El diálogo con las Iglesias ortodoxas progresa

Habla el cardenal Kasper, prefecto para la Unión de los Cristianos

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VENECIA, 12 junio 2002 (ZENIT.orgAvvenire).- El cardenal Walter Kasper, presidente de Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, sonríe ante la propuesta de titular «De las cruzadas a los cruceros».

Del 5 al 10 de junio, líderes de Iglesias y comunidades cristianas (incluido el cardenal Kasper) y expertos científicos, invitados por el patriarca de Constantinopla Bartolomé I, recorrieron el Mar Adriático a bordo del «Festos Palace» para reflexionar sobre los desafíos que presenta la ecología.

«Esta experiencia ha mostrado finalmente que lo que nos une es mucho más que lo que nos separa», afirma Kasper con una sonrisa de oreja a oreja tras su participación en el simposio.

«Se ha escrito mucho sobre las dificultades del diálogo ecuménico —subraya–. Por una vez, en cambio, la noticia es positiva: dos Iglesias hermanas que quieren caminar hacia la plena unidad».

–En el transcurso del crucero, el patriarca ecuménico de Constantinopla celebró la liturgia en San Apolinar en Classe (Ravenna). Un acontecimiento que no tenía lugar desde hace doce siglos. ¿Cuál es el significado de este evento?

–Cardenal Kasper: Podemos considerarlo un signo del camino recorrido. Nos dice que hemos hecho mucho camino, aunque obviamente queda todavía por hacer. Pero ya estamos en una situación nueva. Y lo testimonia también la firma conjunta de la «Carta de Venecia» con el Santo Padre. En suma, en las materias como la salvaguardia de la creación, donde no hay problemas dogmáticos que resolver, ya se colabora.

–En esta primavera, sin embargo, en Moscú siguen soplando vientos de invierno…

–Cardenal Kasper: Lamentablemente es así. Desde febrero, la situación ha empeorado. Y francamente seguimos sin comprender esta postura. Se nos dice que, antes de un encuentro entre el Santo Padre y el patriarca Alejo II, deben resolverse todos los problemas. De acuerdo, estamos dispuestos. Pero, ¿cómo es posible hacerlo si no hay diálogo? Sería necesario incluso un dialogo crítico al principio, pero no se pueden superar las dificultades sin hablar. Es una vergüenza que dos jefes religiosos no puedan encontrarse para dar testimonio al mundo de la voluntad de reconciliación. Yo de todas maneras sigo confiando. Por parte nuestra, estamos totalmente dispuestos a dialogar y estoy convencido de que los problemas se resolverán.

–El reciente viaje del Papa a Bulgaria, ¿qué frutos ha dado desde este punto de vista?

–Cardenal Kasper: Ha sido una visita muy positiva. Ciertamente las relaciones con la Ortodoxia no se pueden reducir a la difícil situación con el patriarca de Moscú. En los últimos años, estamos registrando una serie de pasos adelante importantísimos. Con Grecia, por ejemplo, la visita del Papa y después la de una delegación de Atenas al Vaticano han hecho progresar mucho las relaciones. Lo mismo se puede decir de Rumanía, y de los patriarcados de Serbia, Alejandría y Antioquía y de otras muchas Iglesias ortodoxas.

–¿Y con el patriarcado de Constantinopla?

–Cardenal Kasper: Los acontecimientos de estos días son la ulterior demostración del buen clima que se ha creado. Para la fiesta de San Pedro y San Pablo a finales de junio vendrá a Roma, como de costumbre, una delegación enviada por el patriarca Bartolomé. Y estamos además a la espera de poder reanudar los trabajos de la Comisión Internacional de Diálogo Teológico sobre los problemas que todavía nos dividen desde el punto de vista doctrinal.

–¿Qué obstáculos se interponen para esta reanudación?

–Cardenal Kasper: Nosotros estamos dispuestos a reanudarlo basándonos en toda propuesta que sea razonable. Estoy convencido, por ejemplo, de que reanudarlo centrándonos sólo en la cuestión de las Iglesias orientales en plena comunión con Roma nos llevaría a un callejón sin salida. ¿Cómo se puede hablar de este tema sin afrontar la cuestión del primado? Es el primado el verdadero nudo que hay que superar.

–Parece ya superada, al menos en principio, la cuestión del «Filioque».

–Cardenal Kasper: No para todos. También en este campo hay que reanudar el diálogo. Pero sé que en Estados Unidos y en Canadá una comisión teológica local está realizando un interesante trabajo.

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ZENIT Staff

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