El diálogo judeocristiano avanza en Europa del Este

Entrevista al secretario de la Comisión para las Relaciones con el Judaísmo

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 10 marzo 2008 (ZENITorg).- Examinar el estado de avance y estimular el diálogo entre católicos y judíos en la Europa del Este. Este será el objetivo del Congreso Internacional que tendrá lugar en Budapest, Hungría, entre el 9 y el 12 de noviembre próximos.

El encuentro está organizado por la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo y por el Comité Internacional Judío de Consultas Interreligiosas y está centrado en el tema «La sociedad civil y la religión, perspectivas católicas y judías».

Para saber más del evento, Zenit ha entrevistado al padre Norbert Hofmann, secretario de la Comisión para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, instituida dentro del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

–¿Qué papel tiene el Congreso Internacional de Budapest en el desarrollo de las relaciones entre la Santa Sede y el mundo judío?

–P. Hofmann: La Santa Sede ha iniciado el diálogo sistemático con el mundo judío después del Concilio Vaticano II, es decir a partir de 1965. Por parte de los judíos, en 1970 se fundó el llamado Comité Internacional Judío de Consultas Interreligiosas. Es una organización que incluye a casi todas las agencias más importantes de los judíos empeñadas en el diálogo interreligioso. Hasta ahora, de 1970 a 2007, hemos organizado 19 encuentros a nivel internacional. El que tendrá lugar en Budapest entre el 9 y el 12 de noviembre, será la vigésima edición. Por tanto, es un desarrollo a partir de la declaración conciliar Nostra Aetate, y en estos años hemos llegado a un buen punto.

–¿Puede resumirnos las etapas principales que han llevado a este encuentro?

–P. Hofmann: El motivo principal de este congreso en Budapest es ver la situación del diálogo entre católicos y judíos, en los países de Europa del Este. Hemos elegido Budapest porque en esta ciudad hay una comunidad judía bastante grande y porque en este país el diálogo ha hecho muchos progresos.

A partir del inicio del diálogo oficial de la Iglesia católica con el mundo judío, hemos recorrido etapas muy importantes. Por ejemplo Juan Pablo II fue el primer Papa en visitar una sinagoga, en rezar en Auschwitz por las víctimas de Shoah, en ir a Israel. Ha rezado en el Muro de las Lamentaciones, ha visitado Yad Vashem, el monumento y el Museo del Holocausto. Por tanto, importante no es sólo el documento Nostra Aetate sino también los textos publicados por las diversas conferencias episcopales. Pero todavía más importantes son los testimonios vivos como era Juan Pablo II y como es ahora Benedicto XVI.

Pasadas seis semanas de su elección, Benedicto XVI recibió a la primera delegación judía; luego a los cuatro meses visitó la sinagoga en Colonia; pasado un año visitó Auschwitz para rezar por las víctimas de la Shoah. Además, tiene intención de visitar también Israel si la situación es favorable para organizar esta visita. El Papa Ratzinger está muy interesado en el diálogo con los judíos.

Entre las etapas de 2006, hemos organizado un encuentro en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, para comprometernos juntos, católicos y judíos, contra la plaga del sida. En 2004, estuvimos en Buenos Aires, en Argentina, para hacer algo por los pobres de este país que en aquél periodo atravesaba una fase de recesión económica Hemos elegido Budapest para poder examinar la situación en Europa del Este. Así Budapest es la puerta para nosotros hacia el Este.

–¿Quiénes serán los participantes?

–P. Hofmann: Por nuestra parte, la mitad de los participantes vendrá de Hungría, de la Conferencia Episcopal Húngara, estarán cardenales, obispos expertos, profesores que tienen una larga experiencia en el diálogo con los judíos.

Por parte de los judíos se implicará la comunidad local pero espero que inviten a participantes de Estados Unidos y de Israel y también de Europa y de Europa del Este. Nuestra experiencia es que tras una conferencia así el diálogo en el lugar recibe estímulos.

–¿Qué temas se tratarán?

–P. Hofmann: El tema oficial será «la sociedad civil y la religión, perspectivas católicas y judías». El objetivo es el de comprender en qué punto estamos en el diálogo con los judíos en Europa del Este. Además, queremos dar un estímulo a la situación en Hungría y en otros países de Europa del Este, con el fin de profundizar el diálogo judío-católico.

–¿Cuáles son los principales ámbitos problemáticos del debate?

–P. Hofmann: La beatificación de Pío XII. Luego está la nueva oración del Viernes Santo en la Misa tridentina que ha hecho un poco de ruido. Ahora estamos hablando con nuestra contraparte judía para ulteriores aclaraciones, para poder equilibrar la situación. Pero digamos que los problemas generales son muchos. Por ejemplo, nosotros tenemos una estructura jerárquica, está el Papa, está la Conferencia Episcopal, están los cardenales. En cambio, del lado de los judíos hay diversas agencias. Nosotros tenemos principalmente un interés religioso y algunas veces incluso los judíos están dispuestos a hablar de los argumentos religiosos, pero para ellos también los aspectos de la cultura, de la vida social, de la política son muy importantes.

El otro punto en el que la situación es muy difícil se refiere al conflicto entre Israel y Palestina: este conflicto desde siempre arroja una sombra sobre nuestros debates y alguna vez mezcla la política con los asuntos religiosos. Israel es el único país del mundo en el que los judíos son mayoría y los cristianos son una pequeña minoría. Luego, para los judíos es siempre importante combatir el antisemitismo. Como dijo Juan Pablo II: el antisemitismo es un pecado contra Dios y contra toda la humanidad. Por esto, los judíos pueden estar seguros de haber encontrado un aliado contra el antisemitismo.

–¿Cuáles son los puntos de convergencia?

–P. Hofmann: Hay muchos porque espiritualmente, teológicamente, el cristianismo tiene raíces judías. El cristianismo no se puede comprender sin el judaísmo. Como dijo una vez el cardenal Joseph Ratzinger, para los judíos y para nuestro credo, el Dios único es el Dios de Israel. Está también el mandamiento según el cual debemos ayudar a los necesitados, luego la Sagrada Escritura como revelación de la voluntad de Dios, los diez mandamientos, la ética, el cómo vivir y cómo realizarse enteramente como seres humanos. Digamos que desde el punto de vista social podemos hacer mucho juntos. También en la liturgia, en la ética hay elementos comparables. El fundamento religioso es amplio.

–¿A qué nivel se está desarrollando el diálogo entre el mundo cristiano y el judío?

–P. Hofmann: En el nivel religioso, de la justicia social, de los debates en torno a argumentos teológicos, de la influencia del judaísmo sobre el cristianismo y viceversa en la Edad Media, de las raíces judías. Se lleva adelante un diálogo continuo para redescubrir cada vez más la propia identidad cristiana.

Está también el nivel cotidiano: en Nueva York viven judíos y católicos, los unos al lado de los otros; deben afrontar los asuntos cotidianos juntos, hay tantas amistades. Luego está el nivel parroquial y en cada Conferencia Episcopal hay un responsable para el ecumenismo y para el diálogo interreligioso. Está también el nivel universal y corresponde a la Comisión de la Santa Sede para las Relaciones Religiosas con el Judaísmo, pero el trabajo verdadero es realizado por las Conferencias Episcopales. Y Como en Asia hay pocos judíos, el diálogo más importante se desarrolla en Estados Unidos, en Israel y en todos los países europeos.

Por Viktoria Somogyi, traducido del italiano por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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