El arzobispo asesinado de Cali no era consultor de las Autodefensas Unidas de Colombia

BOGOTÁ, jueves, 19 julio 2007 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) rechazó que el asesinado arzobispo de Cali, monseñor Isaías Duarte Cancino, haya conformado un supuesto grupo consultor de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), como lo asegura Diego Fernando Murillo, alias «Don Berna», presunto narcotraficante y ex jefe de bloques de esa organización paramilitar.

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El Secretario General de la CEC, monseñor Fabián Marulanda, ha recordado en Bogotá que monseñor Cancino, tiroteado hace cinco años en Cali, fue un fuerte crítico de los grupos armados ilegales y de los narcotraficantes.

«No se puede manchar el nombre de alguien tan respetable como lo fue monseñor Isaías Duarte Cancino», afirmó monseñor Marulanda en declaraciones a RCN Radio.

El prelado agregó que le parece «sumamente delicado y grave» que paramilitares desmovilizados como «Don Berna» o «Adolfo Paz», alias de Murillo, presenten imputaciones de esta naturaleza en procesos en los que se debe respetar la verdad.

Murillo sostuvo el martes 17 de julio, durante una diligencia judicial en Medellín, que Carlos Castaño, el desaparecido jefe máximo de las AUC, le confió tras el asesinato de monseñor Duarte Cancino que el religioso hacía parte del llamado «Grupo de los seis».

Se trató de un comité conformado por «personalidades influyentes en la sombra» con las que el mando de las AUC consultaban las «decisiones de fondo», según explicó «Don Berna», quien sostuvo que Castaño le dijo, «al calor de unos tragos (copas)», que con la muerte del arzobispo «quedaban cinco».

La versión sobre la actividad del supuesto grupo consultor no es nueva, pero las identidades de quienes lo conformaron nunca han sido reveladas por las AUC, que desarmaron a más de 31.000 paramilitares en un proceso de paz con el gobierno del presidente Álvaro Uribe.

Murillo vertió sus afirmaciones en la segunda jornada de una diligencia judicial a la que fue convocado para que ofreciera un testimonio voluntario sobre sus acciones dentro de las AUC, en las que ingresó después de haber sido miembro de una guerrilla comunista y de estar al servicio de narcotraficantes.

En las AUC, «Don Berna» tuvo bajo su mando a más de 3.700 paramilitares distribuidos en tres bloques, uno de ellos con centro de operaciones en Medellín. Las autoridades judiciales tienen registradas unas 13.000 víctimas de este ex jefe paramilitar, cuya diligencia judicial en Medellín fue suspendida y se reanudará en octubre próximo.

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ZENIT Staff

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