Tras recordar que la Iglesia es competente en «las relaciones con el Estado italiano respecto a la enseñanza del catolicismo y no respecto a otra religiones», el presidente del episcopado puntualizó que «vale para todos el derecho a la libertad religiosa y, en principio, no parece imposible la enseñanza de la religión islámica».
«Es necesario sin embargo que se den algunas condiciones fundamentales –subrayó el purpurado–, aplicables a toda enseñanza en las escuelas públicas italianas: en concreto, que no haya contraste en los contenidos con nuestra Constitución, por ejemplo en materia de derechos civiles, empezando por la libertad religiosa, la equiparación hombre-mujer y el matrimonio».
«En concreto –siguió aclarando el purpurado–, falta hasta ahora un ente representativo del Islam, habilitado para establecer un acuerdo al respecto con el Estado italiano; haría falta además asegurarse de que la enseñanza de la religión islámica no dé lugar de hecho a un adoctrinamiento socialmente peligroso».
Según el presidente de los obispos italianos es muy diferente el caso de la «enseñanza de la religión católica, dado que ésta, como afirma el artículo 9 del Acuerdo de Revisión del Concordato [entre la Santa Sede y el Estado italiano], tiene entre sus motivaciones el hecho de que “los principios del catolicismo forman parte del patrimonio histórico del pueblo italiano»».
Ante quienes proponen eliminar la posibilidad de enseñar la religión católica en las escuelas públicas, el purpurado afirmó que esta sugerencia «no tiene en cuenta un dato de hecho: el 91% de los alumnos va libremente a clase de religión católica».
Recordó que esta materia responde también a la demanda «de conservar y robustecer nuestras raíces» como pueblo italiano.
