MINSK, martes 24 de junio de 2008 (ZENIT.org).- El cardenal Tarsicio Bertone, secretario de Estado de Benedicto XVI, concluyó el pasado domingo su visita oficial a Bielorrusia, visitando a la comunidad católica de la archidiócesis de Minsk-Mohilev. Uno de los momentos más importantes fue el encuentro con jóvenes católicos en la parroquia salesiana de esta ciudad.
Durante la vigilia, el cardenal Bertone, según publica el diario L’Osservatore Romano, pidió a los jóvenes «ir contra corriente» para dar testimonio de su fe.
Es necesario anunciar el Evangelio «con un estilo de vida humilde pero decidido, atento a los demás y pronto al servicio, sincero y respetuoso, no violento, constructivo, capaz de renunciar al propio interés para hacer triunfar al bien, valiente en dar testimonio del nombre de Dios, de su auténtico rostro, defendiéndolo de imágenes falsas e instrumentalizaciones
«Jesús no hablaba como un funcionario, como uno que predica por tradición o por oficio -afirmó-. Predicaba con autoridad, en sus palabras se advertía la presencia de Dios, la fuerza de la verdad».
Invitó a los jóvenes a no contentarse con una fe «hecha solo de palabras, una religión formal» sino a ir a «lo sustancial», a «un amor creído y practicado», y les animó a considerar la propia vocación, al matrimonio o a la vida consagrada.
El Secretario de Estado mantuvo también encuentros con los obispos católicos locales, tras una Eucaristía que presidió en la catedral de Minsk, en la cual participaron, entre otros, el arzobispo y el obispo auxiliar de esta diócesis, monseñores Tadeusz Kondrusiewicz y Antoni Dziemianko, así como el cardenal Kazimierz Swiatek, y el nuncio apostólico, Martin Vidovic.
Durante la homilía en la catedral, el cardenal Bertone renovó el saludo de la Santa Sede a la Iglesia ortodoxa y a las autoridades civiles. A los católicos les invitó a «dejar de lado desánimos y miedos» pues «es el tiempo de incrementar la predicación, la catequesis, la formación de los jóvenes y la presencia en los medios de comunicación».
Diálogo ecuménico
Con estos encuentros concluyó una visita oficial de cinco días a Bielorrusia, en la que el enviado del Papa ha querido dar un nuevo impulso a la Iglesia católica del país en el diálogo ecuménico con la Iglesia Ortodoxa. Un diálogo a veces difícil tras la caída del régimen comunista y tras la aprobación de la Ley sobre Religiones (2002), como reconoció durante el encuentro, mantenido con los obispos católicos, el pasado 18 de junio. Mantuvo también un encuentro con la comunidad greco-católica del país, que celebra la liturgia oriental, como los ortodoxos, pero manteniendo la fidelidad a Roma.
El cardenal Bertone invitó entonces a los católicos a «dejar de lado los prejuicios» y a considerar el diálogo ecuménico como «el instrumento más adecuado para entablar un intercambio fraterno dirigido a resolver el contencioso con espíritu de justicia, caridad y perdón».
