El arzobispo de Seúl pide rezar por los hermanos de Corea del Norte

En un momento de fuerte tensión política y militar

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Monseñor Andrew Yeom Soo-jung, arzobispo de Seúl, en Corea del Sur, pidió en su mensaje pascual: “abundantes gracias y bendiciones para nuestros hermanos, separados de nosotros, en Corea del Norte, con la esperanza de que la paz pueda triunfar siempre en la península coreana”.

El mensaje, difundido por la agencia vaticana Fides, se produce en un momento de alta tensión política y militar entre las dos Coreas.

Recordando que “el amor y la paz del Señor resucitado han inundado el mundo de la alegría pascual”, el arzobispo invita a todos a “rezar por aquellos que sufren física y espiritualmente” y, sobre todo, “por los hermanos de Corea del Norte”. 

“Con la resurrección de Jesucristo, Dios nos muestra que la muerte no es el final sino un nuevo comienzo: se pasa de la oscuridad a la luz, de la muerte a una nueva vida”. 

Esa “nueva vida” que el arzobispo desea a todo el pueblo de Corea del Norte y del Sur, invocando: “Vivimos en una época en que la paz es más necesaria que nunca, y nosotros los cristianos debemos convertirnos en el instrumento que trae la paz de Jesús al mundo. 

“Nuestro país está lejos de la paz debido a la inestable situación política y al conflicto con Corea del Norte. ¿Qué debemos hacer para ser un instrumento de paz? Debemos creer en la Resurrección de Cristo y vivir la Resurrección. Permanecer en Cristo con una fe profunda ante el mal o el dolor significa abrazar la agonía del prójimo y ayudar a los demás a llevar su cruz”. 

El arzobispo remarca la actualidad de la Resurrección que “no es sólo un acontecimiento que ocurrió en el pasado”: “El Señor resucitado está con nosotros en este momento. Si creemos en su presencia, todo se puede cambiar, nada es imposible para Dios”. “El amor y la paz de Dios sea con todos ustedes y con toda la Corea”, concluye el mensaje.

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ZENIT Staff

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