El día después del pedido de oraciones del papa Francisco en el angelus, en la que invocó a María Reina de la Paz, en Egipto la situación sigue tensa. Una calma relativa reina hoy en el país árabe, tras la primera noche con el toque de queda nocturno, decretado ayer por las autoridades, y del estado de emergencia que durará un mes.
Los disturbios iniciaron el miércoles, cuando las fuerzas de seguridad iniciaron el desalojo de los principales campamentos pro Mursi en El Cairo, dando lugar a fuertes enfrentamientos con los manifestantes islamistas los cuales se extendieron a otras ciudades.
La comunidad internacional ha hecho un llamamiento unánime a la contención por parte de todos los protagonistas del conflicto interno. La institución suní de Al Azhar, con sede en El Cairo, Ahmed al Tayeb instó al dialogo puesto que «el uso de la violencia nunca será una alternativa a las soluciones políticas».
El balance de los enfrentamientos del miércoles entre fuerzas de seguridad egipcias y los seguidores del expresidente Mohamed Mursi es tremendo: al menos 578 muertos y 4.200 heridos, según ha informado esta mañana el Ministerio de Sanidad egipcio, de los cuales 202 muertos en El Cairo, en la plaza de Rabea al Adauiya, destruida por las fuerzas de seguridad. Según las cifras del Ministerio de Interior, 534 personas han sido detenidas.
El padre Paul Annis, superior de la Congregación de los Misioneros Combonianos en El Cairo, en declaraciones a la agencia de noticias MISNA, indicó el miércoles 14 al comentar la noticia de tres iglesias incendiadas en Sohag, Minya y Suez: “También los católicos, como los coptos y los protestantes, el día de hoy preferimos cerrar las iglesias y los lugares de culto para evitar incidentes”.
“Mañana, si la situación lo permite, las vamos a volver a abrir para celebrar la Asunción de María al cielo. Pero todo está por verse y hasta mañana la noche será larga”.
“La situación se salió de control después de que se difundió la noticia de la detención de algunos líderes de la Hermandad” dijo, la cual transmitió la noticia del arresto de Mohamed el Beltagui, ex-secretario general y todavía uno de los máximos representantes del movimiento religioso.
El misionero precisó que mientras que la policía y los manifestantes seguían batallando en las calles, los cristianos (una minoría que representa al 10% de una población de 80 millones de egipcios) “siguen con preocupación la evolución de los hechos”.
Los coptos -precisó el padre Annis- temen venganza pues papa Tawadros II se alineó con los militares que protagonizaron la destitución de Mohamed Morsi el 3 de julio.
El obispo copto católico de Assiut, monseñor Kyrillos William Samaan, el lunes 12 de agosto le comentó a Ayuda a la Iglesia Necesitada los recientes ataques a la comunidad copta egipcia.
“Es absurdo -dijo refiriéndose a los hecho del 3 de julio- pues los islámicos están desahogando en contra de nosotros su rabia, pero los cristianos no fueron los únicos a manifestar. Al menos treinta millones de ciudadanos de Egipto pidieron la renuncia de Morsi”.
En su página web, Ayuda a la Iglesia Necesitada indica hoy que la lista de templos atacados aumentó trágicamente en la noche del 14 de agosto, mientas las fuerzas armadas desalojaban violentamente las manifestaciones pro Morsi en la ciudad de El Cairo.
Como represalia por los cientos de víctimas los sostenedores del ex presidente, exponentes del movimiento Hermanos Musulmanes, se vengaron con los cristianos, convencidos de su connivencia con el Ejército.
“Fueron atacados numerosos edificios religiosos -añadió el obispo copto católico de Assiut- y en la ciudad de Sohag, los extremistas izaron una bandera de Al-qaeda en la iglesia de San Jorge”. Y añadió que los templos atacados son unos treinta y la diócesis de Assiut es una de las más golpeadas por la violencia. Los islámicos destruyeron también el monasterio del Buen Pastor.
