel (unos 300 euros) al año, una cantidad irrisoria –explicó sor Pierluigina–. Tras la Intifada, no podemos pedir más, también porque están a su cargo todos los costes de transporte y paso de las fronteras».

«Normalmente tenemos muchísimas solicitudes. Los niños llegan aquí a través del boca a boca, o por sugerencia de los médicos», dijo.

«Casi todas las profesoras tienen a sus maridos en casa sin trabajo y ellas perciben, como salario inicial 500 dólares al mes, incluido el seguro médico», explicó.

«La formación es a cargo de la escuela, que organiza jornadas de estudio invitando a expertos de fuera. En colaboración con una asociación holandesa, organizamos también un curso para madres», concluyó.

[Para contactar o enviar ayuda: Pontifical Institute «Ephpheta Paul VI»
1°, Chanoc Albert Str.-P.o.Box 10510
91009 JERUSALEM – ISRAEL
Tel. 00970-2-2742568/ 00970-2-2777584
FAX. 00970-2-2777585
E-mail: ephpheta@p-ol.com]

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ZENIT Staff

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