El cardenal Errázuriz alienta al nuevo gobierno de Chile a defender la vida y a los necesitados

Pide sabiduría para los nuevos gobernantes en una oración ecuménica por el país

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SANTIAGO, lunes, 13 marzo 2006 (ZENIT.org).- El cardenal Francisco Javier Errázuriz, arzobispo de Santiago, imploró a Dios el don de la sabiduría, para las nuevas autoridades de Chile en la solemne oración ecuménica por el país celebrada este domingo.

En su homilía, el purpurado llamó a respetar el valor de la vida y revertir el descenso de la natalidad, que está provocando envejecimiento de la población y crisis en la seguridad social de muchos países.

A la celebración litúrgica asistieron las máximas autoridades del país, encabezadas por la recién asumida presidenta Michelle Bachelet Jeria.

En la celebración litúrgica, celebrada en la catedral metropolitana, participaron pastores y obispos de diversas Iglesias cristianas (ortodoxa, metodista, luterana, anglicana y evangélicas). A ellos se sumaron, con sus plegarias, representantes de las comunidades judía y musulmana.

La presidenta Bachelet estaba colocada en el centro del templo, acompañada por los presidentes del Senado, Eduardo Frei Ruiz-Tagle; de la Corte Suprema, Enrique Tapia; y de la Cámara de Diputados, Antonio Leal.

Tras citar la parábola del Buen Samaritano, el cardenal consideró que es un deber de todos, especialmente de quienes tienen autoridad y poder, «ser cercanos, próximos, sobre todo a los más débiles, a los afligidos, a los que no son libres de adicciones o no tienen suficientes recursos, ni trabajo ni familia, ni reconocimiento, ni autoestima, ni seguridad, ni educación, ni salud ni libertad».

En su homilía, el arzobispo también evocó la paternidad de Dios para reflexionar sobre la paternidad y la maternidad en la sociedad, abordando el tema del descenso de la natalidad en muchos países, con sus consecuencias en el envejecimiento de la población y crisis en la seguridad social.

Las nuevas autoridades, dijo el Cardenal Errázuriz, alertadas por el último censo, «tienen la gran oportunidad de alentar un cambio en esta situación» y pidió «detenerse con asombro ante el don maravilloso de la vida».

[Puede leerse la homilía en la página web de la Conferencia Episcopal de Chile]

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ZENIT Staff

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