MADRID, 31 enero 2003 (ZENIT.org).- La relación de la familia con el seminario menor es el tema que centra el XXII Encuentro de Rectores y Formadores de Seminarios Menores de toda España, y que ha sido organizado por la Comisión Episcopal de Seminarios.
El encuentro, que reúne a 65 responsables de seminarios menores y que comenzó este viernes en Alcalá de Henares, tiene como objetivo, según Jose Luis Moreno, director de la Comisión, «sensibilizar a los formadores de seminarios sobre la relación que existe entre la familia y el seminario en la formación de los futuros sacerdotes».
«Digamos que la formación de un seminarista menor de edad se basa en tres fundamentos: la familia, la parroquia y el seminario. Este año queremos profundizar en el primer aspecto», añade.
En esta relación se constata, según Moreno, que el descenso de ingresos en los seminarios menores está directamente relacionado con la crisis de la familia.
«El ambiente actual de las familias no es el más propicio para que surjan vocaciones, ya que excepto en raras ocasiones, los valores que se transmiten hoy son generalmente ajenos al evangelio», sigue diciendo Moreno.
«Otro aspecto que influye es que el mismo hecho de tener pocos hijos, que suele ser un obstáculo para la vocación –reconoce–: si un hijo único se plantea ser sacerdote, los padres tienden mucho más a retenerle y a mostrarse en desacuerdo».
El descenso de ingresos en los seminarios menores está también relacionado, señala José Luis Moreno, con un cambio general en el perfil del seminarista español, que suele ser vocación más tardía, tras haber superado la mayoría de edad e incluso haber realizado estudios universitarios.
Este cambio está directamente relacionado con la familia: «hoy como siempre –afirma– constatamos que, ya desde adolescentes, la mayoría siente la vocación, pero que los padres tienden mucho más a retenerles hasta que sean mayores».
«Además –revela–, hoy en día todas las decisiones importantes de la vida tienden a retrasarse: la emancipación, el matrimonio, todo tiende a posponerse, también el seminario».
El encuentro, que ha sido introducido por monseñor Joan Enric Vives, Obispo coadjutor de Urgell y representante de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, además de analizar la situación actual de la familia y su papel como transmisora de la fe y los valores, trata la cuestión de la mejora de los estudios, así como establecer una colaboración educativa eficaz entre el seminario y la familia.
El Plan Pastoral de la Conferencia Episcopal Española vigente actualmente tiene entre sus objetivos más inmediatos la pastoral vocacional, especialmente con las familias.
Según Moreno, la esperanza está en «crear una cultura vocacional».
«Es muy importante que se eduque en la familia desde la infancia en el sentido de la llamada –concluye–. La llamada incluso en un sentido humano, a «hacer algo en esta vida», a pensar que estamos aquí para algo, para fundar una familia, para ser médico, etc. Ya esto abre la posibilidad de plantearse el sacerdocio».
