El debate sobre la eutanasia, de nuevo en el Parlamento Español

Se ve como una maniobra para mantener el tema encendido

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MADRID, 20 diciembre 2002 (ZENIT.org).- El Congreso de los Diputados rechazó el miércoles, por mayoría absoluta, tres proposiciones de ley relacionadas con la despenalización de la eutanasia en el Código Penal y en la Ley General de Sanidad, y el reconocimiento de la disponibilidad de la propia vida como derecho fundamental.

Las iniciativas fueron presentadas por Izquierda Unida y el Grupo Mixto. Este último integra en su mayoría grupos minoritarios de izquierdas, como Esquerra Republicana de Catalunya.

Estas proposiciones son prácticamente las mismas que fueron debatidas en la sexta legislatura, en febrero de 1998.

La diferencia fundamental con la pasada votación es que, en esta ocasión, el Partido Socialista ha votado a favor, mientras que en el caso anterior votó en contra. El resto de los grupos ha mantenido prácticamente las mismas posturas.

El ambiente que ha acompañado el debate parlamentario también ha sido semejante: la votación de hace cuatro años coincidió con el duro debate a raíz del caso del tetrapléjico gallego Sampedro, que produjo un gran impacto en la opinión pública española.

La votación de hace dos días fue simultánea a la publicación –en varios medios de comunicación españoles– de la noticia de un joven tetrapléjico francés que pide al Presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, la despenalización de la eutanasia.

Sin embargo, esta noticia ha tenido una repercusión muy inferior, debido, entre otros motivos, a las polémicas generadas por el hundimiento del petrolero «Prestige» frente a las costas de Galicia y a las últimas acciones de la banda terrorista ETA.

Estas circunstancias han motivado, por el momento, la ausencia de reacciones públicas y oficiales a esta votación.

Según Inocente García de Andrés, secretario de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, la votación de este proyecto de ley «afortunadamente no ha tenido mayor alcance».

El secretario se ha declarado, no obstante, extrañado por el cambio de actitud de los socialistas: «Hace tiempo que todos los grupos políticos decidieron que, con la recientemente aprobada ley de documentos vitales, se había solucionado el problema del ensañamiento terapéutico, que era lo que motivaba en gran parte el debate de la eutanasia. Por eso me ha sorprendido esta nueva votación, y me ha sorprendido también el apoyo del partido socialista».

José María Simón Castellví, presidente de Médicos Cristianos de Cataluña y miembro de la FIAMC (Federación Internacional de Médicos Cristianos), considera que «los autores de la proposición de ley rechazada, que son pequeños grupos que hacen continuamente presión sobre estos temas, sabían de antemano que no iban a ganarla, pero de cara a la opinión pública, con su insistencia en el tema, van creando un clima favorable a sus tesis, porque cuanto más se hable de legalizar la eutanasia, más apoyos se irán consiguiendo».

«Estos grupos –argumenta el doctor Simón Castellví– aprovechan la confusión existente en la opinión pública entre los cuidados paliativos y la eutanasia en sí, o lo que es lo mismo, la diferencia entre morirse o que le maten a uno, aunque generalmente el facultativo sí sabe la diferencia. Lo que se está proponiendo no tiene nada que ver con los cuidados paliativos, en contra de lo que mucha gente cree».

Los cuidados paliativos, respuesta a la eutanasia

Para Inocente García de Andrés, la oportunidad de la Ley de Testamento Vital aprobada por el Partido Popular en esta legislatura «solucionaba los dos extremos, la petición de la eutanasia frente al ensañamiento terapéutico, ya que protege a los propios médicos, que muchas veces han sido acusados por los familiares de alargar innecesariamente el sufrimiento del enfermo. Por otro lado, la alternativa que hay que promover son los cuidados paliativos».

Es una orientación que comparte el doctor José Sastre, responsable de la unidad de cuidados paliativos de la Fundación Instituto San José (Madrid), de los Hermanos de San Juan de Dios, y consultor de la Conferencia Episcopal Española en el tema de la eutanasia.

«Existiendo los cuidados paliativos, no existe necesidad social de la eutanasia – afirma el doctor Sastre–, y esto no es la idea que mantiene un grupo católico, sino que es lo que mantiene cualquier médico que conozca mínimamente qué son los cuidados paliativos».

«Este tipo de tratamiento –aclara– permite dar una calidad de vida importante en los dolorosos últimos momentos, y de una forma mucho más humana que simplemente quitando al enfermo de en medio. De hecho, los médicos afirmamos que cuando una persona pide la eutanasia, en realidad lo que está pidiendo a gritos es un cambio de médico».

Según el doctor Sastre, «la medicina ha avanzado lo suficiente como para poder dar respuesta al dolor, y por supuesto, un médico cristiano está radicalmente en contra del encarnizamiento terapéutico».

Para Inocente García de Andrés, «ciertos grupos de presión no van a dejar el tema, pero yo creo que no es alarmante. Antes o después se volverá a plantear, seguro dentro de unos años».

«Lo que es importante –constata– es que se desarrollen los conocimientos en el campo de los cuidados paliativos, y sobre todo, que los primeros en concienciarse sean los propios médicos, y que sean ellos quienes puedan dar una respuesta eficaz y seria al planteamiento de la eutanasia. Creo que los grupos que se empeñan deben tener su réplica por parte de los propios médicos».

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ZENIT Staff

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