Con este fin, ha dispuesto «que en todas las celebraciones litúrgicas donde se hagan preces públicas se incluya la siguiente: «Para que en España y en el mundo entero, cese y desaparezca el terrorismo y todo germen de violencia, descansen en paz las víctimas y hallen consuelo y amor fraterno los familiares, sanen y reciban la ayuda debida los heridos, se conviertan los terroristas y sus inductores, y se establezca la paz y el perdón de Cristo en el corazón de todos los hombres, roguemos al Señor».
En su carta pastoral exhortó también a todas las comunidades de vida contemplativa de la archidiócesis, que, «tal como establecí en mi carta del año 2000, una vez al mes se tenga una hora de adoración ante el Santísimo Sacramento por el cese del terrorismo y por la instauración de la paz».
En este sentido, ha explicado que «la insistencia y el fervor de la oración que caracteriza la vida contemplativa es la mejor garantía para respaldar en la Iglesia todas las iniciativas que tienden a suplicar el don de la paz».
Además, insta a las comunidades parroquiales, las asociaciones y movimientos apostólicos a promover «celebraciones de oración que ayuden a todos los cristianos a pedir la erradicación del terrorismo y de la violencia, de forma que toda la Iglesia levante las manos a Dios y las mantenga elevadas al cielo hasta obtener el don de la paz».
También exhorta a «los sacerdotes para que inviten a los fieles, tanto en la oración personal como en la familiar, a orar al Señor y a nuestra Madre la Virgen María por estas intenciones de modo que toda la Iglesia, como la primera comunidad de Jerusalén, persevere en la oración con un mismo espíritu y alcance del Señor los dones de su misericordia».
En su carta pastoral, explica que «ante tantos signos de muerte que perturban la esperanza de los hombres de buena voluntad, la Iglesia tiene el deber de volverse a Dios, de orar intensamente y suplicar aquella justicia que es compendio de todos los bienes salvíficos y que lleva el nombre de paz».
El texto que ha propuesto el cardenal Rouco para las preces en las celebraciones litúrgicas se oyó ayer, 4 de mayo, en la catedral de la Almudena durante la celebración de la eucaristía de acción de gracias con motivo de la quinta visita del Santo Padre a España, de la que se cumple el primer aniversario.
