MADRID, 7 enero 2002 (ZENIT.org).- El cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, anunció el 6 de enero en la Catedral de la Almudena, la convocatoria del Tercer Sínodo Diocesano de Madrid.
Un paso decisivo, según el purpurado, pues «seguramente se den ya niños y jóvenes en Madrid que no han oído jamás hablar a sus padres de Jesucristo».
La asamblea sinodal, según explica el decreto de constitución, firmado por el cardenal Rouco, subraya la necesidad de fomentar y fortalecer «la acción evangelizadora de la Iglesia de Madrid como transmisora de la fe recibida del Señor»
Para ello, aclara, se requiere «una renovación de su vitalidad espiritual, de los vínculos de comunión, de su dinamismo apostólico, de su actividad caritativa y de servicio al hombre y al mundo».
El decreto de constitución del Sínodo fue firmado también por el cardenal en una catedral llena de fieles, en la solemnidad de la Epifanía del Señor.
En la homilía de la eucaristía, al afrontar la situación religiosa de la capital española, el presidente de la Conferencia Episcopal advirtió que «en Madrid ya hay gentes cuya forma de vivir está sin relación alguna con la Iglesia, incluso sin tener conciencia de ello».
El purpurado indicó también que «seguramente, se den ya niños y jóvenes en Madrid que no han oído jamás hablar a sus padres de Jesucristo». Es decir, concluyó, «en Madrid hay paganos».
La archidiócesis de Madrid es una de las siete diócesis españolas que aún no ha celebrado un Sínodo diocesano después del Vaticano II. Celebró dos sínodos preconcilaires. El último se celebró en 1948.
Desde el anuncio hasta la celebración del Sínodo debería pasar, como mínimo, un año. Durante este período se enviarán cuestionarios a las diferentes parroquias y a las distintas comisiones para elaborar la lista de temas que se debatirán en el Sínodo. La fase celebrativa del mismo durará entre dos y cinco meses, en sesiones de fin de semana.
La comisión preparatoria del Sínodo, integrada por 15 personas, cuenta con la representación de religiosos, sacerdotes y seglares, miembros de organismos diocesanos, parroquias, congregaciones y movimientos apostólicos.
