El ancho mar del secularismo holandés

La Iglesia en Holanda espera un punto de inflexión

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ROMA, sábado, 27 marzo 2004 (ZENIT.org).- «Preocupación y esperanza» son las palabras que, según los obispos holandeses, resumen la situación de la Iglesia en su país. En un informe presentado durante su visita quinquenal al Vaticano, titulado «La Iglesia Católica Romana en Holanda al Inicio del Nuevo Milenio», los prelados presentan un sombrío cuadro.

Los datos de las parroquias de finales de 2002 sugerían que, de la población de la nación de 16.2 millones de habitantes, más de 5 millones eran católicos. Sin embargo, puede ser una sobreestimación, admite el informe. Una encuesta de 1997 encontró que sólo el 21% de la población holandesa se considera católica. Esto significa que un tercio de los fieles registrados en las parroquias son católicos sólo en el papel.

El informe calcula que en el periodo 1995-2002 el número de católicos ha descendido en más de 50.000 cada año, mientras que la población holandesa ha subido en general una media de 100.000 personas al año. El número de católicos es equivalente, grosso modo, al de los niveles de lo que el informe denomina «las iglesias de la reforma», que sumaban el 22% de la población en 1996.

Pero el primer lugar lo ocupan ahora aquellos que dicen no tener ninguna afiliación religiosa, el 53% en 1996. El estudio citaba un informe, según el cual, en 2010 dos tercios de la población holandesa en edades entre los 21 y los 70 años no tendrá ninguna afiliación religiosa. Para entonces, el 13% de la población será católica, el 9% protestante, el 6% musulmana y el 4% de otras creencias.

El informe identificaba algunas tendencias que se lo ponían difícil a la Iglesia en Holanda. Entre ellas:

— Secularización. La generación actual no ha tenido una educación religiosa y «apenas puede recordar un modo de vida religioso». El lenguaje, los símbolos y el pensamiento cristianos han desaparecido de la vida pública, mientras que la religión y la ética deben esforzarse mucho para encontrar una audiencia en la sociedad. El informe contempla, sin embargo, signos de un cierto cambio en esta tendencia.

— Individualismo. Aunque algunos jóvenes muestran interés en la religión y la ética, éste no se orienta hacia las instituciones. «El individuo autónomo quiere mantener el control, incluso en temas que conciernen a la religión», dice el informe. Las personas tienden a comportarse como «clientes» de la religión.

— Pluralismo. En las tres áreas metropolitanas principales, cerca del 45% de la población tiene ascendencia inmigrante, y dos tercios de los inmigrantes no tienen ascendencia occidental.

— Envejecimiento. En 2002, el 13,7% de los holandeses era mayor de 65 años. Entre los católicos la cifra es más alta: el 16,8% tenía más de 65 años a finales del 2000. En 1960, por contraste, sólo el 6,8% de los católicos tenía más de 65 años, en comparación con el 8,7% de la población en general.

— Materialismo. Todos los segmentos de la sociedad se han visto dominados por la economía, observa el informe. «Existe el riesgo de que sigamos perdiéndonos en una torpe sociedad interesada sólo en valores materiales».

Números en declive
El informe observa una tendencia en descenso en la asistencia a la Iglesia y en la participación en la vida sacramental. Los bautismos han caído un 5% durante los últimos siete años. El número de adultos acogidos en la Iglesia permanece inalterable. Pero el número de primeras comuniones, confirmaciones y matrimonios está en claro declive. Lo mismo ocurre con los funerales de Iglesia.

En el mismo periodo, el número de sacerdotes activos ha caído hasta casi 500, cerca del 30%. Mientras tanto el número de diáconos permanentes ha subido en 44 y el número de trabajadores pastorales (hombres y mujeres) en 72.

Los religiosos han sufrido una dramática caída en sus miembros. El número de religiosas, activas y contemplativas, cayó de 12.176 a finales de 1996, hasta 8.062 a finales del 2002. El número de religiosos hermanos y monjes descendió de 1.779 a 1.259. Y los religiosos sacerdotes se redujeron de 3.131 a 2.431.

El número de seminaristas se ha reducido un 31% desde 1996, mientras que el número de diáconos en prácticas aumentó ligeramente. El número de estudiantes en instituciones católicas de educación teológica académica o de programas profesionales avanzados de teología siguió siendo el mismo. Entre estos estudiantes de teología, es minoría el grupo de edad con menos de 30 años.

Reacción de la Iglesia
El informe de los obispos explica que durante 1993-2003, los obispos holandeses se centraron sobre todo en tres áreas: consolidar la identidad de los católicos, construir una solidaridad mutua y expandir la relevancia social de la Iglesia.

En la segunda mitad de este periodo se vivió una reorganización de la Iglesia, adaptando las estructuras al personal y recursos financieros disponibles, y al tamaño de la comunidad católica. Durante este proceso, observa el informe, las reacciones han sido opuestas. Algunos sufrieron el declive de la Iglesia, mientras que otros miran el futuro con optimismo.

A nivel de base, las diócesis están intentando implantar la conciencia en las parroquias de la labor misionera. Este conocimiento es creciente, pero «no se puede decir que la conciencia misionera esté presente a una escala amplia», observa el informe. En principio, se ha hecho la luz en el callejón sin salida de la cuestión de la orientación de la catequesis. Esto ha conducido a un reconocimiento cada vez más claro de la importancia de la catequesis parroquial y de una creciente implementación de la misma.

El informe también observa que se han superado las divisiones de la Iglesia del pasado y que, en general, ha crecido la confianza y el entendimiento mutuos entre los diferentes grupos y entre los miembros de la conferencia episcopal.

Otra evolución positiva de la pasada década es el aumento en el número de inmigrantes católicos. En 2000 había 50 comunidades inmigrantes, que incluían 37 parroquias. Estos grupos producen también candidatos al seminario.

Una prioridad de los últimos años ha sido la presencia católica en los medios. El informe observa que la Iglesia católica tiene la mayor presencia visible en los medios de las comunidades cristianas en Holanda. Sin embargo, la imagen es vulnerable por una cierta trivialización de la religión y la ideología en los medios. También, la oposición secularista a los puntos de vista católicos, especialmente en el área de la bioética, lleva algunas veces a un tratamiento crítico sino cínico de la Iglesia en los medios.

Un camino por delante
El informe reconoce: «Durante más de 30 años el panorama se ha visto dominado por la reducción», en términos de número de creyentes, sacerdotes, religiosos, vocaciones, parroquias y edificios de la Iglesia. Esto ha supuesto una presión total en la Iglesia, dice el informe, añadiendo: «Todavía no hemos alcanzado el punto de retorno».

«Sin embargo», continúa el informe, «el sentimiento por los valores del Evangelio y por la fe en Dios no ha desaparecido entre los católicos holandeses, y la apertura a la vida espiritual y a las realidades sobrenaturales aumenta entre los jóvenes». El informe ve signos de esperanza en algunas parroquias, comunidades religiosas y nuevos movimientos. Y entre los laicos y sacerdotes jóvenes se nota una actitud más positiva. Puede que ya se empiece a ver la luz al final del túnel.

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ZENIT Staff

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