El arzobispo de Bangalore (India), Hombre del Año en Estados Unidos

En reconocimiento a su labor educativa

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BANGALORE, 11 diciembre 2001 (ZENIT.org).- El arzobispo de Bangalore, Ignatius Pinto, ha sido declarado Hombre del Año 2001 por el Instituto Biográfico Americano, con sede en Carolina del Norte.

El prelado al recibir la noticia, ha reconocido que ha sido una «sorpresa muy grande» ya que el Instituto nunca le había consultado.

En una entrevista concedida a la agencia católica india SAR, el arzobispo comenta el trabajo de la Iglesia en India.

–Tras 50 años de vida sacerdotal, ¿cuáles son sus comentarios sobre la aportación de la Iglesia en el desarrollo socioeconómico del país?

–Ignatius Pinto: En general, la Iglesia está haciendo mucho por los pobres. Puede haber excepciones, pero no nos guiamos por las excepciones. Los servicios de educación y salud pueden ser considerados como un servicio social. En nuestra propia ciudad, tenemos tres grandes hospitales gestionados por católicos –St. Johns Medical College y Hospital, St. Marthas, y St. Philomenas Hospital– . Hay un número de dispensarios y centros de salud incluso en los más remotos lugares. Todo esto demuestra que la Iglesia tiene programas bien definidos para los pobres, los enfermos y los necesitados.

–¿Qué área de servicio piensa que ha reconocido el Instituto Biográfico Americano?

–Ignatius Pinto: Recibí una carta hace unos tres meses informando que había sido seleccionado como Hombre del Año 2001 por el Instituto Biográfico Americano de Carolina del Norte. El Instituto estadounidense tiene investigadores en todo el mundo. Probablemente me han elegido en reconocimiento a mi liderazgo en el servicio a la sociedad.

Pienso que me hice un poco más conocido cuando hablé sobre el asesinato de Graham Staines y sobre los atentados a la Iglesia en Bangalore. Me dijeron que salí en la BBC con el primer ministro durante el servicio de funeral que tuvimos por la familia Staines en la Basílica de Santa María y el que tuvimos en la Iglesia de San Pedro y San Pablo donde tuvo lugar el atentado.

–Usted es un educador y ha tenido puestos clave en el campo de la educación. ¿En qué medida cree que las instituciones educativas católicas han ayudado al progreso del país?

–Ignatius Pinto: Debido a los altos costes y la infraestructura que se necesita para crear instituciones profesionales y técnicas, nos vemos obligados a dar educación general que se orienta al empleo o a la prosecución de estudios profesionales en otras instituciones. Estoy convencido de que la educación que ofrecemos es suficiente para insertar a los jóvenes de este país en mejores vías de educación y empleo profesional. La educación que ofrecemos ha mejorado ciertamente el «status» socioeconómico de miles de personas en este país.

–Algunos fanáticos religiosos en la burocracia y política india han pasado por algunas de las mejores instituciones educativas cristianas. ¿Piensa que han fracasado a la hora de concienciar a los estudiantes sobre las consecuencias negativas de las ideologías fundamentalistas?

–Ignatius Pinto: La Iglesia ha fallado en alguna manera a la hora de ayudar a hacer «pensar» a los chicos. Muchos de nuestros estudiantes no se convierten en excelentes pensadores con ideología clara y por esto caen en la trampa de ideologías peligrosas que amenazan la unidad de la sociedad. Lo que sucede es que a muchos de los estudiantes se les da todo masticado. Por ejemplo, los apuntes son proporcionados por los profesores. Esto les impide pensar e investigar. Durante mi infancia, había unos 15-20 chicos en clase. Hoy, una clase normal tiene casi 60 alumnos. En esta situación, es difícil producir chicos «pensadores».

–Si esta es la situación, ¿se deberían incluir en el curriculum materias orientadas a formar ideologías más sanas y corregir las ideologías destructivas?

–Ignatius Pinto: No es fácil hablar sobre racismo, sistema de castas y otras ideologías fundamentalistas en una clase de escuela. Hay temas muy sensibles. Lo que podemos hacer es fomentar un pensamiento sano y lógico entre los estudiantes. Debemos lograr que nuestros alumnos hagan un análisis imparcial de todo los temas que amenazan el crecimiento y creación de una familia universal. Debemos urgir a nuestros alumnos a mirar hacia la construcción de una fraternidad común, una familia global.

–¿Cree que el Gobierno reconoce el servicio de la Iglesia en India?

–Ignatius Pinto: El Gobierno es bien consciente de todo el servicio social que se está haciendo a la gente de este país. Hay muchas agencias, asociaciones y sociedades implicadas en este trabajo. Algunos burócratas de alto perfil han observado incluso que cuando el dinero viene de los católicos del exterior, el 90% es bien usado mientras que en el caso de otras instituciones, el 10% es usado y el 90% estafado. Esto es solo un comentario informal. No estamos aquí para juzgar a los demás ni para hacernos publicidad. Hacemos nuestro trabajo por la causa de los pobres y los pisoteados, siguiendo los pasos de Jesús.

–¿Considera que crece el número de pobres en el país?

–Ignatius Pinto: Si me guío por el número de los que vienen a llamar a nuestra puerta, siento que está aumentado. Pero un cuidadoso estudio revelará que los pobres están siendo lenta y sistemáticamente ayudados a salir de su pobreza a través de varios programas de desarrollo socioeconómico. Por ejemplo la Sociedad de Servicio Social de Bangalore está haciendo un enorme trabajo en este área.

–Si a alguien se le ocurriera escribir su biografía, ¿que es lo que desea que se recuerde?

–Ignatius Pinto: En primer lugar, no deseo que nadie escriba mi biografía. Pero, dada su pregunta, preferiría que la gente supiera que soy disciplinado, puntual y un hombre de principios. Hacer saber a la gente que siempre he tenido altas miras y respeto por mis mayores, mis profesores y los funcionarios. Estos son principios que cada uno debería mantener.

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ZENIT Staff

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