El consistorio analizará «las perspectivas de la vida de la Iglesia»

Revelaciones del Papa en su encuentro dominical con los peregrinos

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CIUDAD DEL VATICANO, 20 mayo 2001 (ZENIT.org).- Los temas que afrontará el consistorio de cardenales que comienza este lunes en el Vaticano se convirtieron en el centro del saludo que dirigió Juan Pablo II en el mediodía de este domingo a los peregrinos congregados, como de costumbre, en la plaza de San Pedro.

Hablando desde la ventana de su biblioteca, el pontífice reveló: «Durante los próximos días consideraremos juntos las perspectivas de la vida de la Iglesia y de su misión en el mundo».

Los 183 miembros del Colegio cardenalicio convocados (incluidos los que ya han superado los ochenta años y que, por tanto, no podrán participar en un futuro cónclave de elección de un Papa), continuó diciendo el obispo de Roma, tendrán como guía para sus discusiones la carta apostólica Novo millennio ineunte.

En este documento, al concluir el Jubileo del año 2000, el pontífice indicó «las exigencias prioritarias para todo el Pueblo de Dios», es decir, «contemplar el rostro de Cristo Señor, reemprender el camino de la santidad, ser testigos de su Amor».

Llenaban la plaza de San Pedro del Vaticano unos 30 mil peregrinos, una afluencia muy superior a la habitual para este tipo de encuentros sencillos. Juan Pablo II acababa de regresar de una escapada por la ciudad de Roma, en la que había visitado una parroquia de las afueras que todavía no cuenta con Iglesia propia. Antes de rezar la oración mariana del «Regina Caeli», con indudable ilusión, introdujo sus esperanzas para este consistorio remontándose al primer Concilio de la historia, el encuentro de Jerusalén de los apóstoles.

Se trata de una página de la historia de la Iglesia que había recordado precisamente en ese domingo la liturgia católica. En aquella ocasión, se decidió que los paganos convertidos al cristianismo no debían circuncidarse ni observar las leyes propias del pueblo judío.

«Desde aquel día la Iglesia «remó mar adentro» para llevar el Evangelio a todos los pueblos y a todas las culturas –explicó el Papa–. El empuje apostólico impreso por el Espíritu en los inicios no se ha agotado y continúa también hoy, mientras recorremos los primeros pasos del tercer milenio».

«En este camino, se enmarca precisamente el consistorio extraordinario del Colegio cardenalicio», añadió, una cita, la sexta de este tipo en los casi 23 años desde que Karol Wojtyla llegó a la cátedra de Pedro, que se celebra entre el 21 y el 24 de mayo.

Al igual que en los «momentos decisivos» de su pontificado, Juan Pablo II pidió la oración de los peregrinos que le escuchaban y de los mil millones de católicos del mundo con estas palabras: «Junto al sucesor de Pedro y a los cardenales, sus más cercanos colaboradores en la guía de la Iglesia universal, no debe faltar el apoyo de oración del Pueblo de Dios», dijo.

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ZENIT Staff

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