El cardenal Bergoglio denuncia una nueva esclavitud, los descartados

BUENOS AIRES, lunes, 29 septiembre 2008 (ZENIT.org-El Observador).- El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, advirtió este sábado sobre una «industria del descarte que se llama esclavitud», que todavía no se abolió en el país, y aseguró que las categorías de análisis de la realidad van progresando.

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    «Hablamos de opresores y oprimidos pero no nos basta. Luego añadimos incluidos y excluidos y no nos basta. Hoy tenemos que añadir otro matiz, gráfico y duro, los que caben y los que sobran», subrayó al cerrar la XI Jornada Arquidiocesana de Pastoral Social que se desarrolló en la Colegio San Cayetano, del barrio porteño de Liniers.

     Organizada por el Departamento Arquidiocesano de Pastoral, a cargo del presbítero Carlos Accaputo, tuvo como eje los 25 años de la recuperación de la democracia y sirvió para ir reflexionando «hacia el bicentenario 2010-2016».

     Acompañaron al cardenal Bergoglio en el acto de cierre, el senador Antonio Cafiero, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y sus antecesores en ese cargo Jorge Telerman y Enrique Olivera. En ese momento, también se leyó una carta del ex presidente Raúl Alfonsín, quien no pudo asistir por encontrarse convaleciente.

     El purpurado porteño insistió en que «hoy en nuestro suelo tenemos esclavos», y se refirió puntualmente a «la esclavitud de los niños, sobre todo inmigrantes, sometidos al trabajo de los cartoneros, sometidos a la mafia de la droga como mulitas, sometidos a la mafia de los arrebatadores, sometidos en los talleres clandestinos que pululan en nuestra ciudad, sometidos a la cadena de prostitución, que por más denuncias que se hagan nadie se atreve a enfrentar».

     «Esos son nuestros esclavos y no hablamos de los ancianos sometidos muchas veces a una eutanasia encubierta», enfatizó.

     El cardenal Bergoglio estimó que «para hacer un análisis de la realidad debemos apartarnos de los esquemas, de las ideas, e ir a la carne de nuestro pueblo, a la carne periférica que sufre, a la carne periférica que tiene hambre, a la carne que se la tira afuera porque sobra y se la usa de material de descarte. Ir a la persona».

     Tras señalar la «bronca» genera «la voz intelectual que niega la justicia social, porque prefiere hablar de justicia y no de justicia social», advirtió que «si no hay justicia social, no hay verdadero análisis de la realidad».

     «No miremos la realidad con un intelecto frío o con una visión puramente eticista. Estamos cansados de intelectuales sin talento y de eticistas sin bondad, miremos la realidad con corazón de hermanos que saben llorar», concluyó.

     En el auditorio pudo verse a los legisladores porteños Santiago de Estada y María Victoria Morales Gorleri, al sindicalista Rodolfo Daer, y a dirigentes de organizaciones políticas, gremiales y sociales.

    En tanto, por la mañana pasaron por el colegio San Cayetano, Roberto Lavagna, quien compartió un panel con Aldo Ferrer y Rogelio Frigerio, previo a otro del que participaron María Eugenia Vidal, Daniel García Delgado y Horacio Ghilini.

     También hubo otros dos paneles a cargo de Pacho O’Donnell, Graciela Maturo y Jorge Soneira, y Luis Alberto Romero, Ernesto Villanueva, Enrique Olivera y José Octavio Bordón.

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ZENIT Staff

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